La inmigración empaña el 4 de Julio más feliz de Joe Biden

Joe Biden

El “día de la independencia del virus” no lo ha sido tanto. Al menos no tanto como presumía hace dos meses el presidente Joe Biden, vaticinando que para esta fecha de celebración los Estados Unidos estarían ya libres del contagio y con el 70% de la población vacunada. Ni una cosa ni la otra: ni ha desaparecido el riesgo de contraer la enfermedad, ni los americanos han alcanzado aún el porcentaje en el que se ha situado la inmunidad de rebaño, o del rebaño si nos dejamos llevar por la terminología del negacionismo otorgando a las masas un contrastado carácter manipulable y dócil en esta crisis sanitaria. Pese a todo, el país entero ha estallado en una especie de euforia social celebrando que “América vuelve a juntarse”, el eslogan elegido para los fastos en la Casa Blanca con el que se intenta tapar el error de cálculo del presidente. ‘Sleepy Joe’ ya comienza a comprobar que no todo es tan fácil como parece ni siquiera siendo el hombre más poderoso del mundo. Se ha apoyado para mitigar ese fallo en la cifra mágica de dinero anunciada para la reconstrucción, los 1,9 billones de dólares que convirtieron las primeras semanas del mandato en una suerte de entelequia con la chequera en la mano. Y en el impresionante repunte del empleo en junio, 850.000 puestos de trabajo creados gracias a esos estímulos y a la recuperación de la actividad económica. 

Todo ello permite a Biden mantener una cuota de popularidad muy aceptable en el primer verano de su legislatura. Las encuestas de los medios más prestigiosos le otorgan un grado de aprobación sobre su empleo como presidente de entre el 50 y el 56%. Gallup pone a 14 puntos de distancia el aprobado del suspenso. Battleground Poll y el Georgetown Institute of Politics rebajan la diferencia a siete, pero lo más elocuente puede ser la distancia que Fox News le otorga a su favor: 13 puntos que dejan claro el tirón de imagen del veterano político en su primer 4th of July en el Despacho Oval. 

Los encuestados no le dan tanta nota cuando se trata de valorar la forma con la que Biden está afrontando el asunto migratorio. A pocos convence el viaje de la vicepresidenta Harris a México como parte de la estrategia para frenar la entrada de ilegales. Un 51% de los encuestados por ABC News y The Washington Post desaprueba sus políticas hacia los inmigrantes, todavía indefinidas, aunque hayan mantenido la presión en la frontera y las devoluciones aplicadas por Trump. Lo peor no es eso: sólo un 33% las aprueba, con un 16 como indecisos en una cuestión capital para los estadounidenses. Las cifras se repiten en los estudios de CNN, CNBC o Marist Poll. 

En general los asuntos de política interior están siendo el refugio de Biden en lo que a su opinión pública respecta. Goza de muy buenos índices de apoyo en asuntos como la política ambiental (54 según CNN), lucha contra la pandemia (66), injusticia racial (54) o la economía (51). Pero el porcentaje de aprobación baja ostensiblemente cuando a sus ciudadanos les preguntan por su papel como comandante en jefe o en acción exterior. Ni siquiera la gira europea lo ha mejorado. 

Respecto a una de sus promesas más recordadas en aquel discurso en la escalinata del Capitolio el 20 de enero, la de unir a un país dividido en dos por la polarización a favor y en contra de Trump, la última encuesta de Quinnipac University pone diez puntos arriba la impresión de que Biden está haciendo más para unir al país que para dividirlo (51-41). Tiene crédito suficiente en este sentido el presidente, aunque lo ha dilapidado en otro asunto interno que preocupa más a los europeos que a los americanos: la tenencia de armas de fuego. El 51% desaprueban su forma de acometer este asunto enraizado en las tradiciones y la cultura estadounidense (CNN). 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato