Hammouchi y el liderazgo de Marruecos en la seguridad global: cooperación y estrategia en el foro de Moscú

El director general de Seguridad Nacional y de Vigilancia del Territorio de Marruecos (DGST-DGSN), Abdellatif Hammouchi, ha consolidado una vez más su papel como figura central en el ámbito de la seguridad e inteligencia a nivel planetario, en un contexto internacional fuertemente marcado por amenazas crecientes, especialmente, con respecto al terrorismo.
Del 27 al 29 de mayo, Hammouchi participó en la 13ª Reunión Internacional de Altos Responsables de Seguridad, celebrada en Moscú. Allí, representantes de más de 100 países y organizaciones debatieron sobre los principales desafíos a los que se enfrentan los servicios de Inteligencia y Defensa de todo el mundo, en un contexto cada vez más interconectado y, por ende, vulnerable.
Marruecos, socio clave internacional
La presencia de Hammouchi en esta cumbre internacional no fue solo representativa. Durante sus intervenciones, el responsable marroquí abogó fuertemente por la necesidad de establecer una infraestructura de seguridad global, “común e indivisible”, que se rija por unas bases de cooperación equitativa global entre todos los servicios de Inteligencia del mundo.
Además, puso sobre la mesa el debate sobre la urgencia que existe en cuanto la compartición de información crítica de manera segura, rápida y confiable, bajo un principio de beneficio mutuo y corresponsabilidad entre los servicios de seguridad de todos los países.
“En un momento en que las amenazas se entrelazan y los riesgos trascienden las fronteras geográficas demuestran ser un pilar sólido en el edificio de la estabilidad regional e internacional”, señaló Abdellatif Hammouchi en Moscú entre las élites de los servicios de inteligencia mundiales.

“Marruecos no es país para delincuentes”
En los últimos años, Marruecos ha pasado de ser un punto de tránsito para redes criminales a convertirse en un referente regional en seguridad estratégica. “Marruecos ya no es un lugar de paso seguro para los estafadores; más bien, se ha convertido en un nodo de seguridad para ellos y en una fuerza formidable en la lucha contra el crimen transfronterizo”, añadió.
Detrás de este cambio hay una apuesta clara por una política de fortalecimiento de capacidades, modernización tecnológica y colaboración internacional. Marruecos ya no es visto como un territorio débil en términos de vigilancia, sino un socio clave para contener amenazas transfronterizas, especialmente para la Unión Europea, puesto que la contención marroquí de los terroristas provenientes del Sahel es fundamental para la seguridad de la Unión.
Y así lo confirman las estadísticas de detenciones de individuos buscados por la INTERPOL, la neutralización de células terroristas y las acciones preventivas contra cibercrimen.
“Detrás de cada detención de una persona buscada internacionalmente, y detrás de cada intento de infiltración frustrado, hay un aparato de seguridad vigilante, que opera con espíritu proactivo y gran profesionalismo”, añadió el director general de la DGST-DGSN.

Reuniones bilaterales
Al margen del foro, Hammouchi mantuvo reuniones bilaterales con responsables del FSB ruso (Servicio Federal de Seguridad), además de otros altos mandos de agencias internacionales. En ellas, se profundizó la cooperación en temas como terrorismo, crimen organizado, seguridad cibernética y en el intercambio directo y seguro información.
Unos encuentros que no hacen más que reforzar y demostrar que Marruecos ya no es un actor secundario en materia de seguridad, sino que se ha convertido en un país clave que funciona como bisagra entre África y Europa y que ha demostrado tener capacidades sólidas para ser un socio confiable.
“Una arquitectura global”
Uno de los mensajes clave de Hammouchi fue que “no puede haber seguridad verdadera si no es compartida”. Marruecos apuesta por una arquitectura global que no excluya a los países del Sur, sino que los integre como socios activos, lo que distancia a las políticas llevadas a cabo por Rabat de los actuales modelos unilaterales que adoptan la gran mayoría de los países. Marruecos, en estos tiempos de cambio, ha optado por una lógica de “win-win” y de una cooperación más sostenible y, sobre todo, horizontal.

“El modelo marroquí es un modelo basado en la coordinación internacional y una prueba de que el profesionalismo marroquí ya no sólo impresiona, sino que aterroriza a quien apuesta por el caos o la infiltración”, concluyó su intervención.
La intervención de Hammouchi en Moscú refuerza que Marruecos es hoy un actor relevante en la seguridad internacional que coordina, prevé, se adapta y contribuye activamente a la estabilidad regional y global.