Argelia enfrenta serios problemas con Túnez debido al flujo de inmigrantes irregulares

Políticos tunecinos y argelinos se reunieron para buscar soluciones a la compleja crisis migratoria

Frontera entre Túnez y la República de Argelia - PHOTO/ MINISTERIO DEL INTERIOR DE TÚNEZ
Frontera entre Túnez y la República de Argelia - PHOTO/ MINISTERIO DEL INTERIOR DE TÚNEZ

El desafío migratorio se ha convertido en un fenómeno del que ningún país se escapa. Durante años, miles de inmigrantes argelinos y africanos han cruzado la frontera con Túnez, sin embargo, las restricciones que está aplicando Argelia en los últimos meses para aceptar a estas personas, finalmente ha derivado en una crisis fronteriza. 

Pero, a pesar de que la coordinación en materia migratoria y seguridad no es del todo mala, Túnez acusa a Argelia de no hacer el suficiente trabajo para frenar el flujo migratorio. Es en este contexto, en el que el presidente tunecino, Kais Saied, envió al ministro del Interior, Khaled Nouri, para discutir sobre el tema con su homólogo argelino, el ministro del Interior, Gobiernos Locales y Desarrollo Urbano, Ibrahim Mourad. 

En la reunión, según informaron funcionarios presentes, se trataron temas como el contrabando; la seguridad fronteriza, y su impacto en las economías de ambos países. Finalmente, ambos cuerpos diplomáticos señalaron la importancia de la cooperación y coordinación para poder combatir la afluencia de inmigrantes irregulares hacia Túnez. Posteriormente, Nouri tuvo una recepción con el presidente de la República de Argelia, Abdelmadjid Tebboune. 

“Argelia debe demostrar su cooperación en materia migratoria impidiendo el flujo migratorio hacia Túnez, pero hemos observado que también parece estar eludiendo sus responsabilidades últimamente”, Nabil Rahbi, analista político. 

El problema se ha centrado especialmente en la región fronteriza de Sfax, en particular los distritos de Jebiniana y El Amra, donde los ciudadanos están denunciando un aumento desmedido de la delincuencia y agresiones de todo tipo, incluidas sexuales. Tanto es así que parlamentarios tunecinos, como Tariq Al-Mahdi o Fátima Al-Mahdi, han solicitado la intervención militar en las fronteras y en estas regiones.

Parlamento tunecino - PHOTO/Khaled Nasraoui/DPA /ABACA
Parlamento tunecino - PHOTO/Khaled Nasraoui/DPA /ABACA

En cambio, son varias las organizaciones de Derechos Humanos que han criticado estas sugerencias además de la débil protección de las personas ante las políticas migratorias del Gobierno.

“Hay bandas criminales que acechan en casas de refugio y que no se pueden repeler ni resistir. Entran en las casas por la fuerza y se apoderan del dinero amenazándolas con espadas y cuchillos”, Tariq Al-Mahdi, miembro de la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP). 

Por otro lado, Europa está presionando, sin ofrecer ningún tipo de apoyo financiero, para que ese flujo de inmigrantes irregulares no llegue a las costas del continente europeo, propiciando así que Túnez sea un cuello de botella donde cada vez más inmigrantes se instalan. 

No obstante, el problema migratorio no es una coyuntura actual. En mayo de 2024, el portavoz de la Guardia Nacional tunecina, Hossam Eddine Jebabli, reveló que en los primeros cuatro meses Túnez registró más de 19.000 inmigrantes ilegales cruzando sus fronteras terrestres, de los cuales más del 70 % de ellos ingresaron por la frontera que colinda con Argelia.