El Chelsea culmina la temporada ganando la Europa League y Hazard se acerca al Real Madrid

Raúl Redondo
Pie de foto: Rob Green, del Chelsea, y sus compañeros de equipo celebran la victoria en la Europa League. REUTERS/ANTON VAGANOV.
El Chelsea ganó la Europa League tras superar al Arsenal por 4-1 en la final disputada en el Estadio Olímpico de Bakú (Azerbaiyán) que protagonizaron ambas escuadras londinenses, en un encuentro en el que brilló el belga Eden Hazard, uno de los principales objetivos del Real Madrid de cara a la próxima temporada.
El equipo dirigido por el italiano Maurizio Sarri superó ampliamente en la segunda parte al conjunto del técnico español Unai Emery, tras una primera mitad más igualada en la que incluso hubo algo más de dominio posicional y presencia atacante de los ‘gunners’. A pesar de un comienzo irregular y dubitativo, los ‘blues’ fueron tomando confianza gracias a las peligrosas contras que llevaban a cabo cuando se veían más dominados y también a una posición más valiente en el tramo final del primer acto y, sobre todo, en la segunda parte, cuando llegaron todos los goles, que le valió para arrollar a su rival capitalino.
Brilló sobremanera un futbolista por encima del resto, Eden Hazard. El internacional belga desplegó su habilidad, visión de juego y efectividad y aupó a su equipo a la victoria final gracias a los dos goles que marcó y la asistencia para el segundo tanto del partido, que anotó el internacional español Pedro, tras un genial pase atrás en el área. El primer tanto ya había llegado al comienzo de la segunda mitad, obra del francés Olivier Giroud, que aprovechó un servicio enviado por Emerson desde la banda para marcar de cabeza ante el que fue durante varios años su anterior equipo. Con dos tantos en contra, el Arsenal entró en colapso y su juego se vio afectado por el golpe anímico sufrido. Con este panorama llegó el tercer gol, obra de Hazard de penalti tras la infracción cometida sobre Giroud en el área.
Unai Emery trató de cambiar algo a la desesperada con la entrada de un delantero como Iwobi y el nigeriano le dio otro aire al Arsenal. En sus primeras intervenciones siempre sacó algo positivo, como faltas peligrosas, alguna tarjeta amarilla por los rivales y, sobre todo, un tanto que significaba el 3-1 y que recortaba distancias en el marcador gracias a un soberbio disparo ajustado al poste.
Pie de foto: El guardameta del Chelsea Kepa Arrizabalaga no logra detener un gol de Alex Iwobi, del Arsenal, durante el partido de fútbol de la final de la Europa League entre el Chelsea y el Arsenal en el Estadio Olímpico de Bakú, Azerbaiyán, el jueves 30 de mayo de 2019. AP/DARKI BANDIC
Pero el Chelsea no dio opción, en particular Hazard. El pequeño genio belga recibió en el área tras jugada de Giroud y con un remate certero batió al portero checo Cech, que se enfrentaba también al que era su antiguo conjunto. El ‘10’ del Chelsea completó así un espectacular encuentro, que puede que sea el último del belga en el club presidido por el magnate ruso Roman Abramovich, quien es posible que se tenga que despedir de la verdadera estrella de su equipo.
Y es que Hazard parece que tiene pie y medio en el Real Madrid de Zinedine Zidane. El mediapunta belga nunca ha escondido su admiración por cómo jugaba el entrenador madridista, que era su auténtico ídolo, y siempre se ha dejado querer ante la posibilidad de fichar por el club de Chamartín, con ‘Zizou’ en el banquillo dirigiendo al equipo.
A Hazard le queda solamente una temporada de contrato con el Chelsea, la próxima, y eso es lo que ha estado intentado aprovechar el Madrid para hacerse con uno de los jugadores de más calidad del panorama futbolístico mundial a un precio algo más rebajado de lo que costaría con un contrato en vigor más duradero. El Chelsea se arriesga a perder un jugador como Hazard sin ver un euro de traspaso si acaba contrato el próximo curso y se marcha gratis. Debido a lo cual, Abramovich se ve abocado a pactar con el Madrid un traspaso algo más modesto de lo que podría ser en otra circunstancia.
“Pienso que es un adiós”, declaró Hazard justo al acabar la final y después de demostrar su felicidad por haber ganado el título de la Europa League con sus compañeros del Chelsea. De esta manera, expuso así sus planes de salida. El jugador belga ya había confesado previamente que tenía una decisión tomada desde hace semanas a la espera de que su club decida.
Detenciones en Bakú previas a la final
La final de la Europa League disputada en Bakú entre el Chelsea y el Arsenal discurrió sin mayores problemas en lo deportivo, pero antes del encuentro se dieron algunos episodios negativos que empañaron un poco la celebración de esta fiesta del fútbol. Estos hechos tuvieron que ver con la detención en la capital de Azerbaiyán de varios aficionados ‘gunners’ que portaban la camiseta del jugador armenio Henrikh Mkhitaryan, quien no pudo viajar con su equipo para disputar el partido por un asunto de seguridad ante el conflicto existente entre Armenia y Azerbaiyán por el control del enclave de Nagorno Karabaj.
Debido a un tema de seguridad, se decidió finalmente que Mkhitaryan no formase parte de la expedición del Arsenal ante el enfrentamiento vigente entre armenios y azeríes a cuenta de la guerra que se ha librado durante muchos años por la posesión de la región montañosa de Nagorno Karabaj.
Pie de foto: Los aficionados del Chelsea celebran la victoria de su equipo. REUTERS/AMR ABDALLAH DALSH.
La confrontación entre ambas naciones es ya histórica. Después de que Armenia y Azerbaiyán se independizasen de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tras la caída del comunismo a finales de la década de los 80 y principios de los 90 del siglo XX, llegó el enfrentamiento entre ambas naciones por el control de Nagorno Karabaj, zona de mayoría armenia pero que quedó enmarcada en territorio azerí. Azerbaiyán obligó a miles de armenios a salir de sus casas y eso desencadenó un conflicto armado que ha dejado ya unos 30.000 muertos y cientos de miles de refugiados, con la supuesta implicación de Armenia dando sustento a los separatistas de la región, que llevaron a cabo ofensivas contra la minoría azerí en el territorio. A pesar del frágil alto el fuego que se alcanzó, ha continuado el goteo de víctimas, unas 3.000 desde este acuerdo alcanzado en 1994. En este escenario se llegó a constituir incluso la República de Artsaj, que funciona de manera independiente, aunque no esté reconocida por ningún Estado, y que actualmente está bajo el auspicio de las autoridades armenias, que suministran incluso documentación oficial y pasaportes a sus habitantes.