Por Mohamed Sahli
Foto: Un misterioso lago aparece en el desierto tunecino a los habitantes de la localidad de Gafsa.
Los habitantes de Gafsa, localidad cercana a los turísticos oasis del sur de Túnez, descubrieron con sorpresa un misterioso lago en medio del desierto. El descubrimiento es para muchos tunecinos casi milagroso, y por eso le han denominado rápidamente ‘el Lago de Gafsa’ o ‘Gafsa Beach’ (Playa Gafsa). Los habitantes de un zona donde las temperaturas sobrepasan los 40 grados en verano, han sucumbido a la tentación de refrescarse en sus aguas dejando a un lado posibles temores de contaminación con elementos radiactivos que podrían afectar seriamente a la salud de los bañistas. De momento, eso no importa, lo que quieren los habitantes de la zona, sobre todo los más jóvenes, es disfrutar del lago. Es comprensible, porque sus aguas cristalinas turquesas invitan al baño. Pero incluso cuando las aguas del lago se vuelven de un verde turbio, los habitantes de la zona siguen disfrutando de su recién estrenado parque acuático particular, y algunos piensan que este lugar podría convertirse en el futuro en un centro turístico importante. Quién sabe. Casi nadie quiere tener en cuenta la posible existencia de residuos químicos cancerígenos y radiactivos en esta ‘playa’ improvisada. Las autoridades han advertido a la población de que no se bañe en el lago. “El cambio de color es signo de que el agua está estancada, lo que significa que es un perfecto caldo de cultivo para parásitos y enfermedades”, explicó un miembro de la Oficina de Seguridad Pública de Gafsa. Sin embargo, estas advertencias no han detenido a la gente, que continua bañándose en el lago para aliviarse de las altas temperaturas de la región, y algunos ciudadanos han creado un sitio en Facebook para documentar sus actividades.
Industria minera
Resulta que la localidad de Gafsa se convirtió en el centro de la industria minera del país tras la aparición de fosfato en 1886, lo que hizo de Túnez el quinto mayor exportador de esta sustancia del mundo. El hallazgo fue realizado por unos pastores hace tres semanas. “Después de varias horas en el camino sin detenerme, honestamente creí que estaba alucinando. No sé mucho de ciencia y creí que era magia, algo sobrenatural”, declaró Mehdi Bilel, uno de los descubridores.