El país galo seguirá aplicando la tasa GAFA a nivel nacional, que aprobó este año, pese a las amenazas de Donald Trump y anuncia un principio acuerdo para la reforma del sistema fiscal a nivel mundial

Francia busca imponer a Estados Unidos nuevas reglas de fiscalidad internacional

AP/CHRISTIAN HARTMANN - El presidente de EEUU, Donald Trump, y el francés, Emmanuel Macron, durante la cumbre del G7, en Biarritz, 25 de agosto de 2019.

Que las empresas multinacionales paguen impuestos sobre beneficios donde realizan sus actividades y generan esos mismos beneficios es, quizás, la más prioritaria de las tareas pendientes en lo que respecta a la fiscalidad internacional. "Algunas empresas digitales pagan muy pocos impuestos. Esta es una injusticia que destruye empleos. Donald Trump y yo acabamos de acordar trabajar juntos en un acuerdo en el marco de la OCDE para modernizar las normas fiscales internacionales"

Así de claro se mostró Emmanuel Macron, el presidente de Francia, en un tuit publicado en los en las últimas horas de la reunión del G7, respecto a uno de los principales desafíos de la economía digital: la fiscalidad internacional en general y, en específico, el de las multinacionales tecnológicas conocidas como GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon)

Macron anunció haber logrado "un muy buen acuerdo" en el G7 para lograr una reforma a nivel internacional en el marco de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El compromiso logrado en este G7, una reforma a nivel global, supone que se va a "trabajar para modernizar las reglas de la fiscalidad internacional", para lo cual se ha dado un mandato a la OCDE, que se espera que presente una propuesta de cara a la cumbre del G20 en octubre, informa Efe. Otros dicen que es posible que la OCDE proponga un nuevo marco fiscal para el próximo enero de forma que se pueda tomar una decisión definitiva antes de finales de 2020. 

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En mayo, la OCDE anunció que la comunidad internacional acordaba una hoja de ruta para resolver los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía. Según parece, la OCDE no planteará un mecanismo específico para los grupos del sector digital, sino para todas las empresas, por lo que esta iniciativa es parte del deseo, más bien necesidad imperante, de modernizar el sistema fiscal internacional en general.  

El presidente francés cree que las grandes compañías tecnológicas no pagan los impuestos que les corresponde "y eso genera competencia desleal" en relación a otras empresas que sí los pagan. En julio Francia aprobó un impuesto nacional, llamada tasa GAFA, que grava un 3% las ganancias de las empresas digitales que ingresen al menos 750 millones de euros al año. A dicha decisión, Trump respondió lanzando una investigación sobre los efectos de la decisión y para determinar si la ley era discriminatoria o irrazonable y si restringía el comercio de EEUU. 

La Unión Europea fracasó el año pasado en su intento de imponer un impuesto, a nivel comunitario, sobre las compañías digitales pero el asunto sigue siendo una prioridad en Europa. La tasa digital es uno de los principales puntos de tensión entre Estados Unidos y Europa, más en concreto con Francia, y muchos analistas apuntaban que la decisión de París de gravar más a las empresas tecnológicas estadounidenses podría ser motivo de una disputa entre ambos países. Por ese motivo, el anuncio de ayer de un principio de acuerdo sobre una reforma de la fiscalidad internacional calma, hasta cierto punto, la amenaza de que Washington impusiera aranceles sobre productos franceses por la tasa GAFA.

Macron sabe que Trump está jugando sus cartas estratégicamente al no admitir con rotundidad que no cumplirá con su amenaza previa de gravar fuertemente el vino francés ya que las diferencias entre ambos sobre el impuesto digital francés son notorias. En declaraciones a la televisión francesa, Macron sugirió que Trump simplemente estaba siendo un negociador cauteloso, esperando el resultado de las conversaciones prometidas sobre un impuesto internacional sobre los gigantes de internet, según recoge la agencia AP. 

El impuesto francés obliga desde principios de este año y con carácter retroactivo a los servicios estadounidenses que operan en Francia a remitir un porcentaje de sus ingresos a las autoridades fiscales francesas. El impuesto permitirá recaudar unos 500 millones de euros, este mismo año, para ascender a 650 millones de euros el 2020, según las estimaciones del gobierno francés. París alega que en cuanto se logre esa reforma de la fiscalidad a nivel internacional, Francia suprimirá su tasa digital y devolverá a aquellas empresas a las que ya se aplica ese impuesto la diferencia entre lo cobrado y lo que fije el nuevo sistema fiscal internacional en el que trabaja la OCDE.

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AFP/DAMIEN MEYER Smartphone operado frente a los logotipos de GAFA. 

"Las empresas estadounidenses registraron ganancias de 83 mil millones de dólares en Irlanda en 2017, más que en Alemania, Francia, Italia, China, México e India juntas", según Gabriel Zucman, de la Universidad de California. "Irlanda sigue siendo el paraíso fiscal número 1", escribió el profesor Zucman en su cuenta de Twitter. De hecho, Irlanda, país con poca presión fiscal, se opuso a introducir la tasa GAFA en toda la Unión uno de los motivos por lo que no prosperó y por lo que Francia decidió avanzar con uno propio.

"Solo podremos mantener los estados del bienestar en la era de la globalización y la digitalización, si adaptamos la fiscalidad a un mundo global y digital. Y eso no se puede hacer, nos guste o no, de forma local y unilateral", escribe el economista Francisco de la Torre en El Confidencial. 

Urge el nuevo sistema fiscal internacional en el que trabaja la OCDE. Uno que incluya un tipo mínimo para el impuesto de sociedades que ponga ciertos límites a la competencia fiscal sin cuartel entre países, que hace cuestionar la igualdad de condiciones de competencia de las empresas, amenaza la recaudación pública y acaba beneficiando a los paraísos fiscales. Por ello la OCDE debe en 2020 cerrar un acuerdo sobre las nuevas reglas de la fiscalidad internacional para todas las compañías, no sólo las del sector digital, para su aplicación en 2021.