Calma tensa en Ucrania tras las protestas contra Zelensky, mientras aumenta la presencia de drones en el frente de combate

La corresponsal y periodista María Senovilla, colaboradora de Atalayar, analizó en el programa “De cara al mundo” de Onda Madrid las manifestaciones y protestas que han surgido por la propuesta de ley 12414. Además, consideró si está ofreciendo información detallada sobre los drones FPV a los países que están colaborando con Ucrania.
María, el presidente Zelensky ha prometido cambios en el decreto que pretendía el control de las instituciones encargadas de luchar contra la corrupción, eso sí, después de las manifestaciones de protesta que se han celebrado en muchas ciudades ucranianas.
Sí, ha sido increíble la polvareda que se ha levantado esta semana. Mientras la guerra continuaba, además sin dar tregua en los frentes de combate, en casi todas las ciudades tenían lugar esas manifestaciones que han sido las más grandes que se han celebrado desde que empezó la guerra y que recordaban en parte aquellas concentraciones que se dieron cita durante las protestas del Maidán, que a diferencia de las que están teniendo lugar estos días, han estado protagonizadas por gente muy joven. Muchísimas mujeres, también veteranos de guerra. Los hombres, en edad de ser reclutados, supongo que, por miedo, se han quedado mayoritariamente en sus casas, pero, aun así, la gente joven ha llenado las calles de Ucrania para protestar por el proyecto de ley 12414, que despoja de su independencia a las dos principales agencias que existen en Ucrania, que son la Oficina Nacional Anticorrupción, conocida por sus siglas como NABU, y la Fiscalía Independiente, especializada en corrupción, conocida por sus siglas como SAPO. El proyecto de ley que ha aprobado el presidente Zelensky coloca estas instituciones bajo el paraguas de la fiscalía general de Ucrania, ligada al poder político.
No significa que estas agencias vayan a cerrar, pero ya no podrán trabajar de manera independiente y eso les despoja de parte del sentido de que exista. El presidente de Ucrania ha justificado esta decisión asegurando que había agentes rusos infiltrados en estas instituciones, que tenían pruebas de que se estaba filtrando al Kremlin toda la información que manejaban estas agencias, y esto sería un fallo en la seguridad de una magnitud muy preocupante. Pero pasar a tutelar políticamente ambas instituciones tampoco parece la mejor solución, y así lo ha entendido la ciudadanía de Ucrania, que se ha echado a la calle.
Ante las protestas masivas, especialmente en las calles de Kiev y de Leópolis, pero también en Odessa, en Dnipro, en Járkov, en otras muchas ciudades, el presidente de Ucrania ha tenido que recular, pero lo ha hecho solo en parte. Zelensky ha asegurado que las manifestaciones no han caído en saco roto y ha prometido un nuevo proyecto de ley sobre la independencia de las agencias anticorrupción, pero de momento no ha derogado la ley 12414, que es lo que están pidiendo en estas manifestaciones. Parece que la gente no está dispuesta a irse a sus casas hasta que este nuevo proyecto sea una realidad y hasta que se vuelva a garantizar la independencia de ambas instituciones de anticorrupción.
Os decía al principio que sorprendía la cantidad de gente joven que está protagonizando estas protestas, y no quiero cerrar el tema sin contaros con brevedad que es precisamente la gente joven la que menos tolera la corrupción que, por desgracia, está muy presente en Ucrania. Los ucranianos dicen que esta corrupción es la herencia de la Unión Soviética y yo quiero explicar de qué tipo de corrupción estamos hablando, porque no se limita a las esferas políticas o empresariales, como tenemos casos en nuestro país o en países vecinos. La corrupción en Ucrania está presente en las prácticas ucranianas y es que atraviesa la sociedad de manera transversal.
Me estoy refiriendo a gestos, como el hecho de darle un billete en el bolsillo de la bata a un político para que te adelante una operación, de pagar en una autoescuela para que te aprueben el carnet de conducir, o ahora, que estamos en medio de una guerra y que hay tantos soldados en el frente de combate, también está el hecho de pagar, y además pagan miles de dólares, para conseguir papeles con los que puedan licenciarse e irse a su casa en caso de que los dieran, o incluso librarse de ir al frente de combate cuando los reclutan. Y eso la gente más joven ya no lo soporta, y han estallado con la aprobación de este proyecto de ley 12414, que además firmaba el miércoles Zelensky prácticamente sin dar explicaciones, nació después, y no están dispuestos a que las dos únicas instituciones que había, que luchaban contra la corrupción tímidamente, ya que no habían logrado grandes logros desde que estaban en funcionamiento, y no está dispuesta la gente ahora mismo a que les despojen de estas herramientas.

La gente joven que protesta por esta iniciativa, también hemos leído que en Bruselas la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, ha advertido a Zelensky, le ha llamado la atención de qué es lo que estaba ocurriendo. Mientras tanto, María, en Estambul, rusos y ucranianos han vuelto a acordar intercambio de prisioneros. Algo es algo, ¿no?
En realidad, es el acuerdo que ya se tomó en esa primera ronda de negociaciones que se celebró en Estambul en mayo, que comenzó con ese intercambio mil por mil que contamos.
En las negociaciones del miércoles se acordó un nuevo intercambio de 1.200 prisioneros por cada lado, lo que sería la novena entrega de prisioneros desde esa primera ronda de negociaciones de mayo, porque son miles y miles los prisioneros de guerra que hay en ambos lados, tanto en Ucrania como en Rusia. También hay que destacar que Moscú propuso hacer breves treguas en el frente de combate, no en todo el frente a la vez, pero en partes del frente de combate, para poder recoger muertos y heridos y hacer un intercambio también de cadáveres, que por desgracia también se deben de contar por miles.
Lo que pedí a Kiev y no se le ha escuchado es un encuentro entre los presidentes Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky antes de que acabe el verano, pero Rusia ha argumentado que para que eso se llegue a producir, para que ambos presidentes puedan sentarse en una mesa, primero Ucrania tendría que ceder los territorios ocupados, renunciar a su incorporación a la OTAN y además renunciar a rearmarse, es decir, a tener un Ejército que pueda precisamente proteger a Ucrania de invasiones como la que está teniendo lugar por parte de Rusia, algo que el Gobierno ucraniano no puede dar por válido, y entonces parece que esa reunión entre Putin y Zelensky no se va a producir antes de que acabe el verano.

Y además Rusia sigue con sus bombardeos, ha habido un bombardeo muy intenso en las últimas horas contra Odessa, pero lo veníamos comentando desde hace semanas prometiendo, María, explicar con más detalle porque casi todas las semanas hablamos de los drones, esos artefactos que han cambiado la forma de hacer la guerra. Esta semana además has estado viviendo en una posición de combate donde se utilizan drones FPV, cuéntanos.
Esos famosos drones FPV que ahora mismo están protagonizando el frente de combate y no solo el frente de combate, también por desgracia las ciudades de la retaguardia.
Los drones FPV, esos drones de visión en primera persona, que hemos visto imágenes ya tantas veces de los pilotos que los manejan con unas gafas de visión realista en las que están viendo como si se tratara de un videojuego, por donde va el dron armado con explosivos que lanzan contra los objetivos. Esta semana he tenido ocasión de incorporarme en una de esas posiciones de combate de drones FPV y vivir con ellos y ver cómo es el trabajo que realizan. Y he podido contrastar que estos vehículos aéreos no tripulados han condicionado completamente el frente de combate en este momento por el que está pasando ahora mismo la guerra de Ucrania.
El comandante de pelotón y el comandante de la posición confirmaban que los drones son probablemente el arma que más rápido ha evolucionado desde que empezó a utilizarse en esta guerra. Empezó a utilizarse como una simple herramienta de reconocimiento para hacer recorridos aéreos y ver dónde estaban los objetivos, que a lo mejor luego atacaba la artillería. Pasaron de eso a convertirse, el mismo dron, en un arma de ataque a la que se le incorpora un explosivo y se lanza directamente de forma kamikaze, contra el objetivo abatido.
Esos otros grandes drones que pueden transportar bombas planeadoras y también lanzarlas. Y han cambiado también la táctica, la manera en la que los Ejércitos luchan y se enfrentan en el centro de combate. Los drones han dejado de ser un apoyo, un soporte de la artillería, a convertirse en armas principales que dan soporte a la infantería y que, además, desde hace meses, están asumiendo tareas logísticas. Es decir, ya no hace falta enviar a personas con víveres, con agua, con comida, con medicamentos, con munición, a las trincheras de primera línea. Los pueden trasladar con estos drones, evitando así poner en riesgo la vida de personas que tuvieran que salir de la trinchera para recoger estos víveres o que llegar hasta la trinchera para llevarlos. Entonces, son muchos los drones que hay ahora mismo formando parte de las estrategias.
No están solo estos drones de ataques, no están solo los grandes drones aéreos que se utilizan para misiones de logística y también de ataque. Los drones terrestres también tienen un papel importante.
Misiones como, por ejemplo, evacuación de heridos. Ahora mismo las evacuaciones en primera línea se están haciendo cada vez en un porcentaje mayor con drones terrestres que se mueven con un radiocontrol de manera que no arriesgan la vida del equipo de rescate para meterse en ese infierno, en esa primera línea de combate a recoger al herido. Y lo más curioso es que se han, no automatizado, pero se ha puesto todas estas misiones, todos estos papeles que antes desempeñaban soldados, se han puesto ahora en manos de los drones precisamente porque la enorme cantidad de drones que tiene Rusia ahora mismo sobre los frentes de combate de Ucrania son auténticos enjambres. No permiten a las personas que puedan hacer su trabajo.
Lo más complicado ahora mismo del trabajo en las trincheras, no es lo que pasa dentro de las trincheras. Es llegar hasta la trinchera y salir de la trinchera. Los caminos ahora mismo son de verdad una trampa. Los ucranianos han puesto redes de pesca en los tramos de carretera donde han podido con sujetos con poste para intentar parar esos ataques kamikazes de esos drones que los rusos estrellan continuamente contra los vehículos, no solo militares, también civiles.
Ese radio de operación de esos drones FPV rusos ha llegado también hasta ciudades de la retaguardia, donde no hay frente de combate y ya está habiendo, lo hemos contado aquí hace meses, que ya sucedía en la ciudad de Jersón, que había cacerías humanas que los rusos realizaban con estos drones FPV, que veían a las personas civiles y lanzaban los explosivos contra ellos. Esta práctica se está extendiendo ya en las ciudades del Dombás, Kostiantynivka, Sloviansk, ahora también Dobropilia. Ya son ciudades en las que los civiles están advertidos de que es peligrosísimo salir a la calle porque en cualquier momento les puede caer un dron con explosivos. No les puede caer, los rusos pueden lanzar directamente contra ellos un dron con explosivos.
Un clarísimo crimen de guerra que ya decíamos hace meses que nadie estaba alzando la voz, que aquí no estaba la ONU ni la Cruz Roja ni ninguna otra gran institución internacional denunciando el hecho. Y bueno, pues Rusia ha visto que nadie decía nada y lo que está haciendo es extender la técnica a más ciudades.

Permíteme, María, que incorporemos a Lucas Martín, experto, analista internacional, colaborador también de la revista Atalayar. Escuchando a María, un Ejército, por ejemplo, ahora que se está planteando la seguridad y la defensa en Europa, el Ejército europeo, etcétera, o cada país, por ejemplo, España, o tienes una fábrica o una industria de drones de todo tipo, como bien nos ha explicado María, o si no, ahora mismo, drones y antidrones. ¿Cómo analizas tú esta situación que hemos hablado ya alguna vez, que, como bien explica María, ha cambiado muchos de los parámetros que antes se utilizaban en las guerras?
Lo primero que quiero hacer es reconocer y poner en valor, que, aunque se ha hecho muchas veces, el trabajo de María, porque es impresionante y estar ahí es digno de admiración. En esta guerra, una de las principales cosas que nos dejará es un cambio total en el empleo, que es el de los medios no tripulados, aéreos, terrestres e incluso marítimos.
Y, como bien ha dicho María, lo que empezó siendo un empleo, principalmente para lo que se llama ISR, la obtención de inteligencia, reconocimiento y vigilancia, se ha derivado en un empleo en acciones directas y que, evidentemente, todos los Ejércitos europeos u occidentales están ya trabajando en adaptarse y en tomar lecciones aprendidas de cómo están empleando los ucranianos, y los rusos, que también han aprendido. Y una de las lecciones que se han sacado es que hay que tener una panoplia de drones, o UAVs, que se llaman, no ya estos que hemos visto otra vez de grandes, como los famosos Bayraktar TB2, sino aparatos pequeños, muy versátiles, que te permiten golpear muy rápidamente y de una forma masiva y a un coste muy bajo. Y, como ya has comentado, el gran problema aquí, más que el desarrollo de los drones o de los UAVs, es todo lo que se llama defensa contra UAVs, porque, evidentemente, hay que buscar la forma de protegerse contra esos aparatos y, a día de hoy, es muy complicado.

Porque económicamente, María, tener un dron puede costar, depende de lo que se quiera, pero podemos pensar entre 600, 1.000 o 2.000 euros, mientras que un sistema para defenderse del dron te cuesta muchísimo más.
Un FPV puede estar a partir de los 400 dólares. Si ahora el FPV lleva fibra óptica estilo guiado, precisamente, para que no le afecten esas contramedidas de guerra electrónica, ya el precio se puede duplicar, podemos hablar de los 1.000 y 2.000 dólares que decías, y si hablamos ya de un dron grande, por ejemplo, un tipo vampiro que tiene capacidad de lanzar esas bombas planeadoras, hablamos de un dron de 15.000 dólares.
Comparado con lo que cuestan los proyectiles de artillería, es una broma. Donde he estado me decían que en 24 horas hacen de media entre 25 y 30 vuelos de estos drones FPV y eso es una décima parte de lo que le cuesta a una posición de artillería trabajar durante 24 horas, del coste de los proyectiles de artillería. Entonces, sí, el precio es una de las cuestiones que han hecho que los drones proliferen y se desarrollen de una manera tan rápida, porque la guerra final es muy cara.
Además, el problema de esos drones que decía María es que con un radar no los puedes detectar, son demasiado pequeños, con lo que ahora no hay tecnología que te permita saber si te viene un dron encima y te dé por lo menos una dirección por la que te viene. Puedes saber cómo mucho que tienes un aparato volando, trabajando en cierta banda de frecuencias encima tuya, pero nada más. Y si eso lo sustituyes por un dron guiado por fibra óptica, esa posibilidad de detección a través de las frecuencias se elimina. Por tanto, tampoco puedes echarlo abajo empleando la guerra electrónica. Yo digo que es un problema muy serio.

Pedro González, periodista, fundador del canal 24 Horas y de Euronews, colaborador también de la revista Atalayar. Pedro, aquellos tiempos en los que se decía, bueno, la digitalización, las nuevas tecnologías van a crear nuevos oficios y siempre se ponía el ejemplo de piloto de dron. Ahora mismo, los drones, dentro de lo que es el esquema, como estamos hablando con María y Lucas, dentro de lo que es el planteamiento de países en la OTAN o cada planeamiento de los Ejércitos correspondientes, que pensar que España también debe tomar una iniciativa en este sentido y adaptarse a lo que es ahora mismo los planteamientos para un posible conflicto donde los drones son fundamentales.
Lo que creo es que, siguiendo tu hilo argumental, sí es cierto es que, en ese mismo ejemplo que acabas de poner, piloto de drones, justo hay muchos empleos, por lo que estabais diciendo, que surgen o surgen ya de todas estas investigaciones. No solo se trata del piloto que dirige el aparato para una acción bélica, sino de Lucas y María, lo que apuntaba, lo que se llama contrarrestar ese tipo de armas y amenazas.
Entonces ahí están surgiendo una serie de nuevos empleos o de adaptaciones, y naturalmente eso se puede multiplicar por lo que se queda. Decía Lucas al principio de su intervención que, desde luego, las normas de la guerra o la manera de disputar una guerra cambian radicalmente a partir justamente de la que se está disputando en Ucrania. Suscribo totalmente eso y un poco la sensación que hay, si la comparamos quizá con guerras tampoco tan lejanas, es decir, la de los Balcanes, etc., pues es casi la misma distancia que hay entre aquellas y cuando las veíamos cinematográficamente recreadas cuando iban con lanzas y otro tipo de cosas.
Es decir, hay una evolución de tal calibre y me parece tan fundamental que la parte, digamos, de investigación, como siempre sucede en todos los elementos y los episodios de guerra, que se va a multiplicar y naturalmente lo más importante es la inversión que se hace en esa investigación. Como se está demostrando, avanzan a pasos agigantados justamente las nuevas técnicas de guerra y, naturalmente, benefician sobre los medios para contrarrestarlos, que evidentemente surgirán, porque siempre ha sido así. Siempre hay un movimiento de acción-reacción y a una nueva arma se le pone algo, pero que tarda y que lleva su tiempo. Pero esos periodos se están cada vez acortando más y eso sí, lo que necesitan siempre son inversiones gigantescas precisamente para acortar esos tiempos y tener a los mejores científicos en sus especialidades para conseguir esos fines.

María, una cuestión ya para terminar. En esa posición de combate de drones FPV donde has estado esta semana, has comentado si ellos, o supongo que eso quizás sea más del Estado Mayor, están ofreciendo información detallada a los países que están colaborando con Ucrania, estoy hablando de países de la OTAN, España, Estados Unidos, Alemania, etcétera, sobre cómo están actuando, cómo se están planteando, para que las lecciones que se están sacando con los drones de esta guerra sirvan a los aliados europeos o Estados Unidos.
Eso no está a nivel de combate, está a nivel del Estado Mayor y, sobre todo, a nivel de las empresas que fabrican, que producen estos drones y que ya hay muchos acuerdos con empresas de otros países para trabajar juntos, en el desarrollo y en la producción. Hace poco, por cierto, salía aquí la noticia en Ucrania, denunciaba una de estas empresas, una de las más grandes que produce drones, que precisamente había colaborado con otra empresa de otro país y esa empresa les había plagiado la idea, se había borrado del proyecto y luego la había presentado como que era una investigación suya propia. O sea, hay mucho movimiento entre empresas privadas, que no tienen nada que ver con el Gobierno, para el tema del desarrollo de drones.
Y lo que también está claro es que desde hace ya años, en esta guerra, está presente la inteligencia de los países aliados, porque como bien dices, ahora todos los Ejércitos europeos y occidentales están trabajando ya en el desarrollo de sus propias unidades de drones, porque aunque no vayan a tener probablemente una invasión unilateral a gran escala como la que se está produciendo en Ucrania, sí que tienen que estar preparados tanto para la participación en misiones internacionales como para, acciones terroristas que sí se producen en países europeos sin necesidad de que estén en guerra y que mucho me temo que dentro de poco vamos a ver cómo emplean también el uso de estos vehículos aéreos no tripulados o vehículos terrestres no tripulados de manera kamikaze cargados con explosivos. Entonces se trata, también lo has mencionado tú, no solo de desarrollar la industria de los drones, la tecnología que hace avanzar estos drones, sino también todo el tema de medidas y contramedidas para poder pararlos. Decía Lucas, es uno de los principales problemas, es el principal problema.
Aquí ahora mismo hay tramos de carretera cerca del frente de combate que los han cubierto con redes de pesca. O sea, una especie de barrera física porque ya no saben cómo parar estos vehículos aéreos que además se desplazan muy rápido y que se lanzan cargados de explosivos contra el objetivo, ya puede ser una persona, un coche, una motocicleta, lo que sea que esté pasando por delante.