Cerrado por coronavirus el yacimiento libio de Al-Sharara, participado por Repsol

La milicia que controla el yacimiento petrolero de Al-Sharara, el más importante del oeste de Libia, ha ordenado su cierre y la salida de todo el personal tras detectarse un contagio por la COVID-19 en uno de los operarios, ha anunciado este lunes el director de la Compañía Nacional libia de Petróleo (NOC), Mustafa Sanallah. En un comunicado, el directivo responsabilizó a la Guardia de Protección de las Instalaciones Petroleros, aliada del mariscal Jalifa Haftar, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país, de ser la culpable de la situación por haber irrumpido la semana pasada por la fuerza en el campo, gestionado por el consorcio internacional Akakus.
Akakus es una multinacional creada y compartida por la NOC, la petrolera noruega Equinor, la austríaca OMV y la española Repsol. "La Guardia de Instalaciones Petroleras irrumpió en el campo el 29 de agosto y un empleado se infectó al día siguiente al mezclarse con ellos, lo que obligó a Akakus Oil, su operador, a cerrarlo" ha explicado Sanallah, antes de advertir de que el cierre del campo podría derivar "en saqueos y robos de petróleo".
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar El Gadafi. El conflicto fratricida se agudizó en 2015 y desde entonces ha devenido en un enfrentamiento multinacional, totalmente privatizado, sin Ejércitos, que libran milicias locales y mercenarios extranjeros vinculados tanto a las fuerzas de Haftar como al Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli, que domina varias áreas en el oeste del país.
La semana pasada, Haftar ordenó levantar el bloqueo que mantenía sobre la industria petrolera libia, que impuso el pasado febrero, en pleno asedio a la capital. El bloqueo afectó a las centrales eléctricas y redujo la producción de crudo a unos 100.000 barriles diarios, frente a los 1,8 millones que se producían en tiempos de Al Gadafi. Al-Sharara, por su parte, producía en torno a 300.000 barriles diarios de crudo antes del bloqueo de Hafter y era el motor energético del oeste del país.