Opinión

Inquietud en El Aaiún y Tinduf frente al mutismo marroquí sobre el Movimiento Saharaui por la Paz

photo_camera Sáhara

Entre los saharauis que viven unos en el territorio bajo administración de Marruecos, y otros en los campamentos de Tinduf en Argelia, no se explican el silencio oficial del Gobierno marroquí ante el surgimiento del Movimiento Saharauis por la Paz (MSP), que está ganando adhesiones y simpatías cada día mayores. 

En Tinduf, donde el MSP lucha por imponer los valores de justicia, democracia, derechos y libertades entre la población de refugiados, esperan impacientes un gesto del Ejecutivo marroquí que les indique que la propuesta de autonomía del territorio del Sáhara que el rey Mohammed VI ha puesto sobre la mesa incluye también los derechos democráticos y las libertades individuales. A muchos saharauis de los campamentos les resulta incomprensible que el Gobierno de Rabat no diga que “esos valores” que defiende el MSP son inherentes a la propuesta marroquí de solución del problema saharaui. Quizás el Palacio Real tema que un sostén a los valores pacíficos que defiende el movimiento saharaui pueda ser interpretado mal por la ONU; pero al fin y al cabo está en todo su derecho tratándose de posicionamientos políticos y no de apoyos organizativos.

Ante el silencio marroquí, los grupos más radicales dentro de las filas del Polisario encuentran el terreno propicio para atrincherarse en la “línea dura” expresada por Brahim Ghali, que, además de elevar el tono de denuncia en la ONU y acusar de traidor a Hach Ahmed Baricalla que lidera el MSP, declara que la MINURSO será recibida sólo en “los territorios liberados” (Bir Lahlou) situados al este y al sur de los muros defensivos marroquíes, y que el Polisario sólo decidirá medidas que ayuden a aplicar el referéndum de autodeterminación. 

Una postura similar se está manifestando en las ciudades del antiguo Sáhara Occidental, El Aaiún, Smara, Bojador y Dajla, donde el MSP ha ganado terreno últimamente. 

Además de la Asociación Saharaui de Derechos Humanos (ASADEH), que ha conseguido que la Audiencia Nacional amplíe el plazo de instrucción de la querella interpuesta contra un número importante de dirigentes del Polisario, entre ellos Brahim Ghali, acusados de torturas y crímenes contra la humanidad, en espera de la Comisión rogatoria enviada a Argel; otros grupos de defensa de los derechos y libertades existentes en el Territorio han dado su apoyo al MSP.  Entre los militantes saharauis activos en el Territorio del Sáhara, se esperaba una posición más abierta por parte de Rabat. 

En las cartas enviadas por el secretario general del MSP a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, aclara que “nuestra pretensión es ejercer influencias positivas desde un enfoque realista para lograr una solución de mutuo acuerdo que garantice los derechos e intereses de las partes”. Lo cual no deja ninguna ambigüedad sobre lo que es el Movimiento Saharauis por la Paz, y los objetivos que persigue. 

La credibilidad pues de la propuesta marroquí de autonomía avanzada para la región del Sáhara, está en juego.