Jugadores, entrenadores y directivos analizan el futuro del fútbol en Estados Unidos

La MLS cumple 25 y se prepara para ser una potencia mundial

photo_camera PHOTO - Higuaín durante un partido de la MLS

“Los niños norteamericanos de 10 años crecieron con padres aficionados al fútbol”. Esta frase pondría punto final a este viaje por la américa del fútbol. Si una generación se aficiona a un deporte en Estados Unidos ese deporte tiene larga vida. La reflexión la hace Borja de Matías, un periodista madrileño con buen ojo para ver más allá del fútbol que ven los aficionados. De Madrid a Buenos Aires y de allí al Alavés de Pellegrino. Ahora es jefe de scouting de los Chicago Fire.

La decadencia del béisbol

En las series de televisión ya se refleja a una sociedad seducida por el fútbol. El béisbol ha quedado para los aficionados más veteranos. Un deporte y una religión que se juega a otra velocidad y que no acaba de atraer al público más joven. Las últimas audiencias de televisión reflejan que los partidos de MLB no son lo más visto en las noches americanas. La NFL es el gran gigante televisivo. La Superbowl es el espectáculo más visto en EE. UU., los 30 siguientes contenidos deportivos también son partidos de fútbol americano y, después, aparecen los partidos de NBA. Un dato que ya puso en alerta a los amantes del deporte americano: la final de MLS de 2019 entre Atlanta y Portland fue seguida por 73.019 aficionados en el Mercedes-Benz Stadium de la ciudad de la Coca-cola mientras que la Superbowl entre Patriots y Rams acogió a 70.081 espectadores en el mismo espacio.

El inicio del “soccer” en Estados Unidos se remonta a 1993. La Federación de Fútbol de EE. UU. pone orden en su maltrecho fútbol y crea la Major League Soccer (MLS). Fue la manera de decirle a la FIFA que se preocupaban por este deporte y que el Mundial de USA ‘94 iba a ser todo un éxito. En 1996 se disputó el primer partido de la MLS entre San José Clash y DC United ante 30.000 aficionados que alucinaron con el solitario gol local de Eric Wynalda. Era el germen del fútbol llevado a Estados Unidos. La tierra de las oportunidades tomó al deporte rey de Europa y lo adaptó a sus circunstancias. La final de la pasada temporada entre Seattle y Toronto en el estadio CenturyLink Field de la ciudad norteamericana dio cita a 70.000 personas en directo y a casi un millón y medio por televisión en EE. UU.

Estadio Chicago Fire
Franquicias

El fútbol se mueve por franquicias. Un capital privado pide a la MLS entrar en la competición formando un equipo. La MLS le pide a su vez que explique cómo va a conseguir arraigo en la ciudad elegida. Afición, publicidad, estadio, plantilla, cantera… Con dinero se llega lejos. El canon es de unos 200 millones de dólares para sentarte en la mesa de Los Ángeles Galaxy, D.C United, New York Red Bull o Sporting Kansas City. El dinero llega de empresarios que quieren conseguir estatus al margen de sus negocios. Esos inversores se han aliado en los últimos años con exjugadores reconocidos. El Inter de Miami debutó este año en la MLS con el patrocinio de David Beckham. El jugador inglés llegó a Los Ángeles en 2007 y en su contrato incluía una cláusula que le permitía fundar un equipo de fútbol en el futuro.

“Los inversores están viendo que el futbol en EE. UU. continúa creciendo, que es un deporte con más masa social y lo ven como una buena inversión”. Son las palabras de Alfonso Mondelo, director deportivo de la MLS. Atiende a Atalayar en plena gestión de una competición que celebra su 25 aniversario en medio de una dura crisis sanitaria para el país. Ha sido la primera liga de todo el mundo en comenzar, lo ha hecho sin público en los estadios, con viajes cortos entre equipos de zonas próximas y gestionando las fases del campeonato poco a poco. Un éxito.

“Es un país muy grande, con cincuenta estados. Hay mucha capacidad para que nuevas franquicias puedan seguir uniéndose a este gran proyecto. Queremos ser una gran liga a nivel mundial”, sentencia Mondelo mirando al futuro del fútbol norteamericano. Los datos avalan el sueño de ser una potencia. La asistencia media en 1996 fue de 17.000 espectadores, en 2000 tuvieron el dato más bajo con 13.700 espectadores de media. Desde 2005 la progresión ha ido en aumento hasta los 21.700 de la pasada temporada.

Salarios y modelos

El deporte americano tiene muy marcadas sus reglas. Así ocurre en el baloncesto, en el béisbol o en el fútbol americano. El limite salarial es lo que iguala a los equipos y lo que impide plantillas millonarias que ganen campeonatos por sistema. Hay tres jugadores por equipo que pueden superar los 1,4 millones de dólares entre el precio de su fichaje y su salario, el resto de la plantilla siempre estará por debajo.

El formato de su competición es muy diferente al de cualquier liga europea. “Es un país distinto. La cultura deportiva es diferente. No es mejor ni peor”, explica Mondelo. Los 25 años de MLS respaldan al director deportivo para comparar su competición con el resto de las ligas europeas. “Al comienzo de cada temporada los 26 equipos creen que tienen opciones de ser campeones, algo que no ocurre en otras ligas del mundo donde siempre hay equipos muy fuertes que ganan y otros que luchan por mantenerse en la categoría. En 25 años de MLS hemos tenido 16 campeones”.

David Beckham, dueño del Miami FC
Cantera

Estados Unidos ha potenciado la cantera. Saben que es la mejor manera de arraigar el fútbol y a los equipos a las ciudades donde pertenecen. En la web de cada franquicia se destaca al jugador canterano para ponerlo en valor. Apenas existen los fichajes de jugadores del propio país. El equipo que tiene a un buen futbolista lo cuida y lo pone a trabajar para crecer. De fuera llegan jugadores libres, europeos rebotados que quieren minutos y protagonismo, jugadores latinos, asiáticos… tienen su propio draft al estilo NBA para dar paso en las franquicias a los jóvenes graduados.

La cantera de la MLS está en alza. La Bundesliga vio claro el crecimiento y firmó un acuerdo de colaboración en 2007 para intercambiar también conocimientos de construcción de estadios y de financiación. Esa relación ha conseguido que un jugador como Alphonso Davis pasara de Vancouver a ganar la Champions con el Bayern de Munich por 10 millones de euros.

Entre los españoles que juegan en la MLS está Andreu Fontás, jugador de Sporting Kansas City. Allí llegó en 2018 después de pasar por el Mallorca, el Celta y el histórico Barça de Pep Guardiola campeón de todo en España y en Europa. Su presencia en la franquicia de Kansas va más allá del terreno de juego. Responde a las preguntas de Atalayar mientras se recupera de su operación de Aquiles y vuelve a las convocatorias. “Intento aportar lo que he vivido en España a los compañeros y a los jóvenes. Aquí se apuesta mucho por ellos e intento ayudarles”, explica.

Otro jugador importante es Álvaro Medrán. Empezó en la cantera del Real Madrid, pasó por el Rayo Vallecano, el Valencia y el Alavés, pero necesitaba más minutos, sentirse protagonista y lo ha conseguido en los Chicago Fire donde es uno de los jugadores más importantes del equipo. Los equipos de la MLS ya cuentan con tres o cuatro jugadores del nivel de Primera división española; dos o tres de Segunda y otros tres o cuatro de Segunda B. Pero todos con el fútbol como formación de base para tener margen de mejora. Andreu Fontás revela algo que muchos no saben en Europa, “en Estados Unidos me he encontrado con jugadores físicamente fuertes y potentes. Es una liga de mucho nivel”.

La MLS es el faro de guía del fútbol en América del Norte
Mundial 2026

La Major League Soccer trabaja en su particular objetivo del año 2026. El Mundial de fútbol que organizarán junto a México y a Canadá es el escaparate perfecto para mostrar su potencial al mundo 32 años después de aquel despegue de 1994. “Año tras año la asistencia los estadios aumenta y el interés televisivo, también. Queremos mejorar el nivel hasta conseguir ser una de las mejores ligas y esperemos que en 2026 estemos en posición de atraer a talentos de nivel mundial”, explica el director deportivo de la MLS.  Desde dentro Fontás ve un futuro “brillante porque la MLS no para de crecer. Ha cambiado mucho en el poco tiempo que llevo aquí”. De Matías coincide con estos puntos de vista “la MLS acabará siendo una potencia de fútbol mundial por la profesionalización que tiene la competición”, asegura con la experiencia que le da haber trabajado al primer nivel en un equipo de LaLiga.

Queensboro y Villa

La MLS es el faro de guía del fútbol en América del Norte. Una competición bien organizada, equilibrada y con esa seguridad económica que ha tardado mucho en llegar a los equipos de Europa. Un peldaño más abajo nos encontramos con la United Soccer League (USL). Una competición donde juegan los segundos equipos de las franquicias de la MLS con otros equipos potentes que no pueden acceder a la gran competición. Una especie de Segunda división española, pero sin ese aliciente de los ascensos y descensos de categoría.

Louisville City y Orlando City son los dominadores del torneo. Al igual que en la MLS también se esperan nuevas franquicias para los próximos años. El desembolso es de unos 10 millones de euros para poner en marcha el proyecto. Una buena opción para dar el salto después a la MLS y seguir compitiendo con los jóvenes en la USL.

Queensboro F.C es la flamante franquicia que se prepara para desembarcar en 2022 si los contratiempos de la pandemia no lo retrasan. Desde el mismísimo distrito metropolitano de Queens, David Villa apadrina un proyecto en el que sigue invirtiendo muchas horas y toda su experiencia.

David Villa Queens

“Viví y jugué en Nueva York durante cuatro años. Sé que Queens es un lugar muy especial”. Así presenta David Villa su nuevo objetivo profesional en la página web de la franquicia que, como todo lo que rodea a ese nuevo escudo, va tomando forma. Junto al asturiano está Jonathan Krane, empresario neoyorkino y CEO de la firma de gestión de activos Krane Shares. Dinero, gestión y talento deportivo.

Gombau y Gutiérrez

Para su nueva aventura Villa ha escogido un cuerpo técnico con poco cartel mediático, pero con gran experiencia en el fútbol mundial. Josep Gombau será el entrenador y director deportivo. Formado en el Espanyol, en el Barça y en equipos de cuatro continentes hasta que conoció a Villa en la academia que tiene el jugador en Nueva York. Luis Gutiérrez es el director técnico. Un experto en el fútbol norteamericano que formó parte del histórico New York Cosmos donde jugó Pelé o, recientemente, Raúl González. La crisis sanitaria que azota a Nueva York no ha sido suficiente para que esa ciudad pierda la motivación, mucho menos el equipo que trabaja para que todo esté a punto en el primer partido que se juegue en su nuevo estadio del York College.

Luis Gutiérrez abre su cuaderno de apuntes a Atalayar para revelar lo que será Queensboro. “Que la identidad que le queremos dar al club se haga real. Lo que por ahora son ideas y conceptos dentro de 3 años se vean realizados”, comenta. El deporte norteamericano es para los ganadores. El ejemplo más revelador son los Chicago Bulls. El público ha dado la espalda a un equipo que brilló gracias a Michael Jordan. Gutiérrez presupone algo así en el fútbol, “es una cultura que crea ganadores y donde todos se exigen competir al máximo cada día. El fútbol va siendo cada vez más popular y como negocio que es, exigirá mucho más tanto a gestores, entrenadores como jugadores”.

David Villa y Kaká durante un partido de la MSL

Villa está totalmente implicado en el proyecto. La parte deportiva es la que más lucirá o la que más sufrirá cuando el balón ruede. El director técnico y el campeón del Mundo en 2010 con la selección española hablan “sobre cualquier cosa que tenga que ver con el equipo, desde posibles jugadores hasta instalaciones deportivas”. También coincide con otros protagonistas de este viaje al corazón del fútbol estadounidense en que el futuro es prometedor, “ahora las ligas son mucho más sólidas y profesionales e intentan estabilizar ese crecimiento y elegir qué equipos se incorporan, dénde y quiénes están al frente de los clubes”.

La radiografía del fútbol en Estados Unidos nos deja una competición que mejora exponencialmente en todas las aristas que tiene el fútbol profesional. Que nadie piense que quieren quitarle el trono al fútbol europeo, son caminos paralelos. El mismo deporte con un envoltorio diferente que lo hace muy atractivo al espectador. De vez en cuando importan jugadores mediáticos como en su día fue David Beckham. Así consiguen la atención del otro lado del Atlántico y les enseñan un producto cada vez más potente. El año 2026 será una reválida para la MLS. Apunten un nombre: Cristiano Ronaldo.