En busca de una inmunidad efectiva

A vial made of borosilicate glass, the material that will be used in vials or syringes to contain the eventual vaccine against COVID-19

¿Puede obtenerse una inmunización efectiva en poco menos de un año? La propia OMS, en voz de su titular Tedros Adhanom, sigue la línea conservadora aventurando que una vacuna “fiable totalmente” demorará entre 12 a 18 meses y luego habrá que comercializarla y empezar a aplicarla en la población; de allí el consejo de las medidas de higiene, el uso del cubrebocas en sitios públicos y guardar la distancia social de los dos metros entre persona y persona.

Trump, en cambio, afirma que la habrá este año, el propio primer ministro inglés Johnson también lo confirma y otros dignatarios como el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguran que está próxima.

Otros expertos en inmunización y virología avalan a la OMS destacando que la llegada de una vacuna totalmente efectiva contra el SARS-CoV-2 demorará en cristalizarse; así lo afirma la Asociación Española de Vacunología que advierte de los riesgos de una vacuna ‘fast track’ contra el coronavirus.

¿Demasiada prisa? ¿Podría fraguar? Del virus del sarampión, recuerda Ananya Mandal, existen referencias desde el siglo VII y no fue, sino hasta 1954, que el virus fue aislado por Juan Enders y Thomas Peebles, en Boston, Massachusetts.

En esta captura de pantalla del vídeo emitido por la Universidad de Oxford de Gran Bretaña, un voluntario es inyectado con una vacuna experimental COVID-19 o con una inyección de comparación como parte de las primeras pruebas en humanos en Reino Unido para probar una posible vacuna, dirigidas por la Universidad de Oxford en Inglaterra el 25 de abril de 2020

Hasta 1963 fue encontrada la vacuna del sarampión, primero “autorizada en Estados Unidos”, el hallazgo se convirtió en un alivio dado que cada dos o tres años había epidemias de sarampión afectando a millones de personas.

¿Qué lecciones ha dejado este caso? La investigadora del Calcutta National Medical College and Hospital recordó que, entre 1985 y 1988, la comunidad científica determinó que “muchos casos del sarampión” habían ocurrido en los niños vacunados previamente.

Era insuficiente una sola dosis para mantener la inmunidad así fue cómo se llegó a la conclusión de las dos dosis necesarias para proteger eficazmente a la población contra el sarampión.

Y en otros casos, no se encuentran vacunas para enfermedades tales como el V.I.H, un virus que lleva más de 40 años siendo el quebradero de cabeza de cientos de laboratorios clínicos y biológicos o bien son cuestionables como la eficacia de la vacuna contra el dengue.

Un científico observa las células infectadas por la COVID-19 bajo un microscopio en la Clinical Biomanufacturing Facility (CBF) en Oxford, Gran Bretaña, el 14 de febrero de 2020
A colación

La Comisión Europea apoyará parte de las investigaciones europeas que buscan una vacuna contra el coronavirus, por supuesto, la UE pide un trato prioritario a cambio de acceder al Instrumento de Apoyo de Emergencia dotado con 2.700 millones de euros. ¿Habrá una tan rápido? Al parecer la tendrán los británicos primero so pena de señalar que Reino Unido ya no es miembro de la UE… tremendo problema.

Los más positivos son los del Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford, su director, Adam Hill, confía a plenitud en los avances del equipo liderado por Andrew Pollard.

Apenas se sabía información del nuevo coronavirus, pero ellos comenzaron a investigar y a finales del primer trimestre recibieron una aportación por 20 millones de euros del Gobierno de su país.

Un científico prepara muestras durante la investigación y el desarrollo de una vacuna contra la enfermedad COVID-19 en un laboratorio de la compañía de biotecnología BIOCAD en San Petersburgo, Rusia, el 11 de junio de 2020

A mediados de junio, son el único laboratorio en fase 2b/3, significa que pasó con éxito las pruebas en macacos; luego, en una primera etapa con individuos sanos, entre 18 a 50 años, incluyó un grupo de 546 personas que terminó ampliando a mil; todos voluntarios con una remuneración -como compensación- por servir de conejillos de indias de entre 400 a 600 euros por persona.

La siguiente fase incluyó un ensayo clínico con niños, de 5 a 12 años y personas mayores de más de 65 años hasta 85 años de edad; en mayo, el Instituto Jenner anunció la ampliación de su ámbito de observación con hasta 10.000 candidatos.

Ya en la fase 2b/3 surgió el acuerdo con AstraZeneca (la quinta farmacéutica del mundo) para producir dos mil millones de dosis de la vacuna a nivel global y distribuirla; e iniciaron pruebas fuera de las fronteras británicas con 30.000 voluntarios en la Unión Americana y 2.000 voluntarios en Brasil.

“La Universidad de Oxford y AstraZeneca están colaborando con un amplio número de países y de organismos multilaterales, incluyendo organizaciones locales para ver sus necesidades. Brasil es una prioridad para el estudio debido al elevado número de contagios y su curva ascendente de COVID-19”, informó Oxford.

Esta foto de archivo tomada el 29 de abril de 2020 muestra a un ingeniero tomando muestras de células de riñón de mono mientras hace pruebas de una vacuna experimental para la COVID-19 dentro del laboratorio de la Sala de Cultivo de Células en las instalaciones de Sinovac Biotech en Pekín

El otro laboratorio para triangular la producción de su vacuna es el prestigioso Serum Institute of India, uno de los mayores fabricantes por volumen de vacunas; el acuerdo es producir 1.000 millones de dosis que serán destinadas a países menos desarrollados.

La población mundial es de 7.684.000 de seres humanos. Un contingente de 3.000 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus serviría para proteger inicialmente a un puñado de países si no se logra una distribución democrática y comprometida; la meta en Reino Unido es producirla a partir del próximo mes de septiembre y comenzar a vacunar en 2021.

Pero habría que obtener primero el consenso de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aunque corren suspicacias de si todo terminará al final en manos de una alianza entre Reino Unido y EU en la que se privilegie a los países aliados; y Rusia ha dicho que empezará a probar la suya en humanos el próximo mes de julio. 

Hasta el momento, China tiene a su comunidad científica trabajando a contrarreloj, con las ansias puestas en que si no son los primeros en obtenerla, que por lo menos sean los segundos, en presentar una con mayor capacidad de inmunización. La batalla contra el coronavirus también trasluce la pugna hegemónica en pleno siglo XXI.

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