Miles de personas exigen la liberación de una británica detenida en Irán por asistir a un partido de voleibol

Por Luz García Pueyo
Foto: Una mujer de origen iraní reclama la liberación de Ghoncheh Ghavami en la ciudad polaca de  Lodz.
 
Una campaña internacional se puso en marcha recientemente para conseguir la libertad de Ghoncheh Ghavami, una joven británica de 25 años y de origen iraní que fue detenida este verano cuanto intentaba asistir a un partido de voleibol masculino en el  estadio Azadi de Teherán, la capital política de Irán. Parece una broma de mal gusto, pero desgraciadamente no lo es. En Irán, los guardianes de las esencias integristas no toleran ningún desliz, pero cada vez les cuesta más contener las ansias de libertad de millones de iraníes que quieren vivir en un país normal, es decir democrático y civilizado. El hermano de la joven, Iman, de 28 años,  inició una campaña en Change.org e intentó hablar del caso con el presidente iraní, el moderado Hasan Rohaní, durante la Asamblea General de la ONU que se celebró en Nueva York la semana pasada. La campaña está siendo un éxito: 400.000 personas han firmado una petición a favor de la libertad de Ghoncheh Ghavami. “Mis padres están devastados: nos han negado la posibilidad de visitarla en la prisión”, declaró  Iman al diario británico ‘The Guardia’ antes de viajar a Nueva York. “Lo único que sabemos es que su caso va a acabar en manos de un tribunal revolucionario”. Es para ponerse a temblar. 
 
“Propaganda contra el Gobierno”
Un portavoz de la Justicia iraní confirmó que  Ghoncheh Ghavani ha sido formalmente acusada de “propaganda contra el Gobierno”, un cargo en el Irán de los ayatollahs barbudos y medievales  podría suponer varios años de prisión. El portavoz judicial Gholan-Hossein Mohseni-Ejei explicó  que “su caso no tiene nada que ver con el deporte, aunque fue efectivamente detenida a la entrada de un recinto deportivo. La investigación sigue su curso, y entre tanto seguirá detenida”. Ghoncheh se licenció en Derecho por la Universidad de Londres, donde vivió con sus padres iraníes antes de regresar a Teherán. Fue detenida el pasado 20 de junio. Según el régimen, se manifestó públicamente en contra de la ley que prohíbe a las mujeres acudir a los estadios deportivos. La joven permanece desde el día de su detención prácticamente aislada y con un contacto mínimo con su familia. “La incertidumbre es total y mi padre, que es médico, ha sido incapaz de trabajar durante tres meses”, contó  Iman a ‘The Guardian’. “Mi hermana tiene la sensación de que va para largo. Es una chica dura y está bastante entera, pero está angustiada por lo que pueda pasar”, recalcó Iman.