Marruecos ha hecho historia al ser el primer país africano y árabe en disputar una semifinal de la Copa del Mundo. La selección marroquí cayó ante Francia en la penúltima ronda del Mundial de Qatar 2022, pero logró una proeza. Sin embargo, no es la primera vez que el país logra un hito a nivel futbolístico: un equipo marroquí llegó a jugar en la Primera División de la Liga española.
La ciudad marroquí de Tetuán perteneció al Protectorado de España en Marruecos durante una importante parte del siglo XX. Durante esos años, la metrópoli española contaba con fuerte presencia militar en la zona, lo que desembocó en la introducción del fútbol en el norte del país.
En el año 1933, Fernando Fuentes de Villavicencio, exjugador del Atlético de Madrid y militar destinado en Marruecos, vio el talento necesario para lanzarse a crear un equipo de fútbol. Como resultado, y reflejo de su amor por el Atlético de Madrid, fundó el Atlético de Tetuán. Como no podía ser de otra manera, el equipo vestía la camiseta rojiblanca. Su éxito los llevó a tener el que fue considerado el mejor estadio del continente africano, el Varela (conocido en la actualidad como Saniat Rmel).
En un breve periodo de tiempo, el equipo marroquí logró pasar de la Segunda Regional a la Segunda División en España, jugando en esta categoría la temporada 1948-49. Su proclamación como vencedores en la temporada 1950-51 les valió para conseguir la entrada a la Primera División. Durante su temporada en la competición, tan solo lograron siete victorias. Sin embargo, una de ellas fue contra el propio Atlético de Madrid, marcando cuatro goles al equipo que inspiró su creación. Otro gran hito de los marroquíes fue el empate contra el Real Madrid, marcando tres goles cada uno. El partido contra los madridistas no estuvo exento de polémica, acusando al árbitro de parcialidad a favor del Real Madrid. Como consecuencia de sus escasas victorias, acabaron pronto con el sueño de competir en la máxima categoría, volviendo a pertenecer a la Segunda División.
Aun así, su paso por la competición española se ganó los elogios de la prensa española, como es el caso de Mundo Deportivo. En 1951 y tras la derrota contra el Fútbol Club Barcelona, el diario hablaba así del equipo de Tetuán: “Los africanos, son enemigos de mucha consideración en su estadio y no se inclinan, así como así, ante cualquier visitante”.

Con el fin del Protectorado y la proclamación de Marruecos como Estado independiente en 1956, el equipo dejó de considerarse español y, por tanto, de poder jugar en las competiciones españolas. De esta manera, el Atlético de Tetuán se separó en dos: una parte se marchó a Ceuta, formando el Club Atlético de Ceuta, y la otra fundó el Mogreb Atlético Tetuán, conservando la identidad del equipo y participando en la Liga marroquí.
Actualmente, el heredero ceutí se denomina Agrupación Deportiva Ceuta Fútbol Club y juega en Primera Federación. Por otro lado, el Mogreb Atlético Tetuán (Moghreb Athletic Tétouan) juega en la Primera División de la Liga Botola Pro Inwi de Marruecos.
A pesar de ser un gran desconocido, su importancia a nivel histórico llevó al Instituto Cervantes a dedicarle en 2015 una exposición en Tánger: “Tetuán a rayas. El madroño se volvió palmera”. La exposición acercó al público lo que significó el Atlético de Tetuán, centrándose tanto en los hitos deportivos como en la propia ciudad de Tetuán.
Más allá del deporte, el Atlético de Tetuán simbolizó la unión entre ambos países, España y Marruecos, celebrando el amor que compartían por el fútbol. Cristianos, musulmanes e, incluso, judíos, jugaban juntos defendiendo su escudo, dejando atrás todas sus diferencias.