África del Norte lucha con eficacia para garantizar la seguridad alimentaria de la población

Por Lorenzo Medina
Foto: Un grupo de pequeños agricultores trabajando la tierra en el norte de Marruecos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indica en su último informe sobre seguridad alimentaria en el mundo -‘The State of Food Insecurity in the World 2014’- que desde 1990 el hambre ha retrocedido en el planeta. 100 millones de seres humanos han dejado de pasar hambre. Desgraciadamente, algunas regiones, como África Subsahariana, siguen sufriendo esta plaga que todavía golpea a 805 millones de seres humanos. Pero otras zonas han experimentado un progreso notable en los últimos 24 años. Es el caso de África del Norte. Actualmente, 20,5% de la población africana (226.7 millones de personas) sigue sufriendo hambre; y en Asia, son 526,6 millones de seres humanos, el 12,7% de la población. En África del Norte, la inseguridad alimentaria afecta al 6% de la población, es decir a 12,6 millones de personas. Ha aumentado de un punto en 2013-2014. Las zonas del plantea con menor nivel de subalimentación son los países desarrollados de Europa y América del Norte. Pero incluso en el mundo avanzado el 5% de la población pasa hambre o sufre serias carencias alimenticias. La crisis en Europa ha agravado este problema, que aunque es muy minoritario no deja de ser sorprendente que ocurra en una zona rica del mundo. En Marruecos, un poco más del 5% de la población sufre problemas de desnutrición. Argelia, Túnez y Egipto tiene un nivel de desnutrición parecido al de Marruecos. Según la FAO, los países de África del Norte están haciendo sus deberes en la lucha contra el hambre y la subalimentación.
Objetivos del Milenio
Según la FAO, Marruecos podría alcanzar el año que viene los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD1) de la ONU en materia de lucha contra el hambre y la mortalidad infantil. En este sentido, Marruecos fue felicitado por la FAO por los resultados obtenidos en la estrategia contra la desnutrición. En su informe, la FAO señala que “la reducción del hambre exige una estrategia integrada que se traduzca en inversiones públicas y privadas que permitan incrementar la productividad agrícola”. La organización de la ONU pide también un reparto de la tierra más justo y una mejora sustancial de los servicios, las tecnologías y los mercados para las poblaciones que lo necesiten. Estas medidas, para la FAO, promocionarían el desarrollo rural y la protección social de los sectores más vulnerables de la población. También plantea la necesidad de poner en marcha programas de nutrición para madres y niños pobres menores de cinco años.