El país norteafricano, miembro no permanente del Consejo de Seguridad durante el mandato 2024-2025, se ha abstenido de votar una resolución que pedía el fin “inmediato” de los ataques hutíes a los buques en el mar Rojo

Argelia trata de desafiar a Occidente en Naciones Unidas

El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune se dirige a la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas - AFP/ANGELA WEISS

Argelia comienza el año manteniendo y reafirmando su política exterior cuyo objetivo parece que es el distanciamiento con Occidente y la alineación con países como Rusia, China o Irán.

En este sentido, Argel ha condenado los recientes bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de los hutíes en Yemen después de numerosas amenazas y ataques de esta milicia rebelde respaldada por Irán a barcos comerciales desde el pasado noviembre. 

  1. ¿Hasta que punto podrá Argelia resistir las presiones occidentales?
  2. Argelia se aleja de los intereses de Occidente y de las potencias árabes

De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, “esta peligrosa escalada socavará los esfuerzos realizados por Naciones Unidas y los países de la región para encontrar una solución al conflicto en Yemen”. Cabe señalar que las acciones militares estadounidenses y británicas se llevaron a cabo después de varias advertencias contra los hutíes, a los que se les exigía poner fin a las hostilidades en el mar Rojo por el bien del comercio internacional. 

Aún así, Argel ha expresado su “profunda preocupación” por los bombardeos que impactaron en “varias ciudades de la hermana República de Yemen”. Los ataques estadounidenses y británicos tuvieron como objetivo una base aérea, aeropuertos y un campamento militar y dejaron varios combatientes muertos.

Asimismo, estos ataques se produjeron en zonas controladas por los hutíes, quienes desde hace años mantienen una ofensiva contra el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen. También, durante los años de guerra civil, los hutíes han sido acusados de violar los derechos humanos de los civiles yemeníes, así como de saquear la ayuda humanitaria internacional. 

No obstante, Argelia no solo ha expresado su rechazo a los ataques de represalia de Estados Unidos y Reino Unidos, sino que también se ha abstenido de votar una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde se pedía el fin “inmediato” de los ataques hutíes a los buques en el mar Rojo ya que “obstaculizan el comercio internacional y socavan los derechos y libertades de navegación, así como la paz y la seguridad de la región”. 

Además de Argelia -miembro no permanente del organismo durante el mandato 2024-2025- Rusia, China y Mozambique también se abstuvieron de votar la resolución, elaborada por Estados Unidos y Japón. 

La resolución "condena en los términos más enérgicos los ataques -al menos dos docenas- contra buques mercantes y comerciales desde el 19 de noviembre de 2023", fecha en la que los hutíes se apoderaron del barco Galaxy Leader y tomaron como rehenes a sus 25 tripulantes.

El embajador de Argelia ante las Naciones Unidas, Ammar Benjameh, argumentó que su país se había abstenido ya que “cree que cualquier intervención militar en la región, especialmente en Yemen, debe abordarse con la máxima cautela, y tal intervención puede conllevar el riesgo de socavar los esfuerzos realizados anteriormente por las Naciones Unidas”.

“Las recientes negociaciones entre Arabia Saudí y los hutíes generaron una gran esperanza en la región respecto a la posibilidad de resolver el conflicto en Yemen”, añadió. 

Benjameh también declaró que la delegación argelina trabajó “para que no se pudiera ignorar el vínculo claro entre los ataques hutíes a barcos comerciales y lo que viene sucediendo desde hace tres meses en Gaza”. El 7 de octubre, tras un brutal ataque sin precedentes de Hamás contra Israel que dejó 1.200 asesinados y más de 200 secuestrados, el Ejército israelí comenzó una ofensiva aérea y posteriormente terrestre contra el grupo terrorista, que se esconde en la Franja de Gaza, con el fin de eliminar su infraestructura y rescatar a los rehenes. 

El diplomático argelino subrayó la necesidad de que el Consejo de Seguridad no ignore los bombardeos contra Gaza que han provocado una grave crisis humanitaria. “Preferimos abstenernos de votar porque no podemos asociarnos con un texto que ignora a las 23.000 personas que fueron asesinadas durante los últimos tres meses en Gaza”, concluyó Benjameh.

Según el Ministerio de Salud del territorio, dirigido por Hamás, 23.000 personas han muerto a consecuencia de los ataques israelíes. Israel, por su parte, responsabiliza a Hamás por el alto número de civiles muertos en Gaza, acusando al grupo terrorista de utilizar a los gazatíes como “escudos humanos”.

¿Hasta que punto podrá Argelia resistir las presiones occidentales?

La posición adoptada por Argel refleja un aparente desafío a Occidente, aunque varios analistas -citados por Al-Arab- examinan hasta qué punto el país norteafricano es capaz de resistir a la influencia y las presiones de las potencias occidentales. 

El think tank estadounidense Washington Institute for Near East Policy, destacó que el mandato de Argelia en el Consejo de Seguridad de la ONU podría ser una oportunidad para que la nación árabe se consolide como “un actor global y regional más importante”. En palabras del propio ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, su país impulsará "la voz africana" en su próximo mandato. 

La analista del centro, Sabina Henneberg, destaca en concreto el papel que podría desempeñar Argel en cuestiones como el conflicto palestino-israelí, la guerra en Ucrania o la disputa del Sáhara Occidental.

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune - PHOTO/FILE

“La adhesión de Argelia al consejo probablemente traerá oportunidades para mejorar su estatura diplomática y reforzar los mensajes sobre cuestiones de importancia interna”, escribe Hennberg, quien también subraya que Argel enfrentará desafíos.

En este sentido, la analista menciona la necesidad de que Argelia equilibre sus intereses nacionales -incluida la búsqueda de relaciones más sólidas con Estados Unidos- con su papel de representación de las regiones árabes y africanas, así como su relación de larga data con Rusia.

Argel ha tratado de posicionarse como un actor relevante a nivel regional y global ofreciéndose como mediador en varios conflictos y solicitando la entrada en los BRICS, aunque finalmente fue rechazado. “Estos intentos de mejorar la visibilidad diplomática se hacen eco de esfuerzos similares durante el último mandato de Argelia en el consejo, en 2004-2005”, afirma Henneberg.

No obstante, hay quien opina los esfuerzos de Argelia por desempeñar un papel nacional prominente dentro del Consejo de Seguridad no resistirán por mucho tiempo las presiones de las potencias occidentales que tienen cierta influencia en el país árabe, como es el caso de Francia o Estados Unidos. Al-Arab recalca además “el fracaso” de unirse al grupo BRICS, algo que lo obligará a no distanciarse demasiado de las potencias occidentales, incluso si eso requiere hacer algunas concesiones.

Argelia se aleja de los intereses de Occidente y de las potencias árabes

Desde hace años Argelia se ha posicionado contra los intereses occidentales y de algunos países árabes. Por ejemplo, se negó a participar en la alianza árabe -liderada por Arabia Saudí- para restaurar la legitimidad en Yemen y tampoco llegó a clasificar Hezbolá, milicia chií libanesa respaldada por Irán, como organización terrorista.

Respecto a la cuestión actual, las amenazas en el mar Rojo por parte de los hutíes, Argelia ha adoptado un discurso similar al utilizado por aquellos que no condenan, o en el peor de los casos defienden, las acciones desestabilizadoras de los hutíes. 

Hutíes cerca de la ciudad de Hodeidah, Yemen - PHOTO / REUTERS 

Argel ha enfatizado que “la cuestión de la seguridad marítima en el Mar Rojo no puede abordarse ignorando el vínculo claro que todo el mundo ve entre los ataques hutíes a barcos comerciales y las masacres cometidas por la ocupación sionista en la Franja de Gaza”. Los rebeldes yemeníes aseguran atacar solo buques vinculados a Israel o que viajan a puertos israelíes, aunque la gran mayoría de barcos que han sufrido agresiones no cumplían ninguno de estos requisitos. 

“A medida que Argelia pide el fin de las intervenciones militares debido a sus consecuencias catastróficas para la paz en el mundo -cuyo precio lo pagan civiles indefensos-, insta a todas las partes a poner fin a esta peligrosa y desproporcionada escalada militar y centrarse en abordar las causas profundas y reales de la crisis”, indica un comunicado oficial argelino.