Se prevé que los ingresos de Arabia Saudí aumenten este año debido a los altos precios del petróleo que va a generar la disminución de la producción del crudo por parte de varios países de la OPEP y de Rusia a partir de mayo. Arabia Saudí anunció que reducirá su producción a partir de mayo y hasta finales de año, en unos 500.0000 barriles por día.
Una gran subida de los precios del petróleo, y de forma prolongada, podría dañar la economía de las familias y de las empresas al tener que hacer frente a mayores costes en energía.
Los altos precios del crudo podrían ralentizar aún más el crecimiento de los occidentales. Con una inflación subyacente, la incertidumbre en los mercados tras la quiebra del banco Silicon Valley, el banco Signature en Estados Unidos y del Crédit Suisse, en Suiza, un incremento abusivo de los precios del petróleo podría perjudicar gravemente a Europa, especialmente desde que su principal abastecedor de energía, Rusia, ya no le proporcione ni gas ni petróleo en grandes cantidades.

Sin embargo, los pronósticos del FMI muestran que la inflación en 2023 disminuirá al 7% a nivel mundial debido a los precios más bajos de los productos básicos. La inflación en Arabia Saudí se prevé que en 2023 sea del 2,8%.
Como muestra el gráfico del FMI, Europa es la que menos crecerá en 2023, alcanzando en su conjunto solo el 0,8%. Sin embargo, los países de Oriente y Asia central, en 2023, crecerán un 2,9%.

Según el informe de abril del “Panorama económico mundial (World Economic Outlook)” del FMI, el PIB de Arabia Saudí será de un 3,1%. Así, bajará respecto a 2022, más de un 5%. Ello se debe al decrecimiento mundial de la economía pronosticado por el FMI.
Aunque la disminución de la producción disminuya y los precios, finalmente, no aumenten considerablemente, se prevé que las inversiones privadas en este país del Golfo mantengan la economía a flote. Desde hace años, el país está diversificando sus fuentes de ingresos para dejar de depender exclusivamente del petróleo a largo plazo y poder así reestructurar su economía local.
En 2022, el 4% de las acciones de Saudi Aramco, valoradas en unos 80.000 millones de euros, se traspasaron al fondo soberano PIF Investment, con el fin de mejorar la capacidad inversora del fondo.

La estrategia Visión 2030, lanzada por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, identificó doce subsectores de inversión por un valor total de unos 227.000 millones de euros. Su objetivo es atraer a inversores por un valor de 1,4 billones de riales y poder doblar el PIB industrial, consiguiendo aumentar el número de empresas industriales a 36.000. Para conseguir la diversificación industrial, la nueva Estrategia Nacional de Industria del país pretende fomentar las privatizaciones, atraer inversiones extranjeras, aumentar la inversión y la investigación y crear puestos de trabajo locales. Los sectores que prioriza son principalmente: productos químicos, conversión de plásticos y caucho, alimentos, energía renovable, aviación (civil y militar), automóviles, productos farmacéuticos, dispositivos y suministros médicos, material militar y de construcción, maquinaria y minería. El ministro de Industria y Recursos Minerales de Arabia Saudí declaró que querían atraer 32.000 millones de dólares en inversión para el sector de la minería. Además, el príncipe heredero quiere convertir al país en un centro logístico gracias a un plan integrado de las infraestructuras en el sector del transporte y la logística que permitan ampliar la actividad económica en todo el país.
La nueva estrategia ya está dando sus frutos y, de acuerdo con el ministro saudí de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Abdullah Alswaha, el Reino ya ha atraído más de 9.000 millones de dólares en inversiones en nuevas tecnologías. Así, Microsoft invertirá 2.100 millones de dólares en una nube global (Global Cloud), mientras que Oracle ha comprometido 1.500 millones de dólares para construir una nueva nube regional (Regional Cloud) en Riad. Así pues, la diversificación económica del país será probada verdaderamente este año al disminuir considerablemente la producción de crudo.