La revuelta nacional iraní cumplió el lunes 116 días. Manifestantes airados se congregaron frente a la prisión de Gohardasht, en Karaj, gran ciudad situada al oeste de Teherán, la capital iraní, para protestar e impedir que el régimen de los mulás ejecutara a los dos jóvenes presos, Mohammad Ghobadlou y Mohammad Broghani, que fueron trasladados a régimen de aislamiento el domingo por la noche, hora local, para ser ejecutados el lunes por la mañana temprano.
Ghobadlou y Broghani fueron condenados a muerte tras ser torturados para obtener confesiones bajo coacción y sin respetar las garantías procesales, incluso según las propias leyes del régimen.
Los manifestantes gritaban consignas contra el régimen en su concentración, entre ellas: "¡Mataré a los que mataron a mi hermano!" y "Este es el último mensaje: ¡una ejecución más y habrá más levantamientos!"
En la provincia de Lorestán, al oeste de Irán, los residentes atacaron con cócteles molotov edificios relacionados con las fuerzas de seguridad del régimen y sus agentes.
En Bukan, al noroeste de Irán, los residentes reunidos para conmemorar el 40º día del asesinato de Avat Ghaderpour a manos de las fuerzas de seguridad del régimen comenzaron a corear: "¡Muerte al opresor! Sea el Sha o Jamenei".
En Eshtehard, al oeste de Teherán, los residentes se reunieron para honrar a #MohammadMehdiKarami y #SeyedMohammadHosseini y depositaron flores en su última morada.
Las fuerzas de seguridad hacen todo lo posible por impedir estas concentraciones, que suelen convertirse en protestas contra el régimen:
En dJam, provincia de Bushehr, sur de Irán, los manifestantes utilizaron cócteles molotov contra la base paramilitar Basij del régimen.
En Saveh, al sur de Teherán, los trabajadores del automóvil se declararon en huelga para exigir respuestas a sus malas condiciones de vida y otros problemas.
En Isfahán, en el centro de Irán, la Agencia de Noticias Judiciales ha anunciado la condena a muerte de tres jóvenes detenidos durante las protestas.
En la ciudad de Dashti, en la provincia meridional iraní de Hormozgán, unos valientes jóvenes colgaron simbólicamente una efigie de Jamenei sobre una farola.
En la región de Ekbatan (Teherán), los valientes jóvenes colgaron la efigie de Jamenei en un puente de una autopista a plena luz del día.
