Opinión

Crece la industria armamentística a pesar de la pandemia 

photo_camera Crece la industria armamentística a pesar de la pandemia 

Sigue boyante la fabricación y venta de armamento, uno de los negocios globales a los que la pandemia del coronavirus no parece afectarle. Las ventas de armas y servicios militares por parte de las mayores 100 empresas del sector (excluyendo las chinas) llegaron a los 420.000 millones de dólares. Así lo establece el Anuario 2019 del Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo (Sipri), publicado este 9 de diciembre. El Instituto establece asimismo un palmarés, según el cual los 25 primeros grandes actores del sector armamentístico acaparan 361.000 millones de dólares, es decir el 8,5% más que en 2018.  

De la compilación de datos surge un gasto militar mundial de 1,822 billones de dólares, equivalentes al 2,1% del PIB mundial y 239 dólares por persona. América, Asia y Oceanía, en particular Estados Unidos y China, cuentan con los mayores gastos militares del planeta. Europa registró un aumento del 1,4%, debido principalmente a una subida en Europa Occidental, donde todos los países salvo tres aumentaron su desembolso. Por el contrario, el gasto militar disminuyó en África en un 8,4%.  

Por países, los que más gasto militar registraron al cierre de 2018 fueron por este orden Estados Unidos, China, Arabia Saudí, India y Francia, que en conjunto acaparan el 60% del total mundial. No obstante, las diferencias entre estos cinco de cabeza son abrumadoras: Los EE UU, con 694.000 millones de dólares, acaparó  el 36% mundial, y equivalen a 2,6 veces el de China, que fue de 250.000 millones de dólares. En relación con el PIB, Arabia Saudí presenta la mayor carga militar del mundo, con un 8,8% de su Producto Interior Bruto. La Monarquía saudí gastó un total de 67.600 millones de dólares, seguida muy de cerca por India (66.500 millones) y Francia (63.800 millones). Todos ellos rebasan a Rusia, cuyos 61.400 millones de dólares en gasto militar suponen una caída del 22% respecto al máximo alcanzado en 2016 tras el final de la Guerra Fría.  

Los tres mayores aumentos relativos del gasto militar correspondieron a Burkina Faso (52%, Jamaica (40%) y Armenia (33%), mientras que las tres mayores disminuciones relativas se las anotaron Sudán del Sur (50%), Sudán (49%) y Benin (28%).  

Crece la industria armamentística a pesar de la pandemia 
Del declive del imperio americano nada de nada 

Pese a quienes auguraban el “declive del imperio americano”, el Sipri destaca que, por primera vez desde 2002, las cinco empresas de armamento que encabezan el ranking mundial tienen la sede en los EE UU: Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics. Estos cinco gigantes vendieron sistemas de armamento por valor de 148.000 millones de dólares, o sea el 35% de las ventas de armas de las Top 100, con un incremento anual del 7,2%. Junto con las otras empresas norteamericanas de menor tamaño, pero que también aparecen entre las cien más boyantes, el total del volumen de negocio de las corporaciones de Estados Unidos ascendió a 246.000 millones de dólares, o sea el 59% del total de las armas vendidas por el Top 100. 

Además, y conforme a lo que ordenó el presidente Donald Trump en 2017, se observa una tendencia aún mayor a la concentración de las grandes productoras de armamento, para encarar la remodernización exigida por Trump, lo que lejos de marcar un declive dibuja más bien  una senda de mayor crecimiento y volumen de negocio para el nuevo decenio.  

Aparte de las diez empresas rusas que aparecen en la lista, Europa incluye un total de 27 empresas con un total de ventas equivalente a 102.000 millones de dólares. Se observa un descenso del 4,8% en las ocho que tienen su sede en el Reino Unido, pese a lo cual siguen siendo las más elevadas de Europa, con BAE Systems incrustada en el sexto lugar de la lista mundial, siendo el mayor productor de armas del mundo fuera de Estados Unidos.  

Los 35.100 millones de dólares vendidos en armas por los británicos están seguidos por los 23.200 millones de las seis empresas francesas, encabezadas por los aviones de combate de Dassault Aviation, que disparó su cifra de negocios en un 30%. Caída en cambio de un 3,8% de las cuatro empresas alemanas incluidas en el ranking, con fuertes aumentos de ventas de vehículos militares por parte de Rheinmetall, contrarrestados con los descensos en la venta de barcos por parte de ThyssenKrupp. 

A destacar también la estabilidad en el negocio de la venta de armas de las seis empresas japonesas (2,4% del total del ranking), y el de las tres empresas israelíes (2,1%), pero donde la proyección de Elbit Systems, Israel Aerospace Industries y Rafael se han asentado definitivamente en el mercado.  

En esta quincuagésima edición de su Anuario el Sipri ha incluido por primera vez a los fabricantes chinos. Cuatro de ellos, especialmente Aviation Industry Corporation of China (AVIC) aparecen entre los 25 primeros del ranking. El Sipri aclara que otras empresas chinas hubieran podido figurar también, pero la insuficiencia de los datos aportados impide incluirlas por ahora.  

La primera conclusión es, pues, bastante evidente: la industria armamentística goza de muy buena salud. El coronavirus, que está diezmando poblaciones en todo el mundo, no ataca a un sector tan decisivo para matar como para disuadir al enemigo de que lo haga. Porque, a pesar de los mejores buenismos, nunca habrá un mundo tan ideal como para que en él no quepan las armas.