OTAN: Trump reactiva la geoestrategia con Irán y Turquía, acuerdo histórico en Defensa y una contención silenciosa a China y Rusia

- Trump celebra “la victoria norteamericana” de los ataques a Irán
- La OTAN se compromete al 5% de gasto militar
- Un lenguaje más blando respecto a Putin y sin mención a China
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, dialogaron en una sala a parte sobre la situación actual del conflicto entre Irán e Israel en la cual el líder turco expresó al presidente norteamericano sus esperanzas de alcanzar un alto el fuego permanente en el que se asegure que Irán e Israel no violen el acuerdo, tras la reunión de los líderes de los países de la OTAN en la cumbre de La Haya.

Según la página oficial de la Presidencia de Turquía, ambos líderes acogieron con satisfacción los esfuerzos puestos en acabar con el “régimen del terror iraní”. Sin embargo, el presidente turco horas antes señaló en el atril de la sala de prensa de La Haya que “Israel debe cesar el terrorismo de Estado contra Irán”, e instó a Francia, Alemania y Reino Unido que apoyen un cese de las actividades que favorezcan un aumento de las tensiones regionales.
En paralelo, Erdogan apuntó que comparte más de 560 kilómetros de frontera con Irán. Finalmente, el líder turco destacó la importancia del diálogo y que Europa y Occidente no puede perder de vista la tragedia humanitaria de la Franja de Gaza y alcanzar una solución pacífica en Israel y Ucrania.
En el plano comercial, Donald Trump aprovechó para firmar principios de acuerdos comerciales con Turquía que sirvan para mejorar las relaciones entre ambas potencias con el objetivo de alcanzar los 100.000 millones de dólares de intercambio comercial, especialmente, en la industria militar, tal y como señaló el comunicado oficial de la Presidencia de Turquía.

Trump celebra “la victoria norteamericana” de los ataques a Irán
Antes de la reunión Donald Trump señaló junto a su secretario de Estado, Marco Rubio, y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, que los ataques a las instalaciones iraníes de enriquecimiento de uranio fueron una “victoria para todos”, que han terminado en totalidad con el programa nuclear iraní. “Les digo que lo último que quieren ahora es enriquecer. Quieren recuperarse”, apuntó Trump.
El presidente norteamericano se atribuyó a él y a su comitiva el final de la guerra entre Irán e Israel, conflicto que calificó como “la guerra de los 12 días”. En la misma comparecencia, Donald Trump señaló que Irán había sido un rival digno, y que los preavisos sobre los lanzamientos de misiles a la base militar estadounidense en Qatar “salvó cientos de vidas de soldados norteamericanos”. Por último, Trump anunció que este ataque espera que suponga un cambio de rumbo en el poder iraní, con el cual en un futuro cercano quiere negociar y mantener relaciones. “Terminaríamos teniendo algún tipo de relación con Irán”, señaló Trump.
Unas esperanzas que el enviado especial de Estados Unidos en Oriente Medio, Steve Witkoff, gratificó indicando que las conversaciones entre Washington y Teherán eran “prometedoras”, pero que el objetivo final es lograr la paz duradera en la región.

El compromiso de Estados Unidos para terminar con el conflicto es total: tanto en el plano militar como en el plano político. Para ello, Trump ha señalado que las negociaciones sobre el fin del programa nuclear y el establecimiento de un alto el fuego a largo plazo.
Sin embargo, fuentes del Pentágono señalaron que los ataques norteamericanos no lograron terminar con el programa nuclear de Irán. Ante las informaciones la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karline Leavitt, confirmó la autenticidad de la evaluación, pero dijo que era “totalmente errónea y estaba clasificada como 'alto secreto', pero aun así se filtró”. No obstante, Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, celebró la victoria histórica sobre Irán la cual “perdurará durante generaciones”.

La OTAN se compromete al 5% de gasto militar
La organización de la OTAN se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa hasta el 5 % del PIB, tal como lo exigió Donald Trump. La conclusión de la cumbre en La Haya establece un nuevo estándar para los 32 países que forman parte de la alianza. Este ha sido el principal logro de la reunión, donde el secretario general, Mark Rutte, se esforzó por evitar que la cumbre resultara en un fracaso o que la alianza atlántica sufriera daños irreparables.
“Hay desacuerdo en cuanto a que ellos -España- creen que pueden alcanzar estos objetivos de capacidades con un 2,1% y la OTAN, que dice que tiene que ser un 3,5% solo para el gasto en defensa pura. Todos los aliados informarán sobre cómo están alcanzando el compromiso. Así que ya veremos, y en 2029, en cualquier caso, revisaremos todo esto”, señaló Mark Rutte con respecto a las declaraciones del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Dentro de la sala del Consejo Atlántico, donde los líderes se han reunido para dar su aprobación a la declaración, hubo aliados que enfatizaron la importancia de llegar al 5 %, mientras que otros apoyaron la flexibilidad mencionada en el texto. El presidente de Estados Unidos, por su parte, comentó en la reunión: “La mayoría de los aliados se han comprometido al 5%, pero no todos. No sé la razón”. Además, Trump, según las fuentes, ha elogiado que todos los aliados alcanzarán el 2 % en este año.

Un lenguaje más blando respecto a Putin y sin mención a China
Los Aliados reafirmaron su compromiso inquebrantable de apoyar a Ucrania, cuyos esfuerzos por mantener la seguridad también benefician a los nuestros. Con ese objetivo, los Aliados confirmaron que incluirán aportes directos a la Defensa de Ucrania, así como a su sector de Defensa, dentro de sus cálculos de gastos militares.
“Ucrania tiene un camino claro y sin retorno hacia la OTAN”, le comentó el secretario general a Zelenski durante una conferencia conjunta antes de la reunión. “Es crucial que esta dirección se mantenga”, respondió Zelenski, quien siempre ha afirmado que la verdadera seguridad de Ucrania proviene de su pertenencia a la OTAN.

Asimismo, el lenguaje utilizado en relación con Rusia también fue más suave, ya que en documentos anteriores se le describía como la “mayor y más directa amenaza para los aliados”; cuando en esta ocasión, se hizo un llamado a la cooperación entre los socios “frente a serias amenazas y desafíos a la seguridad, especialmente la amenaza a largo plazo que Rusia representa para la seguridad euroatlántica y la continua amenaza del terrorismo”.
Además, no se mencionó a China, que el año pasado era considerado uno de los retos para los aliados. Uno de los argumentos que se presentó a la Administración estadounidense fue la sugerencia de Europa que podría ignorar su propia seguridad, ya que el poder de China solo afecta directamente a los intereses norteamericanos en la región Indo-Pacífica.