Solicitan que la UE sea investigada en la CPI por la crisis migratoria

Eva Cifuentes
Pie de foto: Solicitan que la Unión Europea sea investigada en la CPI por la crisis migratoria. AP PHOTO/PETER DEJONG
Los conflictos bélicos en países como Siria, Afganistán o Somalia, entre otros muchos, hacen que la única forma de supervivencia para millones de personas sea abandonar sus hogares en busca de un futuro. En esa huida, forzada, una de las rutas que más ha crecido en los últimos años es la del Mediterráneo, que se ha convertido en un verdadero cementerio, pues muchos de los que se embarcan a la desesperada en esa dura y compleja travesía, acaban pereciendo en el mar. Según los datos de los organismos internacionales, el pasado año 2018 más de 2000 personas fallecieron en él.
En el año 2014, se inició la operación Mare Nostrum, una misión europea destinada a rescatar inmigrantes y/o embarcaciones a la deriva en las aguas del Mediterráneo. Las mafias “arrojan”, casi literalmente, a los que huyen de la muerte al mar en lanchas o embarcaciones muy poco estables. Un viaje en el que se dejan casi todos sus ahorros con la promesa de llegar a tierras europeas. Los peligros del viaje en sí, sumado a las pésimas condiciones de los barcos y del estado de salud de muchos de los que se adentran al mar, convierten a esta travesía en una de las más mortíferas, pero con un tráfico que no cesa. La operación Mare Nostrum consiguió rescatar a más de 189.000 personas en ese año. El Gobierno italiano, el principal implicado en realizar estos rescates debido a su situación geográfica, acabó por suspender dicho plan debido a la falta de fondos prometidos por la UE. Tras ello, se inició la misión Tritón, esta vez coordinada por Frontex, y que a diferencia de la anterior, no se acercaba a las costas más ‘calientes’, como el litoral de Libia, uno de los puntos estratégicos desde donde salían las barcazas endebles.
Algunos de los argumentos para poner fin a Mare Nostrum hacían referencia la intención de reducir el número de muertes en el Mediterráneo y de “cruces”, pero lo cierto es que en los años próximos a 2014, la cifra de fallecidos aumentó hasta llegar al récord de 5.100 muertes.
Ahora, un grupo de abogados internacionales, pretende presentar ante la Corte Penal Internacional (CPI) una denuncia contra la Unión Europea por estas muertes, considerándolos como crímenes de lesa humanidad. En el escrito que quieren remitir, aseguran tener pruebas suficientes que implican, por un lado a la UE, y por otro a los funcionarios representantes de los países miembros en la comisión de estos delitos.
En las 242 páginas del informe que cita ‘El País’, aseguran que, pese a que no cometieron personalmente tales delitos, si conocían la ilegalidad y criminalidad que implicaba la suspensión de la operación Mare Nostrum y dejar en manos de Libia el flujo migratorio. Según sostienen, los actos y omisiones llevadas a cabo pueden haber constituido crímenes bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional y del Estatuto de Roma. Los cálculos que manejan estipulan que entre el 2014 y el 2017, más de 14.000 personas perecieron en la travesía del Mediterráneo, sin contar con todas las devoluciones producidas a países denominados como ‘no seguros’ que también se ponen en tela de juicio.
Por su parte, fuentes de la Comisión Europea han declarado, según informan en ‘El País’, de que las acciones llevadas a cabo por la UE “se basan en la ley europea y la internacional”.