Tánger, el sueño que te atrapa por su misterio

El director de cine y periodista Javier Martín-Domínguez ha realizado un documental muy interesante sobre las vidas de Paul y Jane Bowles, titulado “Mapas de agua y arena”, como acercamiento al ambiente del mundo de los viajeros románticos que exploraban sin prisas los territorios vírgenes más atractivos en el norte de África.
El documental se estrenó en Tánger el 20 de noviembre en el Teatro Riad Sultán a la espera de una gira por otras ciudades marroquíes.
Javier Martín-Domínguez ha desarrollado su carrera en el periodismo, la televisión y el cine, como director, productor y guionista. Es conocido por su documental “Leonora Carrington: El juego surrealista” (2012). Con su película de ficción “Within the skin” ganó el primer premio del Festival de Pamplona.

Martín-Domínguez trabajó para TVE como director de desarrollo y canales temáticos y secretario general. Fue corresponsal de la Radio Televisión Pública Española en Nueva York durante diez años, y corresponsal en Extremo Oriente, con base en Tokio, del diario barcelonés La Vanguardia. Asimismo, fue redactor jefe de la revista Comunicación XXI, además de ser columnista de cine y medios de comunicación.

¿Cómo le surgió la idea de hacer este documental tan interesante sobre Paul y Jane Bowles?
Yo descubrí a Paul Bowles como lector de sus novelas en Estados Unidos, a principios de los años 80. No era muy fácil de encontrar su obra publicaba en editoriales marginales de universidades. , Por esta búsqueda apareció Bowles en mi vida con “El cielo protector”, con “Déjala caer” y con “La casa de la araña” y yo no podía parar de comprar y recuperar sus libros y, finalmente, también su autobiografía.
Me provocó una fascinación por el viaje, por la aventura, por el mundo exótico, y por Marruecos.
Era un músico-compositor al que le vino la idea de que tenía que escribir una novela que ocurría en África, en el desierto y que para eso tenía que volver a Tánger, una ciudad que había conocido previamente. Ese impulso de un sueño le trajo aquí y a mí, a mis sueños de buscar en su vida tangerina. Y así nació finalmente la idea de hacer una película sobre este escritor viajero que me ha fascinado; y vine a Tánger, se lo propuse y al final lo hicimos.

¿Qué comparte usted con Bowles en su visión de la ciudad de Tánger?
A los dos nos fascina este mundo que es al mismo tiempo auténtico y muy real; las cosas aquí parece que no tienen trampa, que la gente es como es; pero, al mismo tiempo, no llegas a conocer el secreto íntimo del por qué actúan, así como son. Hay una mezcla de gusto por una civilización, por una cultura distante, diferente que te fascina.
Pero sabes que esconde algo especial y la búsqueda de eso es lo que te obliga a seguir y a volver a meterte más dentro de esta ciudad que ha cogido un nombre de pura fantasía, de puro sueño, a través de sus calles, sus comidas, sus olores.
Después de vivirla de vez en cuando como hago yo en mis viajes a Tánger, te das cuenta de que eso no es verdad, que Tánger es un sueño muy complejo y que uno va a seguir soñando mucho tiempo.

¿Qué simboliza el título “Mapas de agua y arena” en la vida de Jane y Paul Bowles?
Es la mezcla de dos personalidades o dos cosas que no casan: el agua por un sitio y la arena por todo.
Vemos que los mapas van pintados de un color sepia y de un color azul y eso no se junta, pero hay una línea que los une. Eso es lo diferente y es una sensación curiosa de explicarlo dentro de un mapa; porque los mapas son los que permiten buscar la dirección de los sitios en la vida.
Entonces, como son dos cosas opuestas o complementarias, necesitan una explicación y ese es el mapa que se debe seguir para encontrar las claves de este secreto, “Los mapas de agua y arena”. Es curioso porque son dos personalidades aquí, un Paul en sepia y una Jane en azul: el agua y la arena, algo sólido y algo voluble.

¿Qué aspectos le han fascinado y qué aspectos le han chocado en la vida de la pareja Bowles?
La capacidad para abandonar el mundo de un compositor de música reconocidísimo. Cómo fue capaz de cambiar su registro, de dejar la música, de entregarse a la escritura y de abandonar una vida muy intensa y divertida en Nueva York, de entrar en la aventura, en el nomadismo en buscar otra fórmula vital. Ser realmente un espectador no de un mundo que se puede controlar, sino de un mundo distante, ajeno a ti mismo, te obliga a potenciar tus sentidos y a explicarte la vida con mucha más profundidad.
Ellos buscaron el huir de lo cotidiano, de lo simple, de lo común y entregarse a la fascinación de los nuevos mundos diferentes, eso es lo que más me apasiona.
Lo que me ha chocado es esa relación tan compleja de la pareja con intereses muy distintos incluso en la escritura; cada uno escribiría de una manera muy diferente con un universo muy estructurado, muy trabajado y lleno de cambio como fuego artificial continuo que se evapora y que se sale del sitio. El hecho de que estas dos personalidades pudieron convivir y tuvieron unos años de apoyo mutuo explica mucho también de cómo son las relaciones de pareja.