El sector no petrolero creció un 2,9% en el primer trimestre de 2021 en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que la economía petrolera se contrae un 11,7% debido a los recortes de producción realizados para sostener los precios. El aumento en el rendimiento del sector no petrolero es clave para el empleo y la diversificación de la economía saudí. La menor producción de petróleo ha arrastrado a la economía de Arabia Saudí, que se ha contraído en un 3% este primer trimestre.

Con una economía tambaleante, un déficit presupuestario cada vez mayor y una economía global en contracción pueden verse alteradas las perspectivas de Visión 2030, el proyecto de diversificación y desarrollo del príncipe heredero, Mohammed bin Salman. La pandemia afectó a la demanda mundial de petróleo e hizo que los precios se desplomaran el año pasado, los ingresos petroleros de Arabia Saudí cayeron y las necesidades de gasto aumentaron. A pesar de ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que la economía crezca un 2,1 por ciento este año después de contraerse un 4,1 por ciento en 2020.
Actualmente los ingresos petroleros representan alrededor de dos tercios de las exportaciones del reino, aunque el país del G20 fue responsable de casi el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de petróleo, esta cifra se ha reducido a solo el 12 por ciento. Por ello, Arabia Saudí no puede seguir dependiendo del petróleo, como se ha ido anunciando en los últimos años, es necesario que diversifique su economía.

Por otro lado, se esperaba que el turismo fuera una parte clave de Visión 2030, con un objetivo de 100 millones de visitantes al año para finales de la década. Debido a la pandemia, al igual que en el resto del mundo, el turismo ha caído en picado. El Hajj anual también supone una importante fuente de ingresos para el reino, pero el año pasado tuvo que reducirse a 1.000 peregrinos, lo cual tuvo un importante impacto en el dinero recaudado.
Antes de la pandemia, unos 2,5 millones de peregrinos solían visitar los lugares más sagrados del islam en La Meca y Medina para realizar el Hajj, con una semana de duración, así como la peregrinación Umrah, lo que en conjunto hacía ganar al Reino unos 12.000 millones de dólares al año. Este año el Hajj se limitará a 60.000 personas.

Uno de los principales objetivos de la Visión 2030 es la utilización del poder de inversión saudí para crear una economía más diversa y sostenible para el país. Asimismo, el Reino busca aprovechar su ubicación estratégica para consolidar su papel como motor integral del comercio internacional y conectar tres continentes: África, Asia y Europa.
La visión se compone de varios programas para ese fin. El Programa de Desarrollo del Sector Financiero tiene como objetivo desarrollar un sector financiero diversificado y eficaz para apoyar el desarrollo de la economía nacional, diversificar sus fuentes de ingresos y estimular el ahorro, las finanzas y las inversiones.
El Programa del Fondo de Inversión Pública tiene como objetivo potenciar el papel del Fondo de Inversión Pública, que es el motor activo de la diversificación de la economía del Reino y del desarrollo de sectores estratégicos específicos, mediante el cultivo y la maximización del impacto de las inversiones del fondo. También pretende convertir el fondo en uno de los mayores fondos soberanos del mundo, así como establecer sólidas asociaciones económicas que contribuyan a profundizar el impacto y el papel del Reino en la escena regional y mundial.

Este trimestre el sector privado ha crecido un 4,4%. El papel del sector privado en el comercio saudí es sustancial, ya que las empresas privadas representan alrededor del 48% del PIB nacional, que asciende a 248.820 millones de dólares. Fabrican, distribuyen y venden productos nacionales. Este sector está creciendo rápidamente, principalmente gracias a los incentivos del Gobierno, como la concesión de préstamos a largo plazo sin intereses y servicios e instalaciones de apoyo previstos en los programas de Visión 2030.
El déficit presupuestario se encuentra en aumento, en 2019 fue de $35.000 millones y en 2020 de $79.000 millones. El Ministerio de Finanzas saudí prevé una disminución del déficit público, para 2021 se espera un déficit de $40.000 millones, lo cual representa un 5 por ciento del PIB; y para 2022 de $25.000 millones, un 2,9 por ciento del PIB.

A pesar de la contracción de la economía, el comercio internacional continuó su fuerte recuperación en el primer trimestre, con un crecimiento de las importaciones de bienes y servicios del 9,1%, frente al 11,3% del trimestre anterior. Las exportaciones aumentaron un 1,9%, frente al 3,6% del trimestre anterior. El gasto en consumo final privado creció un 6,6%, frente al 1,5% del trimestre anterior.