
Había bastante certeza en que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), en el poder desde hace una década, sería castigado en las urnas a causa de la crisis económica derivada de la pandemia y del hundimiento del turismo en Marruecos, pero lo que no preveían sus dirigentes era la descomunal debacle que ha sufrido en las elecciones parlamentarias celebradas este miércoles, simultáneamente por primera vez a las que elegían a los representantes regionales y locales.
El partido del primer ministro Saad-Eddine El Othmani, en consecuencia, no podrá recibir del rey Mohamed VI un tercer encargo de formar Gobierno para los próximos cinco años, al haber cosechado apenas 12 escaños frente a los 125 de que disponía hasta ahora en una Cámara de 395 diputados. Un retroceso brutal, que le sitúa en la cuarta plaza, muy por detrás de los partidos que le preceden.
El Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI) se alza con el primer puesto, merced a sus 97 escaños. Su líder, el multimillonario Aziz Akhannouch, mantiene una relación estrecha con el Palacio Real. Le sigue el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), con 82 escaños, que hasta ahora era el principal partido de la oposición a los islamistas moderados del PJD. El PAM fue constituido en 2008 por el consejero real Fouad El Himma, aunque éste dimitiera de su máxima responsabilidad en el partido tres años más tarde. En todo caso, el PAM ha enarbolado siempre su lealtad y fidelidad al Rey, y a sus directrices en el área de la Soberanía, como su principal seña distintiva. El Partido Istiqlal (PI) o de la Independencia, el más antiguo del país, es el tercero en discordia gracias a sus 78 escaños. Homologado como formación política de centro-derecha, el PI está considerado sin embargo como formación política a la izquierda tanto del RNI como del PAM.
A tenor de las primeras declaraciones del ministro del Interior, Abdelouafi Laftit, la participación electoral (50,35%) ha superado las expectativas, si se tienen en cuenta las restricciones impuestas por la pandemia, superando en siete puntos el 43% registrado en los anteriores comicios de 2016. Los incidentes registrados en la jornada de votación han sido calificados de “casos aislados” por el ministro del Interior. No así por el PJD que los tilda de “graves irregularidades”.
Como novedad, en esta ocasión los escaños de la Cámara de Representantes se calculan en base al número de electores inscritos y no de los 18 millones de personas con derecho al voto. Una peculiaridad a la que se había opuesto únicamente el PJD, en base a que esta nueva manera de atribuir los escaños perjudicaría a los grandes partidos y favorecería a las pequeñas formaciones.
Con arreglo a la nueva Constitución de 2011, el rey Mohamed VI nombrará primer ministro a una personalidad de su elección, pero del partido ganador, es decir del RNI. La nueva conformación parlamentaria supone en un primer análisis una homogeneización del arco político marroquí, justo cuando el país se enfrenta a la ruptura de relaciones con Argelia y está en vías de restablecer los puentes con el Gobierno español de Pedro Sánchez.