Marruecos consolida su modelo proactivo en la lucha contra el terrorismo

Los repetidos éxitos de seguridad en el seguimiento y desmantelamiento de células terroristas revelan madurez en una estrategia proactiva integrada
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El enfoque marroquí es un modelo a seguir

En un contexto de seguridad regional que está presenciando una escalada continua en las amenazas de las organizaciones terroristas, Marruecos continúa consolidando su modelo proactivo en la lucha contra el extremismo violento, ya que sus autoridades han logrado recientemente arrestar a un elemento joven incrustado con la ideología ISIS, de no más de 18 años de edad, en la provincia de Setat, en un proceso que revela una vez más el alcance del desafío planteado por los lobos solitarios.

Este arresto, que fue precedido en julio pasado por el desmantelamiento de dos células terroristas leales al ISIS, refleja el continuo intento de la organización de reclutar elementos jóvenes de los márgenes geográficos y sociales, como parte de una estrategia que pide una acción individual oculta como medio para socavar la seguridad y desestabilizar.

Los datos de seguridad indican que el sospechoso estuvo involucrado en una intensa actividad digital, durante la cual mostró un claro interés en la fabricación de explosivos y cinturones explosivos, y estuvo en contacto con un líder de la organización en el Magreb en la organización, de quien recibió orientación y referencias.

Esto revela que la comunicación conduce más allá del nivel local, e indica la existencia de redes digitales transfronterizas, dirigidas a los jóvenes marginados e impulsadas hacia la búsqueda de significado, y proporcionando razones justificar sus propias acciones violentas.

El investigador de Asuntos Estratégicos, Hisham Moatad, advierte en una declaración a Al Arab del peligro de este cambio en el desempeño de ISIS, considerando que apostar por lobos solteros no era una opción tanto como una salida existencial para la organización después de su desintegración en Irak y Siria.

Moatad agrega que con el colapso de la estructura organizativa tradicional, los líderes restantes recurrieron a la sugerencia y la incitación pública a través de plataformas digitales, sin necesidad de contacto directo con los ejecutores, lo que duplica la dificultad de seguimiento de seguridad y da un mayor margen de movimiento para estas células individuales.

En este contexto, se destaca la importancia del modelo marroquí en el tratamiento integral y multidimensional del fenómeno, ya que el enfoque no se limitó solo a la dimensión de la seguridad, sino que se extendió a los aspectos religiosos, sociales y económicos.

A nivel religioso, Marruecos ha reestructurado exhaustivamente el campo religioso, unificando la referencia jurisprudencial en manos del Consejo Científico Supremo, y promoviendo la formación de imanes y guías a través del Instituto Mohammed VI, para garantizar la difusión de un discurso religioso moderado en línea con los auténticos valores marroquíes.

En cuanto al nivel social, se han activado programas de desarrollo dirigidos a grupos vulnerables, como la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano, fundada por el rey marroquí Mohammed VI en 2005, que trabaja para crear oportunidades alternativas a través de proyectos generadores de ingresos y la mejora de la infraestructura, lo que contribuye a llenar las lagunas explotadas por los grupos extremistas.

El estado también ha prestado cada vez más atención a la reintegración de los prisioneros condenados en casos de terrorismo, a través del programa de "Reconciliación", que busca rehabilitarlos psicológica, intelectual y socialmente. 

A pesar de los éxitos de seguridad, los desafíos permanecen. Las organizaciones extremistas están constantemente apostando por los grupos de edad jóvenes, aprovechando su fragilidad psicológica y la incapacidad de las políticas culturales y educativas para seguir el ritmo de los cambios.

Moatad enfatiza la necesidad de una fuerte presencia dentro del espacio digital, no solo a través del contenido de seguridad, sino también a través de la producción de contenido juvenil inteligente y atractivo, reconstruyendo la confianza entre el grupo objetivo y el estado, dentro del marco de un enfoque participativo a largo plazo.

Las capacidades tecnológicas y de inteligencia son uno de los pilares centrales del enfoque de seguridad marroquí, y sus responsables se dieron cuenta desde el principio de que las amenazas terroristas ya no se limitan al terreno, sino que están creciendo en el espacio digital, donde los llamamientos al extremismo, el reclutamiento y la preparación psicológica están muy extendidos para la violencia de manera sistemática.

En este contexto, los servicios de seguridad marroquíes, dirigidos por la Dirección General de Control del Territorio Nacional, han invertido en la modernización de su estructura tecnológica, a través del desarrollo de sistemas de vigilancia cibernética que permiten rastrear cuentas sospechosas y analizar el movimiento de usuarios dentro de plataformas digitales cerradas, que constituyen el primer refugio para la propaganda yihadista.

Marruecos también ha adoptado técnicas de análisis de big data con el fin de comprender los patrones del discurso terrorista e identificar cambios en el comportamiento digital de los sospechosos, ya sea a través de plataformas de comunicación o a través de aplicaciones de cifrado que se utilizan comúnmente para comunicarse entre miembros de células durmientes o lobos solitarios.

Además, se emplearon algoritmos de inteligencia artificial capaces de detectar los primeros indicadores de extremismo, como repetir la interacción con el contenido publicitario, usar vocabulario especial dentro de foros cerrados o incluso pasar de buscar "identidad islámica" a buscar "industria explosiva" en un corto período de tiempo, que es un indicador serio del cambio hacia un acto terrorista.

Los esfuerzos no se limitaron al seguimiento y análisis, sino que también establecieron un centro nacional para combatir la ciberdelincuencia y el extremismo digital, que coordina con centros internacionales como Europol e Interpol, y participa en operaciones conjuntas para desmantelar redes globales que utilizan Internet como plataforma para reclutar o planificar operaciones terroristas transfronterizas.

Lo que mejora la efectividad de estas capacidades es la combinación de análisis tecnológico y trabajo de campo tradicional, donde la inteligencia artificial se utiliza como un complemento no alternativo al elemento humano, al vincular la información digital con los informes de inteligencia sobre el terreno, lo que permite una intervención rápida antes de pasar del "pensamiento" a la "acción".

La experiencia marroquí muestra que el desarrollo tecnológico no solo se ha utilizado en el aspecto coercitivo, sino que también ha contribuido al diseño de políticas preventivas y de sensibilización más específicas, donde se identifican los grupos más vulnerables a la atracción y se desarrollan programas de orientación dedicados, lo que hace que este enfoque sea un modelo a seguir en la lucha contra el terrorismo en la era de la digitalización.

Los repetidos éxitos de seguridad del Reino en el rastreo y desmantelamiento de células extremistas, especialmente elementos individuales, no solo reflejan la eficacia de los servicios de inteligencia, sino que también revelan la madurez en una estrategia proactiva integrada.

 

Mohamed Mamoni Alawi, periodista marroquí

Artículo publicado en el diario Al Arab