Otras 128 personas resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en las inmediaciones de un puesto de control en Mogadiscio

Un atentado en Somalia deja, al menos, 92 muertos

REUTERS/FEISAL OMARAR - Una vista general muestra la escena de la explosión de un coche bomba en un puesto de control en Mogadiscio, Somalia, el 28 de diciembre de 2019

Al menos 92 personas han muerto y otras 128 han resultado heridas debido a un ataque con coche bomba perpetrado este sábado contra un puesto de control de una carretera en Mogadiscio que une la capital de Somalia con el enclave de Afgoye.

"Aamin puede confirmar, al menos, 76 muertos y 70 heridos", según indicó a la agencia Efe Abdulkadir Adan, fundador del servicio de emergencias y ambulancias Aamin en los primeros momentos tras el ataque y tras los primeros recuentos de víctimas.

Entre las víctimas mortales de este ataque contra el país africano se encuentran dos ingenieros originarios de Turquía, trabajadores de la empresa En-Ez, quienes llevaban a cabo obras en la vía que une Mogadiscio con Afgoye, según confirmó la Embajada turca radicada en la capital; además de 17 estudiantes de la Universidad privada de Benadir que se encontraban dentro de un minibús atravesando el paso. 

El atentado tuvo lugar a las 8.00 hora local (5.00 GMT) cuando un presunto suicida hizo estallar una furgoneta cerca de una oficina tributaria, en el puesto de control de seguridad localizado en la intersección que atraviesan los vehículos que salen y entran a Mogadiscio desde la ciudad de Afgoye. 

El lugar quedó cubierto de escombros y de vehículos calcinados. En este sentido, el portavoz policial Ibrahim Mohamed señaló que la explosión había sido “devastadora”. 

Un oficial de la Policía somalí pasa junto a los restos de un coche bomba en un puesto de control en Mogadiscio, Somalia, el 28 de diciembre de 2019

Era la hora punta de una jornada laboral en la capital somalí, por lo que en los alrededores de esta zona había numerosos coches patrulla, estudiantes y vendedores de qat (estimulante vegetal), según diversos testigos. Debido a la gran concurrencia que había, se teme que pueda aumentar el número de víctimas mortales provocadas por esta ofensiva. 

"Se ha pedido a otros pacientes, familiares e incluso a médicos, enfermeras y personal del hospital que donen sangre con urgencia para ayudar a las víctimas. La situación es mala", aseguró a Efe el doctor Yahye Ismail del hospital Erdogan. Se han venido recogiendo datos de los fallecidos registrados en los hospitales Erdogan y Maddina.

Decenas de familias siguen aguardando a las afueras de los hospitales Erdogan, Medina y la clínica especializada Kalkaal con la intención de conocer el estado de sus familiares; mientras que el personal sanitario solicitó a la población que acudiese a donar sangre.

El diputado somalí Abdirizak Mohamed ya había apuntado en la red social Twitter al poco de producirse el atentado que el número de muertos podría sobrepasar los 90, entre los cuales habría cuatro extranjeros y 17 policías, según sus datos. En torno a estas cifras también especulaba en rueda de prensa el alcalde de Mogadiscio, Omar Mohamud Mohamed, quien explicó que se confirmará “el número exacto de muertos, pero será importante”. “La mayoría de los fallecidos son estudiantes inocentes y otros civiles", aseveró. Mohamed también confirmó que "dos ciudadanos turcos, que al parecer eran ingenieros civiles implicados en la construcción de carreteras, se encuentran entre los fallecidos".

Todavía ningún grupo terrorista ha reclamado la autoría de este atentado, si bien el grupo yihadista Al-Shabab, que atenta con frecuencia en puestos de control contra agentes de seguridad, había manifestado su rechazo a la construcción de esta infraestructura viaria. 

De confirmarse su autoría, se trataría de uno de los peores atentados en la historia reciente del país a manos de este grupo extremista, y que recuerda a la brutal explosión con camión bomba que dejó en Mogadiscio 587 muertos en octubre de 2017.

La capital somalí sufre a menudo atentados de Al-Shabab, organización terrorista que se afilió en 2012 a la red internacional Al-Qaeda y que controla parte del centro y el sur de Somalia, donde aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).

Una ambulancia sale de la escena de la explosión de un coche bomba en un puesto de control en Mogadiscio, Somalia, el 28 de diciembre de 2019

Los insurgentes ya prometieron en su día acabar con el Gobierno somalí, el cual está sustentado por la comunidad internacional y cuenta con el despliegue de 20.000 soldados de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM, por sus siglas en inglés).

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.

En este escenario Al-Shabab surgió de la Unión de Tribunales Islámicos, que controlaba anteriormente la totalidad del centro y sur de Somalia. Se calcula que el grupo terrorista cuenta actualmente con entre 5.000 y 9.000 miembros tras haber sido expulsado de Mogadiscio en 2011 perdiendo sus principales bastiones. A pesar de ello, sigue contando con reductos importantes, donde materializa operaciones de guerrilla y atentados suicidas, que llegan incluso hasta la capital. Entre sus principales blancos están objetivos gubernamentales, de las fuerzas de seguridad y civiles.