Bruselas pide a los Estados la acogida de otros 120.000 refugiados

Agencias/J:G:/lainformacion.com

Bruselas mueve ficha para que los países asuman responsabilidades en materia migratoria. La Comisión Europea pedirá a los Estados miembros que acojan a 120.000 demandantes de asilo en los dos próximos años, una cifra que triplica los 40.000 que ya había propuesto en mayo, según avanza El País de acuerdo a fuentes comunitarias. De esta forma, se elevaría a 160.000 el número de refugiados pendientes de ser reubicados entre países. Los inmigrantes proceden de Grecia, Italia y también de Hungría, país que en las últimas semanas se ha visto afectado por las llegadas masivas de refugiados con destino a Alemania.

El presidente comunitario, Jean-Claude Juncker, hará esta petición el próximo miércoles, durante el discurso sobre el Estado de la Unión en el Parlamento Europeo. En esa intervención, está previsto además que solicite un  mecanismo para que se puedan repartir de forma automática los refugiados en situaciones de emergencia y haga pública la lista de países seguros, que permitirá a las autoridades disponer de un criterio fijo para valorar las solicitudes de asilo. En la mayoría de casos, las procedentes de estos países, entre los que por ejemplo se incluyen Albania, Macedonia, Serbia, Turquía y Montenegro, serán desestimadas. Las propuestas deberán ser valoradas el próximo 14 de septiembre, cuando los ministros del Interior de la UE se reunan en Bruselas.

La cuestión de los 'cupos de acogida' genera fuertes divisiones entre los Estados miembro. España ha reiterado sus reticencias a aceptar una cantidad fija-4.000, según los anteriores cálculos de Bruselas-que, considera, no tiene en cuenta la situación económica del país y sus datos de desempleo.

El Gobierno se había comprometido, hasta ahora, a aceptar a  2.739 personas, si bien Rajoy dejaba abierta este martes la posibilidad de revisar la cifra si se atendía a ciertas condiciones, como que Grecia e Italia ultimasen sus centros de acogida y la puesta en marcha de una política europea de asilo e inmigración.

"Nosotros no podemos permanecer y no vamos a permanecer impasibles ante las cosas que están scuediendo. Pero este es un proceso complicado y tenemos que ordenarlo entre todos", advirtió Rajoy, en rueda de prensa desde Berlín.

En la misma, la canciller alemana, Angela Merkel, hacía un llamamiento para una política común de asilo. "Tenemos que cambiar las cosas, crear centros de acogida y que los criterios sean los mismos dentro de la UE", apostillaba la canciller, que ha advertido con la posibilidad de revisar el espacio Schengen, que permite la libre circulación entre países, si no existe un reparto equilibrado de refugiados entre Estados miembros.

Caos total y desesperación en la estación trenes de Budapest tras su reapertura

No gritan ¡Europa, Europa!, gritan ¡Alemania, Alemania!, convencidos de que es el país de su futuro. Las muestras de solidaridad del país germano, que recuerda su muro como nadie, están siendo un ejemplo para toda Europa. Pero, mientras,  centenares de migrantes que quieren llegar a Alemania y a otros países de Europa occidental se precipitan este jueves por la mañana hacia los trenes de la principal estación de Budapest después de que las autoridades decidieran reabrirla.

2.000 personas corrieron hacia su destino

La entrada principal fue reabierta en la madrugada y los migrantes -unas 2.000 personas que estaban bloqueadas en Budapest desde el martes- corrieron hacia un tren estacionado en la vía

En ausencia de policía y en medio del caos, los migrantes se empujaban y algunos se peleaban para intentar subir al tren. Sin embargo por megafonía se anunció que "por un periodo indefinido" no saldrá ningún tren hacia el extranjero.

"Por razones de seguridad en los transportes ferroviarios, la compañía decidió que las conexiones directas entre Budapest y Europa occidental no funcionarán hasta nueva orden", indicó en un comunicado la compañía ferroviaria húngara.

Hungría se ha convertido en un lugar de tránsito de migrantes y sólo en el mes de agosto llegaron cerca de 50.000 con la intención de seguir hacia el norte, hacia Alemania y otros países de la Europa occidental.

El lunes, las autoridades habían autorizado a miles de migrantes a tomar trenes en dirección a Austria y Alemania, pero un día después prohibieron salir a aquellos que no tenían visados para los países de la Unión Europea.

Cerca de 2.000 hombres, mujeres y niños se quedaron así bloqueados en la llamada "zona de tránsito" de la estación de Budapest, un campo de refugiados subterráneo improvisado donde viven en condiciones precarias y dependen de la ayuda de los voluntarios húngaros.