Opinión

Turismo en Marruecos

photo_camera Abdalla Hamdok, premier ministre

Algunos países vecinos como Marruecos trabajan ya para la recuperación económica mientras mantienen estrictas medidas de seguridad con el coronavirus: cuando llegas al aeropuerto de Tánger te exigen la prueba PCR realizada 72 horas antes y una reserva de hotel donde, cuando llegas, te desinfectan la maleta y te toman la temperatura.

Lanzan una campaña para recuperar la confianza suficiente con el objetivo de que vuelvan los turistas a un país seguro que ofrece muchas oportunidades. Operadores turísticos marroquíes han mantenido en Tánger, Rabat y Tetuán contactos con operadores turísticos de Andalucía, deseosos muy necesitados de volver a trabajar porque la crisis es devastadora.

Empresarios autónomos de agencias de viajes de Málaga, Sevilla y Valencia buscan nuevas oportunidades con responsables de hoteles, riads, transportes aéreos y terrestres, sufridores de un sector bloqueado por la pandemia que sólo resiste gracias al turismo local, como en España, pero cada día ve como los que no pueden más tienen que cerrar.

La realidad en este campo es muy similar a ambos lados del Mediterráneo. Empresas de todos los tamaños, profesionales sin trabajo, depresión económica y social que amenaza la estabilidad de muchos países. La incertidumbre y el pesimismo se ciernen sobre millones de personas alimentados por una segunda ola del coronavirus que los expertos vaticinaron, pero los dirigentes políticos no gestionaron adecuadamente. Sin embargo, los profesionales que dependen de su propia iniciativa y esfuerzo no pueden permitirse el lujo de languidecer ante la enorme confusión creada por medidas contradictorias según determinen los vaivenes políticos.

La oficina de Turismo de Marruecos en Andalucía ha emprendido la iniciativa de poner en contacto a Karina con Roya para encajar en su oferta el exclusivo riad en el centro de Tánger; a Ingrid con Hycham que le ofrece experiencias más personales; a Oscar con Hamza con un resort en el interior; a Rafael con Farah para recorridos a la carta; a Borja con Rida pensando en el golf; a Miguel con Mohamed buscando el centro histórico; a Nuria con Ghofrane con nuevas ideas; a Mariluz con Najla con opciones de futuro; a Manuel ofreciendo a los Gipsy King: y todos con la flexibilidad que Khalid impregna a su gestión en Air Arabia para que las personas, los turistas que todos pretenden volver a captar y movilizar puedan dar el salto. Detrás y delante de las decisiones políticas están siempre los afectados que están más preocupados del coste de la PCR, no baja de 140 euros mientras en Alemania es gratuita o de la apertura de las fronteras. Pero sobre todo, reclaman a los medios de comunicación que contribuyan a crear otro ambiente, con respeto al virus pero sin miedo a recuperar sus vidas.