La Unión Europea aprueba el acercamiento a Turquía

Las relaciones entre la Unión Europea y Turquía no han pasado por su mejor momento durante el último año. La tensión entre Bruselas y Ankara ha sido manifestada a través de críticas, sanciones y amenazas. No obstante, los líderes europeos han acordado este jueves un acercamiento con Erdogan para poder mejorar estas relaciones y renovar el acuerdo migratorio que data de 2016.
Turquía es clave en la crisis de refugiados y Europa debe cooperar con Ankara a la hora de buscar soluciones a esta tragedia humanitaria. “Ha habido una evolución buena y positiva en algunas cuestiones. En otras no. Tenemos que seguir de cerca la situación para asegurarlos de que Turquía quiere comprometerse seriamente”, declaró Josep Borrell, alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea. Borrell ha preparado el análisis en el que se basa el texto sobre el acercamiento entre Bruselas y Ankara. “Siempre que se mantenga la desescalada actual y Turquía se comprometa la Unión Europea está dispuesta a comprometerse con Turquía de una forma proporcionada, escalonada y reversible en una cooperación reforzada en áreas de interés mutuo y a tomar más decisiones en el Consejo Europeo de junio”, declaran los Veintisiete a través del documento.

Asimismo, se busca “fortalecer” la cooperación con Turquía para combatir la migración irregular y facilitar el retorno de migrantes que se encuentren de manera ilegal en Europa. El plan sobre el acuerdo migratorio incluye el aumento en la financiación a Ankara. “La Comisión preparará rápidamente las opciones para continuar la financiación para los refugiados y para las comunidades de acogida”, indica Josep Borrell. La mayoría de estos fondos europeos están destinados a proyectos para la integración de los niños turcos, formación o infraestructura.
En el plano económico los Veintisiete han pedido a la Comisión Europea modernizar la unión aduanera con Turquía. Los líderes europeos también están dispuestos a negociar sobre sanidad, cambio climático y terrorismo.

Los países más enfrentados con Erdogan, como Chipre, Grecia o Francia, apoyan este acercamiento que modificaría el pacto migratorio, pero con condiciones. “El acuerdo migratorio debe mantenerse al margen de las relaciones diarias con Turquía y el fondo no puede ser un instrumento para premiar o castigar al Ejecutivo de Erdogan”, declaró una fuente diplomática. También Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha subrayado que “si Turquía no avanza de forma constructiva, si vuelve a provocaciones y medidas unilaterales en el Mediterráneo oriental, se suspenderían estas medidas de cooperación”. “Este proceso de desescalada sigue siendo frágil”, declaró von der Leyen.
Erdogan no ha tardado en responder a este acercamiento. Desde Ankara se ha criticado las condiciones, pero se compromete a cooperar y promete responder con “pasos positivos” a las medidas de los líderes europeos.

La Unión Europea trata así de reconciliarse con el régimen de Erdogan después de la crisis por el gas en el Mediterráneo que ha afectado a Grecia. Debido a esta confrontación, Bruselas aplicó sanciones a la petrolera estatal que estaba involucrada. No obstante, Erdogan aseguró que “cualquier decisión sobre sanciones contra Turquía no le preocupa”. La crisis en el Mediterráneo no es la única que ha sufrido las relaciones entre Turquía y la Unión Europea. Con este acercamiento se intentará también dejar a un lado las críticas y amenazas que se vivieron durante la etapa más grave de la crisis de refugiados y que se han acentuado con la deriva ultraderechista de Erdogan. El despido de Naci Abgal, exdirector del Banco Central turco, demuestra la poca independencia de las instituciones turcas y la influencia del presidente. En política continúa su cruzada contra los kurdos. El pasado domingo el partido HDP anunciaba que su diputado Omer Faruk Gergerlioglu, pro-kurdo, fue arrestado. Gergelioglu se ha dedicado a denunciar las violaciones a los derechos humanos en Turquía. En el plano social Erdogan ha abandonado el Convenio de Estambul contra la violencia machista, decisión que se recibió con decepción en Bruselas. “Lamentamos profundamente y expresamos nuestra incomprensión sobre esta decisión del Gobierno turco”, señaló Borrell.