Un prestigio bien fundado

¿Qué acude a la mente del ciudadano medio de otros países cuando piensa en España? ¿Cómo de buena es su opinión en comparación con las impresiones que tienen acerca de otros países? A estas y otras preguntas pretenden responder los dos estudios que han sido presentados en la mesa redonda ‘España: imagen y marca 2019. ¿Cómo nos ven, cómo somos?’ organizada por el Real Instituto Elcano, en conjunto con el despacho de abogados Uría Menéndez. Los documentos presentados son ‘La reputación de España en el mundo – Country RepTrak 2019’, elaborado por el Reputation Institute, y el “SIDIR 2019” (sistema de indicadores de la diferencia entre imagen y realidad). Las conclusiones principales de los estudios residen en que la imagen de España continúa mejorando entre los extranjeros. Es una impresión más o menos equilibrada; cuando se examina la realidad, ciertas variables ofrecen mejores resultados y otras, peores.
El acto se ha celebrado en el auditorio de la sede madrileña de Uría Menéndez. Luis de Carlos, socio presidente del afamado bufete, y Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, han desempeñado el papel de anfitriones de la conferencia. Las ponencias han corrido a cargo, respectivamente, de los investigadores de Elcano Carmen González Enríquez y José Pablo Martínez. El foro ha contado con la asistencia de numerosas personalidades de la esferas política y diplomática. Entre los espectadores más prominentes, han destacado Irene Lozano, secretaria de Estado de la España Global; José Alarcón, director general de Migraciones y personal de un gran número de embajadas.
En su intervención de apertura, Lamo de Espinosa ha querido resaltar los esfuerzos de Elcano por contrarrestar la leyenda negra que, ha comentado, envuelve ciertos discursos sobre la historia de España. Ha recalcado el valor del Observatorio para la Imagen de España fundado en 2001, del que González Enríquez es directora. Ha anticipado, además, algunos de los puntos más reseñables de los estudios y se ha felicitado de la mejora sostenida de la imagen de España en el extranjero desde principios de la actual década. Ha elogiado los proyectos Marca España y el actual España Global puestos en marcha por el Gobierno en los últimos años.
Carmen González Enríquez ha sido la encargada de presentar el estudio titulado “La reputación de España en el mundo”, que elabora cada año el Reputation Institute a petición de Elcano. Este trabajo académico se ha realizado utilizando el método RepTrack, basado en entrevistas telemáticas a ciudadanos de 23 países realizadas a principios de año. Las preguntas versan acerca de la percepción del encuestado sobre 17 variables englobadas en tres áreas: calidad de vida, entorno político e institucional y entorno económico.
En base a las respuestas, se elabora un indicador global (‘pulse’) que sirve para determinar el orden en que se clasifican los 55 países analizados. En el ranking global, que reúne las puntuaciones otorgadas por ciudadanos de países del antiguo G-8, España ha recibido un ‘pulse’ total de cerca de 76 puntos sobre 100, lo que le ha permitido escalar dos posiciones con respecto a la clasificación del año pasado. En 2019, España es el 12º país más prestigioso del mundo entre los Estados del G-8. En el ranking que establece las percepciones en países de América Latina, el pulse de España desciende hasta casi los 67 puntos.
La autoevaluación, es decir, la percepción de los españoles sobre su propio país, se sitúa un poco por debajo de la puntuación otorgada por el G-8, con 74 puntos. “No hay nada más castizo y español que hablar mal de España”, ha bromeado Lamo de Espinosa al respecto. Sin embargo, este apartado ha registrado un repunte significativo desde los peores tiempos de la crisis económica: en 2013, apenas sumaba 62 puntos. En la edición de 2019, la puntuación de la autoevaluación ha mejorado en todas las variables medidas.
La imagen de España en el exterior, como apuntan estas cifras, es óptima. Por delante en la clasificación, quedan países como Canadá, Japón, Australia y los países nórdicos. Sin embargo, España se sitúa por encima de Italia, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Los apartados que mejor valoran los extranjeros se refieren a las variantes llamadas “blandas”; esto es, a aquellas relacionadas con estilo de vida, carácter, tiempo de ocio… El estudio sí que refleja, no obstante, que existen dos aspectos concretos que se valoran notablemente peor dentro de nuestras fronteras que fuera de ellas: el sistema político y la corrupción.
González Enríquez ha querido subrayar, no obstante, que los individuos de la muestra son ciudadanos de a pie; por tanto, no son personas escogidas de entre las élites políticas y económicas de otros países. Las percepciones desde estos sectores de la población, particularmente decisivos en la esfera de las relaciones internacionales, no aparecen monitorizados en el documento. “Por eso no se puede relajar el esfuerzo para construir la imagen exterior”, ha apostillado. González Enríquez, así como Lamo de Espinosa, han remarcado la importancia que tienen actores como los medios de comunicación y las comunidades de inmigrantes para modular la opinión pública sobre otros países.
Ahora bien: ¿hasta qué punto se ajusta a la realidad la percepción que se tiene desde el exterior? Es la cuestión que intenta resolver el segundo estudio introducido en el curso de la conferencia. El “Sistema de Indicadores de la Distancia entre Imagen y Realidad” es un documento que elabora desde 2014 el propio R.I. Elcano, comparando la información obtenida gracias al sistema RepTrack con datos objetivos facilitados por agencias de Naciones Unidas y otras fuentes. Como ha hecho saber el investigador José Pablo Martínez, se trata, en general, de una imagen equilibrada.
En este segundo estudio se han analizado 31 indicadores. En una tercera parte de ellos la percepción ha demostrado ser mejor que los datos objetivos; en otra tercera parte las percepciones se han situado a la par. Y en el último tercio, los datos objetivos han superado la percepción que tienen los ciudadanos extranjeros acerca de España. En el caso del primer grupo, algunos de los indicadores que más llaman la atención tienen que ver con el estilo de vida y el bienestar social. El trabajo refleja que los datos objetivos no son tan positivos como las impresiones que hay acerca de estos fenómenos.
En el lado opuesto de la balanza existen parámetros en los cuales la realidad supera con creces -para bien- la visión que se tiene desde el extranjero, como la organización de eventos, la recepción de turistas desde el exterior, el compromiso medioambiental, la exportación de productos audiovisuales y el entorno laboral. Se trata, por tanto, de áreas donde el programa España Global tiene margen de mejora para construir una imagen de nuestro país en el exterior a la altura de la realidad.