El Sahel: una región clave para la seguridad de Europa

En esta entrevista, el periodista y corresponsal internacional Alberto Masegosa analiza en profundidad la compleja situación del Sahel, una región africana marcada por la inestabilidad, el avance del yihadismo, la retirada de las potencias occidentales y la creciente influencia de actores como Rusia y China.

A partir de su último libro, Guerra Santa al sur del Sáhara, Masegosa desglosa los factores históricos, políticos y estratégicos que hacen de esta franja del continente un punto crítico para el futuro del norte de África y de Europa.
¿Qué pasa al sur del Sáhara, Alberto?
Al sur del Sáhara pasa lo de siempre, pero agravado, esto es, no hay ningún indicio que permita esperar que la situación mejore, continúa la depredación, continúan las carencias de todo tipo y continúa la ocupación por grupos armados de diferente origen, que ocupan el lugar de antes las potencias coloniales tradicionales.
¿Qué abordas en el primer capítulo del libro, La línea del horizonte?
Lo que queremos decir con ese capítulo es que no hay fronteras, en el Sáhara no hay fronteras naturales, por mucho que haya cordilleras o macizos montañosos o grandes océanos de dudas. La defensa en el Sáhara es prácticamente imposible porque es un territorio desierto donde no hay suministros y donde la supervivencia es muy difícil, con lo cual el despliegue de tropas en ese terreno es inviable, con lo cual acaba imponiéndose la ley del desierto, que es la ausencia de ley.
El problema de los yihadistas que han llegado al Sahel, desde Argelia y desde Libia, se debe precisamente a eso, a que no han encontrado ningún impedimento en ninguna frontera natural.
¿Cuál es el contenido del segundo capítulo, Imperios?
La región ha sufrido una sucesión de imperios. El primero fue el Imperio Almorávide, que llegó desde Mauritania y se hizo con todo el Valle del Níger y el Valle del Senegal. Luego florecieron los imperios del Valle del Níger, que fueron quizás la época de mayor brillantez de la región.
En aquella época, en los siglos XIV, XV y XVI, los imperios del Valle del Níger eran comparables a cualquier imperio europeo. Y luego llegaron la colonización europea, principalmente los franceses, que se hicieron con prácticamente todo el Magreb y el Sahel. Después llegó la Guerra Fría, con intereses de Estados Unidos y Rusia, y más recientemente, la presencia de Rusia y China ante la retirada de las potencias occidentales.

¿Y el tercer capítulo, La línea del horizonte de vuelta, ¿de qué trata?
Ahí tratamos de perfilar un poco cuál puede ser el futuro. Y el futuro, como decíamos al principio, no permite muchas esperanzas, no hay ningún motivo para pensar que esta región vaya a salir del agujero.
El abandono por parte de Occidente ha dejado el territorio en manos de los rusos, que apoyan a regímenes militares golpistas para combatir a los grupos yihadistas. Por ejemplo, en Burkina Faso, el 60% del territorio está en manos de grupos yihadistas afiliados al Estado Islámico o Al-Qaeda.
¿Continúan sin prestar atención al Sahel las autoridades españolas y europeas?
Sí, estamos muy enfocados en Occidente en los dos grandes conflictos universales ahora, que son la guerra de Ucrania y la de Oriente Medio, y nos hemos olvidado de otros conflictos. Este conflicto afecta principalmente al sur de Europa. No es prioritario para Londres ni para Bruselas, aunque debería serlo. España ha intentado concienciar a sus socios de la OTAN y la UE, pero no ha tenido éxito.
¿Qué papel juega Marruecos en la estabilización del Sahel?
Marruecos es un aliado que ayuda bastante. Ha impulsado la idea de fachada atlántica, permitiendo que los países del Sahel puedan comercializar sus productos a través de puertos marroquíes en el Atlántico. Esto puede ayudar a consolidar sus instituciones y su situación.

¿Qué diferencia a Marruecos y Argelia respecto a los países del Sahel?
Marruecos y Argelia son estados, tienen estructuras estatales en pie. En cambio, los países del Sahel tienen estructuras que se han venido abajo desde la independencia.
¿Qué influencia ha tenido Argelia en Mali y qué errores ha cometido?
Argelia ha tenido mucha influencia, sobre todo en Mali, pero cometió el error de colaborar con los rebeldes tuaregs del norte de Mali. Eso lo enfrentó con el régimen militar maliense.
¿Qué papel está jugando Marruecos con su iniciativa de fachada atlántica y la vía férrea?
Marruecos ha propuesto un proyecto ambicioso: construir una vía férrea que una las capitales del Sahel occidental (Yamena, Niamey, Uagadugú, Bamako) con la costa atlántica. El proyecto es caro (8.000 a 10.000 km de vía férrea), difícil de realizar y requerirá asegurar el control y la seguridad. Es un plan a 8 o 10 años vista.

¿Cómo afecta la expulsión de Francia del Sahel a Europa y a España en particular?
Francia ha sido la potencia europea con mayor implicación en la región por su pasado colonial, pero su política ha fracasado. Ese fracaso ha arrastrado a otros países europeos como España o Alemania. Se nos ha metido en el mismo saco que Francia, lo que ha generado rechazo local. España ha sufrido eso también.
¿Cuál es la percepción local sobre la intervención europea y el papel de Francia?
Se percibe como una política neocolonial. Por ejemplo, en Mali, Francia impidió que las fuerzas locales tomaran el control del norte porque buscaban apoyo de los tuaregs. Eso fue visto como una humillación. Y, al ir detrás de Francia, el resto de Europa también ha sido mal vista.
¿Qué proyecto tiene ahora España en Mali tras el fracaso de la misión europea?
España quiere desplegar un contingente pequeño dedicado a la formación de militares en Mali, pero mediante un acuerdo bilateral (no europeo), similar al acuerdo que Marruecos tiene con Mali para formar cuadros militares.

¿Es África realmente el continente emergente? ¿Qué necesita para salir adelante?
Sí, es el continente emergente, pero necesita desarrollo, actividad económica, creación de empleo, formación y control de la migración. Es clave invertir en origen para que África tenga sus propios mecanismos, recursos e industrialización.
¿Por qué es importante invertir en África, no solo por razones humanitarias, sino estratégicas?
Hay que ser generoso con África, no solo por razones humanitarias, sino para defender nuestros propios intereses. Tras 60 o 70 años de independencia, la mayoría de estos países aún dependen dramáticamente de ONG y ayuda internacional.
¿Tienes más proyectos futuros en marcha, Alberto?
Sí, ya te tendré al tanto, y aprovecho para agradecerte de corazón el tiempo que nos has dedicado.