Como fruto de los esfuerzos iniciados en 2022 por el Reino de Marruecos, el monarca Mohamed VI ha lanzado en su discurso con ocasión del 48º aniversario de la Marcha Verde la iniciativa marroquí de invertir la fachada atlántica del país partiendo del Sáhara y hacer de la África atlántica un nuevo espacio de gran influencia en la política internacional.
El camino hacia la toma de esta decisión real pertinente, que tiene una visión focalizada en el Sáhara como punto de partida hacia grandes horizontes abiertos tanto al sur como al noreste y noroeste del Atlántico, había empezado por la organización de tres reuniones ministeriales en el marco del Proceso de Estados Africanos Atlánticos (PEAA). La primera tuvo lugar en Rabat en junio 2022, la segunda en Nueva York en septiembre del mismo año y la última en Julio de 2023, de nuevo en Rabat. Son reuniones a las que han participado 20 Estados africanos subrayando su compromiso político para implementar una asociación política comercial y económica centrada en la fachada marítima atlántica.
El 6 de noviembre ha sido una fecha clave en la que el rey de Marruecos anunció centrar la estrategia del país en la rehabilitación de la fachada atlántica de Marruecos desde el Sáhara; poniendo de relieve su valor geopolítico como respuesta a lo que calificó de “maniobras de los adversarios desenmascarados, escondidos y desaparecidos de la cuestión del Sáhara”, convirtiéndola en una región y un espacio para el desarrollo, la seguridad y la estabilidad.

El rey Mohammed VI afirmó en su discurso que “si la fachada mediterránea es un vínculo entre Marruecos y Europa, la fachada atlántica es la puerta de entrada de Marruecos a África y su ventana de apertura al espacio americano”, agregando que “desde aquí surge nuestro empeño en rehabilitar la zona costera a nivel nacional, incluyendo la fachada atlántica del Sahara marroquí, así como estructurar este espacio geopolítico a nivel africano”.
“Nuestro objetivo es transformar la fachada atlántica en un espacio de comunicación humana, integración económica y visibilidad continental e internacional. En este sentido, estamos dispuestos a complementar los grandes proyectos en las regiones del sur y a proporcionar servicios e infraestructura relativos al desarrollo humano y económico”, destacó el Rey.
Según los expertos observadores, el rey Mohamed VI quiere cambiar la realidad del Sáhara marroquí desde una dimensión económica local basada en la interrelación entre los territorios del sur hacia una nueva situación en la que el Sáhara marroquí desempeña el rol de locomotora que dirige las economías sahelo-sahariana abriéndose al Atlántico.
En este sentido, Mohamed VI sostuvo que “la recuperación de los territorios del sur permitió fortalecer la dimensión atlántica del Reino”; explicando que “la movilización de la diplomacia nacional ha hecho posible consolidar la posición de Marruecos, aumentar el apoyo internacional a su Unidad Territorial y contrarrestar las maniobras de adversarios desvelados y ocultos”.

El discurso real hizo un especial hincapié en el cambio cualitativo que experimentan los territorios del sur y los grandes proyectos lanzados por el monarca marroquí para promover el desarrollo en el Sáhara, a fin de convertir la zona en un atractivo centro de inversión internacional.
El monarca subrayó también la importancia de “sostener el progreso económico y la urbanización de las ciudades del Sáhara marroquí”, aclarando que “se debe seguir trabajando para establecer una economía marítima que contribuya al desarrollo de la región y sirva a su población”.
El rey alauí puntualizó la relevancia de “una economía integrada basada en el desarrollo de la exploración de recursos naturales en alta mar y la inversión continua en la pesca y la desalinización del agua de mar para alentar las actividades campesinas, promover la economía azul y apoyar las energías renovables”.
En esta misma línea, instó a adoptar una estrategia turística atlántica, basada en la inversión en la región, para transformarla en un verdadero destino de elección para el turismo de playa y desierto.
Hisham Moutadid, experto marroquí en asuntos estratégicos e internacionales, resaltó, en su declaración al periódico Al Arab, que la opción del rey Mohamed VI por el espacio atlántico como plataforma estratégica refleja la ambición de los líderes marroquíes de hacer de esta elección una referencia geopolítica, para apoyar y consolidar el desarrollo marroquí desde sus territorios del sur hasta la profundidad de África, incluidos los países sahelo-saharianos a través del acceso directo al océano Atlántico partiendo del Sáhara.
Moutadid explicó que la rápida transformación del mundo, especialmente los desafíos estratégicos del espacio atlántico, empujó a Rabat a elegir la carta atlántica como plataforma para la construcción conjunta con el espacio americano gracias al fortalecimiento de la fachada atlántico de África, abriendo sus puertas y preparándolo para jugar un papel más avanzado y firme en la defensa de sus adquisiciones.

“Proponemos lanzar una iniciativa a nivel internacional destinada a permitir a los Estados del Sahel acceder al océano Atlántico”, recalcó el monarca en el discurso de la Marcha Verde del 6 de noviembre, instando a la necesidad de tener una flota marítima mercante nacional fuerte y competitiva.
Por su parte, el presidente del Centro Atlas de Análisis de Indicadores Políticos e Institucionales, Mohamed Boden, en una declaración al Al Arab, considera que la orientación atlántica del Reino de Marruecos está en consonancia con las convicciones fundamentales de la cooperación Sur-Sur, siendo un enfoque coherente de la visión de compromiso y solidaridad de Marruecos hacia la profundidad africana reflejada en la importancia que da a la capacitación de los países del Sahel para acceder al Atlántico.
El monarca marroquí advirtió que la fachada atlántica africana sufre una escasez significativa de infraestructuras e inversiones, a pesar del nivel de las competencias humanas y la abundancia de recursos naturales. “Con este espíritu, estamos trabajando con nuestros hermanos de África y con todos nuestros asociados para encontrar respuestas prácticas y eficaces, en el marco de la cooperación internacional”, concluyó el rey Mohamed VI.
El discurso real enfatizó que, apostando por las regiones del sur como motor de la nueva dinámica de desarrollo nacional, el Sahara marroquí gozará de más privilegios políticos y económicos; así como será un punto de encuentro estratégico para los países con fachada atlántica o sea en Europa, África o América.
Cabe recordar que la iniciativa real marroquí, fundamentada en África atlántica, agrupará los 23 países que representan el 46% de la población del continente y el 55% del PIB africano, haciendo que la fachada atlántica africana se ubicará en el corazón de las futuras rivalidades Este-Oeste.