Alcaraz firma una remontada gloriosa para ganar Roland Garros

Carlos Alcaraz Garfia demostró ante los más de 15.000 espectadores de la pista principal del Philippe-Chatrier de París que la esperanza es lo último que se pierde. Con todo en contra tras casi cuatro horas de partido, el tenista murciano se armó de valor y enlazó 4 puntos consecutivos que cambiaron el rumbo del partido, y quien sabe si el destino de su carrera, que terminó por consolidarse como la final más larga de la historia de Roland Garros: 5 horas y 29 minutos.

A sus 22 años 1 mes y 3 días, el murciano fue capaz de levantar dos sets (nunca en su carrera lo había logrado) y tres pelotas de partido en el cuarto para defender la corona de París y sumar su quinto título de Grand Slam con un inolvidable marcador de 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3) y 7-6(2).
En frente, el número uno del mundo en la clasificación ATP: Jannik Sinner. El tenista italiano fiel a su estilo comenzó con el partido intratable encadenando grandes servicios y contrarrestando los del tenista murciano con unos restos a la esquina que ni los mejores de la historia podrían responder.
Y es que, cuando se habla de Sinner, no se habla de un tenista más, sino de un deportista que, en los últimos 100 partidos que ha disputado sólo ha perdido ocho: tres contra el resto de los tenistas, y cinco contra Carlos Alcaraz, curiosamente, los únicos cinco partidos que han disputado.

Con un primer tramo de juego lleno de golpes ganadores, el tenista italiano consiguió romper el saque del español en el quinto juego y llevarse el primer set en nada menos que 1 hora y 5 minutos. Durante el segundo set, el tenista español comenzó sufriendo tras encadenar tres juegos perdidos consecutivos, pero finalmente logró llevar el set al tie break donde el tenista italiano se llevó el envite, situándose 2-0 arriba, a un set más de alcanzar la gloria.
Con todo en contra, Alcaraz encaraba en el tercer set con la necesidad de ganar para seguir vivo en la final. Tras varias roturas de saque, el tenista español logró remontar y ganar su primer set del partido, con un último juego digno de su nivel, dejando a cero puntos al número 1 y donde el tenista de El Palmar sacó a relucir todo su repertorio, el cual le permitió encadenar sendos golpes ganadores ante los cuales Sinner no tuvo más que aplaudir.

La exhibición estaba siendo digna del torneo, y tras 3 horas y 4 minutos comenzaba el cuarto set, donde de nuevo, el tenista murciano se encontraba contra la espada y la pared. Tras un comienzo igualado donde ninguno de los dos se alzaba con claridad sobre el otro, a las 3 horas y 35 minutos de partido, Alcaraz enfrentó la situación más difícil de su carrera: remontar tres pelotas de campeonato para Sinner.
Dicen que, ante las grandes adversidades, el talento siempre se manifiesta, y Alcaraz demostró coraje y determinación, tal y como su ídolo Rafael Nadal ha hecho gala en 14 ocasiones, “que las finales están para ganarlas”.

Tras un juego que ningún aficionado al tenis olvidará en la vida, Alcaraz encaraba los dos últimos juegos del set con una confianza en sí mismo que terminó por culminarse con un tie break, el segundo del partido, que igualaba el encuentro cuando se cumplían 4 horas y 12 minutos de partido.
Finalmente, en el quinto y último set, la final pasó a los anales de la historia tras convertirse en la final más larga de la historia del torneo, ya que se superaron las 4 horas y 42 minutos que duró la final de 1982 entre Wilander y Vilas.
Sin embargo, ni el cansancio ni el agotamiento hicieron mella en Sinner y Alcaraz que, desafiando a la física, cada vez corrían más y golpeaban más fuerte a la pelota, lo que demostró al planeta entero que nunca hay que dejar de creer.

Una vez superadas las 5 horas de encuentro, ambos tenistas llegaron empatados a 6 juegos, por lo que se debía de jugar el tercer tie break del partido, aunque esta vez fue más especial ya que se trató de un “super tie break” en el que gana el primero que llegue a 10 puntos o diferencia de 2, en caso de llegar a la puntuación de 9-9.
En él, Alcaraz jugó su mejor tenis. Sinner no tenía nada que hacer. El tenista murciano logró los 3 puntos de saque, los 3 puntos de break del italiano y el primer punto de su saque, lo que le colocó 7-0 arriba en lo que toda la pista, y así lo demostraron los fotógrafos que bajaron en masa a las primeras filas para tomar la mejor instantánea, sabría cómo iba a terminar.
Y, 10 minutos después, el presagio de todos los presentes se hizo realidad tras la consecución de un punto magistral por Alcaraz al más estilo de su ídolo Rafael Nadal. Rendido por el cansancio, Alcaraz cayó al suelo de la Philippe-Chatrier consciente de que la historia nunca olvidará cada golpe de aquel partidor.

Sin embargo, la victoria contra Sinner, no le servirá a Alcaraz para situarse como número 1 del mundo en el ranking ATP y tendrá que esperar a lo que suceda en el otro gran torneo del tenis mundial, Wimbledon al que también acudirá como el actual campeón tras derrotar a Novak Djokovic en la final del año pasado.

Se dice que las casualidades no existen. Al igual que lo hiciera Nadal, Alcaraz ganó su quinto título de Grand Slam a la misma edad que el tenista mallorquín, y, casualidades de la vida, en el lado de la pista donde hace dos semanas, fecha del inicio del torneo, se homenajeó al extenista español con una placa con su nombre y huella.
Puede que todo sea una mera consecuencia o un capricho del destino, pero en dos vidas tan paralelas, el tiempo dirá si, en la pista central de una de las competiciones deportivas más importantes del mundo, Nadal y Alcaraz compartirán un hueco en la historia.