Rubiales no dimite y habla de “asesinato social”
Luis Rubiales compareció eufórico en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para blindarse en su cargo de presidente del fútbol español. El dirigente tomó la palabra para esclarecer los hechos de lo que había pasado tras la final del Mundial femenino el Sídney.
Rubiales pidió “perdón sin paliativos de ninguna clase por agarrarme esa parte del cuerpo en el palco, perdón a la Casa Real por un gesto poco edificante”. Todo eso lo dijo mirando a Jorge Vilda y explicando que “te han querido hacer lo mismo que a mí”.
Después, pasó a explicar su beso en la boca a Jennifer Hermoso en la recogida de medallas del estadio olímpico de Sídney. “El beso, el pico. Tenía el mismo deseo que al dárselo a mis hijas. Ni deseo ni posición de dominio. La gente lo comprende” y fue a más cuando anunció que “fue un beso consentido. Jenni me levantó del suelo y al dejarme nos abrazamos y le dije que se olvidara del penalti. Ella dijo, eres un crac, y le dije “un piquito” y me dijo “vale”.
“Hay un falso feminismo. Han dicho de ese gesto que es vejar, violencia sexual, sin consentimiento, agredir… qué pensaran las mujeres que de verdad ha sido agredidas sexualmente. Han tratado de asesinarme públicamente”, comentó.
Rubiales también atacó a Tebas directamente y “a sus títeres” a los que también acusó de orquestar una campaña para tumbarle de su puesto en Las Rozas.
Mientras se defendía, la realización enfocaba a los seleccionadores De la Fuente, Vilda y fede Vidal (fútbol sala), a sus tres hijas y a sus padres, especialmente a su padre al que se le pudo ver muy afligido.
El grito de “No voy a dimitir, no voy a dimitir” estuvo acompañado por un estruendoso aplauso que provocó hasta problemas en la señal que se ofrecía a los medios que acudieron en masa a la sede de la Federación.
Rubiales ofreció a Vilda la renovación y sueldo de “500.000 euros al año” en un gesto que también fue aplaudido por todos los presentes en Las Rozas.
Tras esto, Luis Rubiales repasó los datos económicos del fútbol femenino y terminó su alocución repitiendo que sufre una “cacería que no merezco”.
Una vez acabado el acto, el CSD anunció que elevaría una denuncia al TAD por conducta muy grave y la Fiscalía de Madrid abrió un expediente por presunto delito de agresión sexual.
