El Polisario y su última carrera de caballos perdedores

PHOTO/TWITTER/ @DIRCO_ZA -  Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario llega al aeropuerto de FireBlade, Kempton Park, Sudáfrica en un avión presidencial argelino y es recibido por la ministra de Administración y Servicio Público, Noxolo Kiviet. 22/08/2023
PHOTO/TWITTER/ @DIRCO_ZA - Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario llega al aeropuerto de FireBlade, Kempton Park, Sudáfrica en un avión presidencial argelino y es recibido por la ministra de Administración y Servicio Público, Noxolo Kiviet. 22/08/2023
El ANC es hoy igual que el FLN, un movimiento de liberación moribundo
  1. Un ahogado aferrándose a otro ahogado
  2. El ANC y el FLN  movimientos de liberación moribundos
  3. Dos caballos perdedores en el Oriente Medio
  4. La voz de Pyongyang una apuesta perdida
  5. Ciegos que guían a otros ciegos

Tal como ocurrió en Bolivia en 2019 cuando se cuestionó la supuesta victoria electoral del presidente autoritario Evo Morales, quien se vio obligado a dimitir y abandonar el poder bajo presión de la oposición, hoy las protestas llenan las calles de Venezuela en rechazo al regreso del dictador venezolano Nicolás Maduro, cuya reelección sigue en disputa, lo que impulso Brasil, Colombia y México a insistir en una "verificación imparcial" del proceso electoral, y muy especialmente en la divulgación de las actas oficiales de las elecciones presidenciales de Venezuela, mientras que en Nicaragua las brutales campañas de represión contra los opositores del tirano Daniel Ortega despojaron de toda credibilidad su reelección como presidente en 2021, y convirtieron a su régimen represivo en un paria fuertemente condenado por la comunidad internacional.

Este tipo de presidentes autócratas que oprimen a sus pueblos e involucran a sus países en la adopción de posiciones hostiles contra  la integridad territorial de Marruecos, mediante el reconocimiento de una república fantasmagórica, es el modelo con el cual se identifican los líderes del Polisario, y no con el modelo de presidentes de la izquierda democrática a quienes la propaganda separatista describe como “traidores” de una supuesta causa saharaui, simplemente porque adoptaron posiciones valientes y realistas respecto al conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí.

Un ahogado aferrándose a otro ahogado

No hay duda de que esta estrepitosa caída de los caducos modelos de populismo de izquierda en América Latina, está llevando en estos días a los dirigentes del Polisario al borde de un ataque de nervios, haciendo que sus sueños separatistas desaparezcan como burbujas en el aire, especialmente porque la banda separatista siempre ha buscado consolidar relaciones amistosas dentro de los movimientos y gobiernos de izquierda latinoamericanos que reivindican el “antiimperialismo revolucionario”. Hoy en día, el Polisario se encuentra cada vez más aislado en esta región del mundo, sobre todo después de declarar su ruptura con el Estado español, tras su declaración de apoyo a la propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí, y también después de que Marruecos fortaleciera sus relaciones con numerosos países latinoamericanos en el contexto de una diplomacia proactiva y eficaz en el continente sudamericano.

Como un ahogado aferrándose a otro ahogado, el Polisario seguirá apostando por sus amigos latinoamericanos tradicionales, al menos en aras de un apoyo ideológico que no vale un comino. En realidad, los pocos bastiones vivos que le quedan al polisario en América Latina son países que, o bien están buscando como corregir los errores que cometieron sus gobiernos anteriores pro-polisario, o bien países que, al mismo tiempo que siguen cegados por sus ilusiones ideológicas, se encuentran atrapados en sus crisis internas, pero que nadie imagina que serían capaces de desempeñar algún papel en el desarrollo del conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí.

El ANC y el FLN  movimientos de liberación moribundos

A nivel africano, los separatistas y sus tutores argelinos apuestan por un aliado incondicional, pero en decadencia acelerada, se trata del Congreso Nacional Africano ANC, que perdió en las elecciones generales del 29 de mayo de 2024 su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional por primera vez desde el fin del apartheid y la elección de Nelson Mandela en 1994. Después de tres décadas de dominación política y agobiado por múltiples escándalos de corrupción y tantas promesas incumplidas, el ahora minoritario partido de Mandela, tendrá que gobernar por primera vez como parte de una coalición. Por consiguiente, esta nueva situación política podría influir considerablemente en las relaciones internacionales del país durante los próximos cinco años.

Es cierto que las líneas generales de la política exterior de Sudáfrica permanecerán a corto y medio plazo sin cambios substanciales. Las relaciones internacionales seguirán guiándose por la Constitución y respaldadas por la adopción ideológica del panafricanismo y el internacionalismo anti occidental por parte del ANC. Sin embargo, sería difícil descartar el hecho de que el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) de Sudáfrica podría marcar un punto de inflexión en las relaciones internacionales del país. El foco estará puesto en cómo pueden cambiar los mecanismos de formulación de la política exterior y el entorno geopolítico más amplio en el que se producirán esos cambios.

Varios expertos habían abordado la cuestión de la incapacidad de Sudáfrica para ejercer su poder e influencia no sobre los países del continente, sino incluso sobre sus vecinos a nivel regional, algunos de esos expertos explicaron esta incapacidad por el simple hecho de que no existe un modelo sudafricano capaz de sacar a África austral de su depresión socioeconómica, ni líderes como Mándela que puedan coordinar a otras élites y hacerles adoptar un comportamiento político realista y basado en la buena gobernanza.

No cabe duda, de que la voz del ANC a nivel del continente africano, tiene cada día mucho menos peso, especialmente tras la vuelta del Reino de Marruecos a la Unión Africana y después de haberse consolidado gradualmente como una importante fuerza económica en el África subsahariana. Esta nueva realidad fue claramente subrayada por el ministro de Asuntos Exteriores del Reino de Marruecos Nasser Bourita, que, comentando la visita del enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, a Sudáfrica a finales de enero 2024, no estaba exagerando al destacar que Sudáfrica “no tiene peso ni influencia en el conflicto del Sahara marroquí”.

Además de eso, resulta interesante que un testigo de la casa haya cuestionado la tesis separatista en el conflicto del Sáhara marroquí, pues según el think tank Institute for security studies basado en Pretoria la «búsqueda de la independencia del Sáhara Occidental parece estar decayendo, puesto que cada vez hay más países que respaldan el plan de Marruecos de “autonomía” en lugar de la independencia. ‎ El informe subraya, basándose en declaraciones de funcionarios sudafricanos, que el reconocimiento francés, español y estadounidense de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara es un duro golpe para el frente separatista. Pero lo que es incluso peor (o más bien mejor), es que el llamado "embajador del polisario ante la Unión Africana" reconozca según la misma fuente, la incapacidad del Frente para movilizar apoyo internacional.

El ANC es hoy al igual que el FLN, un movimiento de liberación moribundo, que al mismo tiempo que va perdiendo aquella legitimidad indiscutible de la lucha contra el Apartheid, parece encaminarse hacia un período de debilidad política y declive geopolítico, lo que significa que el caballo más apostado por Argelia y sus milicias separatistas a nivel del continente africano, es hoy un caballo cansado, completamente agotado, y que no podrá recuperarse ni ser digno de correr ninguna carrera continental.

Otra mala compañía que arrastra el Polisario en el continente africano se encuentra en Zimbabue, donde la banda separatista contaba por muchos años con el apoyo incondicional de un exguerrillero llamado Robert Mugabe. Este “icono de la liberación” se metamorfoseó en un autócrata envejecido que, durante 37 años en el poder, convirtió su país en una dictadura duradera y violenta bajo sanciones internacionales, antes de que le sucediera el ex delfín apoyado por el partido en el poder desde la independencia (Zanu-PF) Emerson Mnangagwa, cuya reputación de ser incluso más autoritario que Mugabe, le valió el apodo de "cocodrilo". En el contexto del continuismo autoritario y desacreditado, el presidente “cocodrilo” amigo del Polisario obtuvo el año pasado un segundo mandato al frente del país tras una votación fuertemente rechazada por la oposición, exactamente como ocurre con los “amigos” latinoamericanos. 

Seguro que los dirigentes del Polisario y sus marionetistas argelinos, a diferencia de todos los demócratas del mundo, están hoy con el alma en vilo frente al posible colapso del chavismo en Venezuela, pero también ante el futuro incierto del régimen iraní, que tiene previsto convertirse en un actor importante en el conflicto del Sáhara marroquí, vendiendo a Argelia drones destinados al Polisario, al que considera que sirve a sus intereses estratégicos en la zona

Dos caballos perdedores en el Oriente Medio

Tampoco en este rincón del mundo las cosas marchan como hubiera deseado el Polisario,  si bien el movimiento de protesta "Mujer, Vida, Libertad" nacido tras la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022 ha perdido fuerza, el régimen de los mulás sigue perdiendo toda legitimidad a los ojos de la población civil, y muy particularmente tras el asesinato de Ismael Haniyeh, jefe de Hamás, en medio de Teherán, lo que le infligió una verdadera humillación entre su población, pero lo que  le dejo hoy más que nunca demasiado frágil y extremadamente impopular, es que después de prometer hace ya un mes, un “duro castigo” para Israel por el asesinato de Ismail Haniyeh, no ha podido hacer nada, lo más probable es que no sabe cómo llevar a cabo un ataque lo suficientemente grande como para encajar en su propia retórica y satisfacer a los iraníes de línea dura, sin urgir también una respuesta devastadora por parte de Israel y quizás también Estados Unidos.

Por el momento, el régimen se apoya en los pilares de la represión y los ingresos del petróleo, pero se puede decir que ya se ha derrumbado a nivel ideológico, y el adoctrinamiento ya no le sirve de nada con la juventud iraní, incluso los clérigos dudan cada vez más de la sostenibilidad del régimen de su país en su forma actual.

Otro caballo favorito del Polisario perdiendo velocidad en la pista de carreras del Oriente Medio, un llamado Partido de Dios (Hezbolá) pro-iraní, que durante veinticinco años ha ejercido un verdadero dominio sobre la vida del Líbano, suplantando al ejército y abriendo su propio frente contra Israel a lo largo de la frontera entre los dos países, mientras que la mayoría de los libaneses rechaza la involucración del Líbano en la guerra y ve a Hezbolá como una amenaza a la estabilidad del país.

El dominio de este movimiento chiita armado y apoyado por Irán, sobre las decisiones cruciales en el Líbano, sobre su política local, su ejército nacional y sus servicios de inteligencia, le ha convertido no sólo en un "Estado dentro del Estado", sino en un "Estado por encima del Estado", pero fuera del Líbano, solo desempeña el papel de un grupo paramilitar puesto al servicio de la agenda irani para destabilizar a otros países. No es ningún secreto que algunos dirigentes del partido chiita se dirigen a Argelia para entrenar a las milicias del polisario, tampoco es un secreto el hecho de que el Polisario está financiado por una red de blanqueo de capitales vinculada a Hezbolá. Pero lo más destacado en este sentido es que el aliado chiita del Polisario
está incluido en la lista de organizaciones terroristas de varios estados, como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, además del Consejo Européo y el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo. 

La voz de Pyongyang una apuesta perdida

En el Extremo Oriente, la República Popular Democrática de Corea, fue el primer Estado no africano en reconocer a la “república ficticia” un mes después de su autoproclamación. Desde entonces el Polisario cuenta con un ejemplar aliado ideológico, se trata de una rara especie en peligro de extinción, caracterizada como un totalitarismo dinástico de corte estalinista, que impone brutalmente la lealtad interna y el control absoluto sobre una población viviendo en un entorno asfixiante y claustrofóbico, más o menos como en los campamentos de los retenidos en Tinduf. Pero no es esto que preocupa verdaderamente al Polisario y su tutor argelino, lo que más les inquieta es que en el país de Kim Jong-Un, nada sale como hubieran deseado para ganar su apuesta norcoreano en favor de la tesis separatista, o como decimos en árabe “los vientos soplan de manera que los barcos no desean”, y es que los fuertes vientos del aislamiento internacional están empujando al barco del régimen norcoreano hacia aguas peligrosas. En otros términos, podemos decir que el contexto geopolítico actual, hace que la voz de Pyongyang tenga un impacto muy limitado en la comunidad internacional, y que su presencia en la escena mundial sea reducida a ser objeto principalmente de condenas y sanciones.

Ciegos que guían a otros ciegos

En política es importante tener socios fiables y tejer alianzas estratégicas para la obtención del apoyo necesario a la causa defendida, por tanto cuando un actor político quiere aliarse con otro, busca que este sea útil y de confianza, que le aconseja con sinceridad, que le aporta un verdadero apoyo, que le demuestra un compromiso duradero, que influye en  su forma de pensar y actuar, no como es el caso del Frente Polisario cuyos aliados son un verdadero desastre encarnado por partidos fósiles obsoletos o movimientos emergentes, que vienen de las fosas más profundas, aliados como el Partido Comunista de Cuba, el Partido Socialista Unido de Venezuela, el Movimiento al Socialismo en Bolivia,  el Partido del Trabajo norcoreano, el partido Hezbollah en Líbano, Sumar; Podemos; Bildu; Esquerra Republicana de Catalunya y lo que queda  de la chatarra comunista en España, el partido-Estado llamado Frente de Liberación Nacional en Argelia… que lo único que hacen es engañar al Polisario y venderle falsas ilusiones para que siga otro medio siglo fantaseando con el espejismo de  una “república” satélite  sobre el territorial del Reino Jerifiano.

Cuando el monje Adso de Melk en El nombre de la rosa advirtió de "los ciegos que guían a otros ciegos y los despeñan en los abismos" se estaba refiriendo a la ceguera espiritual y la falta de discernimiento de algunos personajes, especialmente los monjes, que se dejan guiar por la superstición, la ignorancia y las pasiones mundanas en lugar de la razón y la fe verdadera. Pues al igual que en la parábola de los ciegos de Humberto Eco, parece que nuestros separatistas atrapados en la ceguera política, hoy más que nunca necesitan, en vez de dejarse llevar por falsos maestros, guiarse por la razón y la clarividencia, para evitar hundirse aún más en los abismos de la frustración y la perdición, cuando entonces sería demasiado tarde acordarse de que la patria es indulgente y misericordiosa.

Que el mismo Polisario haga un día su mea culpa parece una perspectiva poco probable, pues al igual que sería impensable que el Polisario pudiese cambiar sus amigos de siempre por otros más creíbles, sería inútil preguntarse porque el Polisario solo cuenta con el apoyo exclusivo de regímenes autócratas y partidos fosilizados, porque razón es tan rodeado y absorto por amistades sospechosas. Muy simple es la respuesta, dime con quien sales y te diré quién eres, pues ¿qué es el Polisario sino una organización estalinista cuyo jefe difunto Mohamed Abdelaziz se mantuvo en el “poder” cuarenta largos años, o sea tres años más que Mugabe? ¿qué es el Polisario sino  un partido único antidemocrático? ¿un grupo armado a sueldo de un Estado  para destabilizar a otro Estado? ¿una banda separatista que además de los escándalos morales, los delitos de genocidio y malversación de ayuda humanitaria extranjera, está ahora en el centro de un escándalo de blanqueo de capitales mediante Hawalas (mandatos), que circulan a través de una red informal para la transferencia de fondos?