Italia mueve ficha en el tablero energético con el acuerdo conseguido con Argelia tras su visita relámpago a la capital del país magrebí. El primer ministro italiano, Mario Draghi, ha anunciado una alianza estratégica con Argel que implica aumentar la exportación del gas a Italia, concretamente con volúmenes de gas de hasta 9.000 millones de metros cúbicos adicionales por año a través del oleoducto Transamed, como así lo han acordado la empresa energética italiana ENI y la estatal argelina de hidrocarburos Sonatrach.
Por su parte, en este acuerdo bilateral, Italia se compromete a colaborar en proyectos conjuntos que desarrollen “energías renovables y el hidrógeno verde”, una política desarrollada por Argel que podría quitarle el puesto a Marruecos como primer país de la región MENA en el empleo de energías renovables.

La reunión entre Draghi y su homólogo argelino, el presidente Abdelmadjid Tebboune, terminó con el acuerdo preliminar sobre esta cooperación energética en plena crisis energética sobre el gas por las sanciones contra Moscú. Esta situación ha provocado el impulso occidental de encontrar otras vías por las que importar gas debido a la amplia dependencia hacia el gigante ruso. Italia importa el 90% del gas que consume y en torno a un 40% procede de Rusia, unas cifras que han impulsado a Roma a intensificar la búsqueda de fuentes alternativas en Argelia. “Inmediatamente después de la invasión de Ucrania, anuncié que Italia se organizaría rápidamente para reducir su dependencia del gas ruso”, afirmó Draghi.
También, en una breve rueda de prensa que ofreció el primer ministro italiano tras la reunión, afirmó que su Gobierno “quiere defender a sus ciudadanos y a sus empresas las consecuencias del conflicto ruso-ucraniano”. Con ello, también ha recordado que Italia continuará con las sanciones contra Rusia en la medida que lo dicte la Unión Europea.

No obstante, esta importación de gas argelino a Italia no es algo nuevo: el país magrebí ha exportado las cantidades significativas de unos 6.400 millones de metros cúbicos de gas argelino durante el primer trimestre de 2021, un 109% más que el año anterior. Tanto es así que el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Luigi di Maio, ya realizó el mismo viaje que el del primer ministro semanas antes, cuando afirmó que Italia "estaba comprometida con aumentar el suministro de energía, especialmente en el gas” y que Argelia “siempre ha sido un proveedor fiable”.
Por su parte, Sonatrach ha afirmado que está preparada para aumentar estas entregas a Italia a través del oleoducto Transmed. Su director ejecutivo, Toufik Hakkar, afirmó que Europa es “el mercado natural de elección” para el gas argelino, pero que esta exportación dependerá siempre de satisfacer las necesidades crecientes internas de la política argelina: el Sáhara Occidental.

Precisamente este aspecto es el que ha diferenciado a Italia de otros países en las relaciones con Argelia y sus acuerdos energéticos. Draghi mantiene su política con el Sáhara Occidental fuera del reconocimiento de la soberanía marroquí, algo que sí que han hecho otros países como Estados Unidos, Alemania y recientemente España, con la visita oficial del Pedro Sánchez a Rabat la semana pasada.
Es por esta razón por la que Argelia, concretamente Sonatrach, ha anunciado que va a subir el precio del gas a España, algo que también ha reconocido la propia ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. La ministra también ha confiado en que este aumento será “moderado”.