Sultanato de Omán: de la crisis petrolera a una economía diversificada

El país omaní apuesta por la atracción de inversión extranjera y la diversificación productiva 
El sultán de Omán, Haitham bin Tariq Al-Said - REUTERS/SULTAN AL HASANI
El sultán de Omán, Haitham bin Tariq Al-Said - REUTERS/SULTAN AL HASANI
  1. Omán y su economía ligada al petróleo  
  2. Apertura al mundo
  3. En buen camino
  4. Interés empresarial español 
  5. La Unión Europea, también muy interesada en la región 

Con un plan estratégico bien definido, el país se posiciona como un destino atractivo en términos comerciales y financieros, en el que otros actores ya han empezado a tener que ver. Un contexto internacional marcado por la incertidumbre podría también estar impulsando este acercamiento hacia la nación árabe. 

Omán y su economía ligada al petróleo  

Tras la drástica caída del precio del petróleo en 2014 - llegando a desplomarse hasta un 60 % -, Omán se vió arrastrado a una profunda crisis económica. Para sostener el gasto público, el país recurrió al endeudamiento masivo: la deuda pública, que en 2014 representaba apenas el 5 % del PIB, se disparó hasta alcanzar el 81 % en 2020. A ello se sumó la rebaja continua de su calificación de riesgo, lo que aumentó los intereses de la deuda hasta el punto de que el Estado terminó gastando más en pagar intereses que en ofrecer subsidios a su población. 

Esto, junto al acumulado déficit fiscal y de cuenta corriente, así como la llegada de la pandemia de COVID-19 generó lo que el Banco Central consideró un periodo de estancamiento económico significativo.

PHOTO/JACOB FORD/ODESSA AMERICAN via AP - Plataforma petrolífera en Midland, Texas
 Imagen de plataforma petrolera - PHOTO/JACOB FORD/ODESSA AMERICAN vía AP

Apertura al mundo

Este escenario fue el punto de inflexión que llevó al Gobierno omaní a acelerar su estrategia de transformación económica. Bajo el marco de Visión 2040, programa lanzado oficialmente en 2021, Omán busca reducir su histórica dependencia de los hidrocarburos, que hasta hace poco representaban más del 60 % de los ingresos públicos, apostando por la atracción de inversión extranjera y la diversificación productiva.

Los efectos de esta transición ya comienzan a notarse. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), los sectores no petroleros, como el turismo, la manufactura, la construcción, la logística y la seguridad alimentaria y del agua, están mostrando un crecimiento acelerado.

En términos de turismo, con el ambicioso objetivo de alcanzar los 11 millones de visitantes anuales en 2040, Omán está invirtiendo en la puesta en valor de su patrimonio cultural, hoteles de lujo y turismo de aventura.

Otro sector prioritario es el de la logística. Gracias a su ubicación geográfica estratégica - en la intersección entre Asia del Sur, África Oriental y la Península Arábiga - , el país se ha posicionado como un nodo natural de conexión regional. El país está expandiendo su red de puertos, aeropuertos y ferrocarriles para mejorar su conectividad internacional y atraer inversión extranjera directa.

La industria manufacturera también está en auge, con foco en sectores como automoción, aeroespacial y tecnologías para energías renovables. En su transición energética, se ha propuesto que el 39 % de su electricidad provenga de fuentes renovables para 2030, sobre todo solar y eólica.

Finalmente, en materia de recursos minerales, Omán alberga algunas de las mayores reservas de cobre, oro y cromita de la región. Buscando alejarse de una dependencia del sector petrolero, el Estado está incentivando a entidades extranjeras a iniciar actividades de exploración y explotación por dichos materiales.

<p>Buques portacontenedores de United Arab Shipping Company y NYK Line atracados en la Terminal Internacional de Contenedores de Omán en Sohar, Omán, el 9 de agosto de 2017 - <a  data-cke-saved-href="https://depositphotos.com/es/?/" href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a></p>
Buques portacontenedores de United Arab Shipping Company y NYK Line atracados en la Terminal Internacional de Contenedores de Omán en Sohar, Omán, el 9 de agosto de 2017 - Depositphotos

En buen camino

Los datos macroeconómicos recientes muestran señales favorables. Se prevé que el PIB real crezca un 3,1 % en 2025 y un 4,4 % en 2026. Además, el Banco Central estima contar con reservas por valor de 21.300 millones de dólares a finales de 2025. 

Países como Estados Unidos e India ya cuentan con acuerdos de libre comercio con Omán, lo que refuerza su atractivo. En palabras de Hussain Abdulhussain, miembro de la Cámara de Comercio de Omán, el país “ofrece un entorno muy favorable para el desarrollo empresarial”, destacando sectores como las infraestructuras, la petroquímica, el turismo y la tecnología.

Interés empresarial español 

Diversas naciones están muy interesadas en Omán de cara a vínculos comerciales o financieros. En esta línea, España ha comenzado a posicionarse estratégicamente para aprovechar las oportunidades que ofrece el proceso de transformación económico omaní.

El director internacional de la Cámara de Comercio de España, Jaime Montalvo, señaló recientemente la estabilidad económica de Omán y el potencial para aumentar el comercio bilateral. Además, Ana de Vicente, subdirectora general para los Países del Mediterráneo, África y Oriente Medio, señaló el compromiso del Gobierno con el refuerzo de los vínculos económicos con el Sultanato, y destacó los instrumentos disponibles, como el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), que apoya a empresas españolas en su expansión internacional.

Una muestra tangible de este interés creciente fue la misión comercial liderada por la Cámara de Comercio de Tarragona, que organizó su primera visita empresarial presencial a Omán. La iniciativa reunió a compañías españolas de distintos sectores con el objetivo de explorar un mercado en plena expansión. Guillem Virgili, técnico del Departamento Internacional de la Cámara, aseguró que “Omán es una de las economías más estables y diversificadas de Oriente Medio”, y añadió que el país se encuentra en un momento de transformación “muy favorable para las empresas españolas, especialmente aquellas centradas en diseño, calidad y modernización de espacios”.

Puerto Sultán Qaboos en Mascate, Mascate, Omán - <a  data-cke-saved-href="https://depositphotos.com/es/?/" href="https://depositphotos.com/es/?/">Depositphotos</a>
Puerto Sultán Qaboos en Mascate, Mascate, Omán - Depositphotos

La Unión Europea, también muy interesada en la región 

Este año, en un contexto global marcado por la necesidad de diversificar alianzas estratégicas, la Unión Europea ha intensificado su interés por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), del cual Omán es partícipe, especialmente en términos económicos. Aunque hasta ahora ha mantenido un perfil más discreto que potencias regionales como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos, gracias a su estabilidad política, sus reformas económicas y sus vínculos crecientes con países europeos, como España, el Sultanato podría ganar próximamente un gran protagonismo como un nuevo foco de interés europeo. 

Según Olof Gill, portavoz de la Comisión Europea para el Comercio, aún hay “un enorme potencial por explotar en áreas como las energías renovables, el hidrógeno verde o la Inteligencia Artificial, que son clave para las transiciones ecológica y digital tanto en la UE como en el CCG”. Este tipo de sectores emergentes, en los que Omán también busca desarrollarse, son precisamente los que Europa considera fundamentales para asegurar su competitividad futura.

Además, tras sus intenciones de reducir su dependencia de actores como Estados Unidos y China, la UE entiende su relación con el CCG como una tercera vía geopolítica. Los países del Golfo mantienen una diplomacia equidistante y práctica, con relaciones estables tanto con Occidente como con potencias emergentes como India, Rusia o China, lo que los convierte en socios valiosos en un mundo cada vez más fragmentado.