Ante la tensión con Irán y la posible salida de Irak, es importante recalcar cuál es la presencia estadounidense en la región

Oriente Medio, una posición avanzada de Estados Unidos

AFP/MINISTERIO DE DEFENSA SAUDÍ/HO - F-15 Eagles saudíes volando en formación con sus homólogos de la Fuerza Aérea de EE.UU. y un jet KC-135E Stratotanker de la USAF (L, arriba) en el área de responsabilidad de US CENTCOM

Estados Unidos se enfrenta a una más que posible reorganización de sus tropas en la región de Oriente Medio. La escalada de tensión de los últimos días entre el país norteamericano e Irán, aunque algo enfriada en los últimos días, ha obligado a Washington a tomar medidas sobre el número de tropas desplegadas y su localización. Y no toda esta reorganización ha sido decisión motu proprio.

El primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi, a instancias de la votación en el parlamento del 5 de enero, ha vuelto a solicitar a EE.UU la retirada de sus tropas en Irak. Lo hizo a través de un comunicado el pasado viernes, junto con una llamada telefónica con el propio Mike Pompeo, instando a Washington al envío de una delegación con la tarea de establecer el marco de la retirada de las tropas estadounidenses. Este formato parece indicar que Bagdad pretende cierta progresividad en la retirada, pues una salida completa e inmediata sería nefasta para la situación securitaria en Irak. Sin embargo, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, volvió a ratificar ese mismo día que EE.UU no abandonará el país sino que se reorganizará de forma que potencie la alianza estratégica mantenida.

Es importante destacar que las tropas desplegadas en Irak son solo una pequeña porción de un enorme despliegue militar en la región, que además no sólo se ha reforzado recientemente, sino durante todo el pasado año. De acuerdo al Departamento de Defensa estadounidense (DOD), a mediados de 2019, el U.S Central Command (CENTCOM), bajo el que se encuentran todos los despliegues en el teatro de operaciones de Oriente Medio – la denominada Área de Respondabilidad (AOR) –, contaba con una horquilla entre los 60.000 y 80.000 militares estadounidenses desplegados en la región. Como decía, esta cifra podría haberse visto aumentada hasta en 10.000 efectivos más durante las decisiones tomadas en los últimos meses. Las más recientes, fueron tomadas a raíz del ataque a la embajada en Bagdad a finales de diciembre y la posterior muerte de Soleimani a principios de este mes.

EEUU en Oriente Medio

De estas últimas decisiones que afectan al despliegue de tropas, destacan varias. Por un lado, y aunque se llevó a cabo en dos fases, el envío completo a Kuwait de la Fuerza de Respuesta Inmediata de la 82º División Aerotransportada, que constaría de en torno a 4.000 efectivos. De forma ya posterior al asesinato del general iraní, entre el 5 y el 6 de enero, EE.UU anunciaba el envío de un equipo de fuerzas especiales que incluiría Rangers a Oriente Medio y la 26ª Fuerza Expedicionaria de los Marines que se dirigiría al Mediterráneo. Más allá del despliegue de tropas, Washington ha fortalecido su presencia en el aeródromo del atolón británico Diego García, en el Índico, con el envío de 6 bombarderos 5-52 Stratofortress. Este refuerzo militar que está viviendo el CENTCOM y su AOR empieza a ser una preocupación para el Congreso estadounidense.

En uno de sus últimos reportes, avisa de que aunque el aumento de tropas en esta región es modesto, las capacidades de despliegue rápido en otras áreas como el centro y este de Europa ante una posible amenaza rusa o una eventual escalada con Corea del Norte, podrían verse seriamente perjudicadas pues, en opinión del Servicio de Investigación del Congreso, estas posibles necesidades en otros teatros de operaciones no están lo suficientemente previstas. Más aún si el refuerzo de la presencia en el Mediterráneo con la 26ª Unidad Expedicionaria de los Marines, está hecha con la previsión de que puedan apoyar también al CENTCOM en caso de necesidad.

Oriente Medio

Actualmente, tal y como se refleja en el mapa del CRS, el grueso del CENTCOM se concentra entre Kuwait, Qatar y Bahréin, además de presencia en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Omán. En Bahréin se encuentra también el mando de la Quinta Flota estadounidense, la que se encarga de dar el soporte naval como NAVCENT al CENTCOM en el Golfo Pérsico. Dentro de esta Quinta Flota está desplegado ahora mismo el grupo aeronaval CSG-8 (Carrier Strike Group 8 por sus siglas en ingles) que lidera el portaaviones USS Harry S. Truman y que relevaba al CSG-12 del USS Abraham Lincoln, que daba soporte en el Golfo desde mediados del pasado año. El CSG-8, además del portaaviones Harry S. Truman, es acompañado por el crucero USS Hué City y el Escuadrón de Destructores 28, que forman cinco destructores. Este grupo aeronaval será relevado a su vez entre febrero y marzo por el CSG- 10 del USS Eisenhower tras su llegada desde el Mediterráneo.

El Cuartel General Avanzado del CENTCOM se ubica sin embargo en Qatar – el CG está en Tampa, Florida –, dentro de la base aérea de Al Udeid, donde también hay una importante presencia de medios aéreos, no solo estadounidenses, sino también británicos y de los propios qataríes. Estados Unidos mantiene desplegadas en la región 6 Alas Expedicionarias, entre otros elementos aéreos, aunque varias se encuentran ubicadas en Afganistán. De esta forma las Fuerzas Armadas estadounidenses mantienen una presencia muy destacable no solo en medios humanos, sino también en medios materiales que los apoyan de forma aérea y naval.

EEUU en Oriente Medio

La acumulación de esfuerzos en esta región, coincide con la reorganización de tropas que Estados Unidos ha anunciado para el AFRICOM, el mando que gestiona la presencia militar en el continente africano. Washington ya indicó hace varias semanas que se planteaba la retirada de la zona de África Occidental, a pesar del empeoramiento que vive la zona del Sahel. Este martes, el Jefe de Estado Mayor estadounidense confirmaba en una reunión de la OTAN, la reducción de la presencia del país norteamericano no únicamente de la región del Sahel sino del conjunto del despliegue en el continente. Esto es destacable, puesto que el AFRICOM tiene una importante presencia en Djibuti, desde donde podría apoyar al CENTCOM de ser necesario ante un incremento de la hostilidad en la región. Sin embargo, la política militar de Trump no ha carecido de momentos erráticos que han confundido a sus propios aliados sobre el terreno y en la esfera internacional.

En ese sentido debemos recordar la salida estadounidense de Siria, reduciendo a mínimos el apoyo a las milicias kurdas del norte del país que durante los últimos años han sido el instrumento de Washington para reducir su exposición en un conflicto abierto, en este caso en la lucha contra el Daesh en Siria e Irak. Teniendo en cuenta ese sorprendente repliegue del pasado otoño, la advertencia del CRS sobre la desatención de otros puntos calientes y la movilización de tropas con una alta disponibilidad gana consistencia. Aunque las capacidades de proyección de las Fuerzas Armadas estadounidenses son muy superiores a las de cualquier otro país, sus recursos, sobre todo humanos, son obviamente limitados. 

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