Los paleontólogos descubren en Marruecos el primer dinosaurio semiacuático

Por Amina Adib
Foto: Reconstitución del dinosaurio semiacuático descubierto en Marruecos.
Un grupo de paleontólogos descubrió en Marruecos el primer dinosaurio semiacuático, según publicó la revista ‘Science’. El Spinosaurus aegyptiacus –un dinosaurio carnívoro más grande que el Tyrannosaurus rex– era un fantástico nadador que vivió hace 95 millones de años en África. Este enigmático animal es el primer dinosaurio que se conoce capaz de vivir tanto en tierra como en el agua. Un equipo internacional de paleontólogos ha sido capaz de montar el “puzzle” de su anatomía gracias al hallazgo de nuevos fósiles en Marruecos. Desde que el paleontólogo alemán Ernst Stromer descubriera los primeros fósiles de esta especie en Egipto, está considerada como una “rareza” por su morfología y ecología. “Trabajar con este animal ha sido como estudiar un alienígena llegado del espacio. No se parece a ningún otro dinosaurio que haya visto”, declaró Nizar Ibrahim, paleontólogo de la Universidad de Chicago y autor principal del estudio. Se mire por donde se mire, el Spinosaurus aegyptiacus es un animal intrigante. En primer lugar, mide 15 metros de largo, tres más que el más grande de los Tyrannosaurus rex, lo que lo convierte en el dinosaurio depredador más enorme que ha vivido en el planeta. Además, su cuerpo muestra una serie de adaptaciones acuáticas jamás vistas en otro dinosaurio que le permitían pasar mucho tiempo en el agua y alimentarse de tiburones, peces sierra y peces pulmonados.
Hallazgo en el Sáhara
En realidad, la primera evidencia de un Spinosaurus fue descubierta hace más de un siglo por el paleontólogo alemán Ernst Freiherr Stromer en el Sáhara egipcio, pero, por desgracia, los fósiles fueron destruidos en 1944 durante la II Segunda Guerra Mundial en un bombardeo aliado en Múnich. Al menos, las notas, fotos y apuntes de Stromer sobrevivieron. Los nuevos fósiles, un conjunto mucho más completo que incluye partes de un cráneo, la columna axial, la pelvis y las extremidades, fueron recuperados por un cazador de fósiles local en la región de Kem Kem, en el Sáhara marroquí, una zona que una vez fue un largo río repleto de vida. Los investigadores utilizaron los restos para recrear un modelo digital de un ejemplar adulto y compararlo con otras especies similares. Así, se dieron cuenta de sus extraordinarias adaptaciones acuáticas. El dinosaurio podía retraer sus narices carnosas a una posición en la parte superior de su cabeza y utilizaba sus pies planos para propulsarse a través del agua. La cintura pélvica y las extremidades posteriores también eran más pequeñas que las de otras especies relacionadas, y el centro de gravedad parecía haberse desplazado hacia la parte trasera para facilitar la natación. El cuello, la columna vertebral y la cola de este dinosaurio también estaban adaptados para perseguir presas bajo el agua. En su parte posterior, una vela probablemente cubierta de piel se mantenía visible cuando el animal estaba en el agua. Este cuerpo de nadador, sin embargo, le obligaba a caminar a cuatro patas cuando se desplazaba en tierra. “Lo que más nos sorprendió fueron sus proporciones inusuales. Proporciones de los miembros como éstas se ven en las primeras ballenas, no en dinosaurios depredadores”, explicó Paul Sereno, uno de los más famosos cazadores de fósiles de dinosaurios y también profesor de la Universidad de Chicago.