El Barça remonta, gana y golea a un Real Madrid descompuesto

Los tres goles de Mbappé no fueron suficientes 
<p>Lamine Yamal celebra después del partido con sus compañeros - REUTERS/ NACHO DOCE&nbsp;</p>
Lamine Yamal celebra después del partido con sus compañeros - REUTERS/ NACHO DOCE 

Un 0-2 al Barça en 2025 no significa nada. Así llegó el Real Madrid al minuto 15 del Clásico, pero todos sabían lo que venía después. Ya había pasado dos veces ante el Inter de Milán en Champions y, aun así, el Real Madrid sufrió la remontada de la que todo el mundo habla y fue incapaz de frenar el fútbol total del equipo azulgrana. Eric García, Yamal y Raphinha dejaron tocados y hundidos a los blancos. 

En esos tres goles tuvo mucho que ver el propio equipo blanco. Dos incomprensibles regalos en la salida de balón pusieron en evidencia a un equipo en la que cada jugador hace la guerra por su cuenta. Lucas Vázquez fue uno de los señalados, pero el choque frontal entre Ceballos y Mbappé en el medio campo fue el culmen de la mala planificación de la temporada a todos los niveles. 

<p>Eric García anota su primer gol - REUTERS/ ALBERT GEA </p>
Eric García anota su primer gol - REUTERS/ ALBERT GEA 

El Barça aprovechaba cada error y en la segunda parte anotó el 4-2. Todo parecía indicar que una nueva goleada hundiría al Real Madrid, pero Mbappé anotó el 4-3 para lavar un poco la imagen del equipo que se ha ido descosiendo con el paso de la temporada. 

El francés y Vinicius no han encontrado nada en común que haga mejor al equipo. Rodrygo ha dimitido de la banda derecha y Bellingham es un bregador inoperante que se dedica a barrer demasiado campo sin apenas pisar el área. 

<p>Kylian Mbappé celebra su primer gol con Jude Bellingham - REUTERS/ NACHO DOCE </p>
Kylian Mbappé celebra su primer gol con Jude Bellingham - REUTERS/ NACHO DOCE 

Ancelotti no ha trabajado al equipo esta temporada para inventarse algo nuevo tras la llegada de Mbappé y la salida de Kroos. Solo ha cambiado cromos dejando claro a unos y otros que los suplentes nunca serían titulares. Los que han conseguido plaza ha sido por la fuerza. Asencio por lesiones, Ceballos después de una buena racha de victorias hasta su lesión o Arda Güler una vez que Rodrygo desapareció. 

<p>El entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti le da la mano al jugador del FC Barcelona Raphinha - REUTERS/ NACHO DOCE </p>
El entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti le da la mano al jugador del FC Barcelona Raphinha - REUTERS/ NACHO DOCE 

No ha habido más Real Madrid esta temporada hasta el punto de que Lucas Vázquez es ya un jugador dispuesto a hacer jugadas imposibles con una calidad limitada que desembocan en errores groseros. 

<p>Kylian Mbappé del Real Madrid celebra su segundo gol con Vinicius Junior y Arda Guler - REUTERS/ ALBERT GEA </p>
Kylian Mbappé del Real Madrid celebra su segundo gol con Vinicius Junior y Arda Guler - REUTERS/ ALBERT GEA 

El Real Madrid se ha disuelto en su propio antifútbol y el Barça ha crecido exponencialmente con Flick y la dupla Lamine Yamal y Raphinha. Su fútbol alegre le permite golear al Madrid siempre y dejar una huella imborrable en Europa que no supo gestionar ante un Inter muy experimentado. 

La Liga es del Barça, pero el Real Madrid tiene un camino tortuoso por delante. El Mundial de Clubes que no quiso jugar es ahora un objetivo determinante. Mucho dinero en juego, una plantilla tocada que no sabe a qué jugar y un entrenador que ya tiene preparadas las maletas. 

<p>Raphinha celebra su cuarto gol - REUTERS/ ALBERT GEA </p>
Raphinha celebra su cuarto gol - REUTERS/ ALBERT GEA 

Florentino Pérez no quiso acometer fichajes tras las lesiones. O no había dinero o sabe que acudir al mercado con necesidad es duplicar los precios de cualquier jugador. Ahora llega un verano muy corto porque el Mundial de Clubes acaba a mediados de julio y la pretemporada debería empezar pocos días después. 

Un nudo complicado de resolver que incluye el feo a Raúl González que también saldrá del Castilla sin cumplir su sueño de entrenar al primer equipo después de seis temporadas. 

<p>Lamine Yamal celebra su segundo gol - REUTERS/ ALBERT GEA </p>
Lamine Yamal celebra su segundo gol - REUTERS/ ALBERT GEA 

Buenos tiempos en Camp Barça. Su fútbol limpia el barro de un club endeudado y embarrado. Malos para los blancos que, como siempre, se agarran a otro título inesperado para que la temporada no sea tan calamitosa como su fútbol.