Argelia: las elecciones presidenciales comienzan con un escándalo judicial
El jueves 25 de julio, la autoridad electoral argelina (ANIE) anunció que había aceptado a tres candidatos para las elecciones presidenciales anticipadas del 7 de septiembre. Se trata del presidente Abdelmadjid Tebboune, que se presenta a la reelección, del secretario nacional del Frente de Fuerzas Socialistas, Youssef Aouchiche, y del presidente del Movimiento por la Paz, Abdelaali Hassani. Es la primera vez desde el advenimiento del pluralismo, aunque en apariencia, desde las elecciones de 1996 en las que ganó el general Liamine Zeroual, que unas elecciones presidenciales sólo cuentan con tres contendientes. ¡Y qué aspirantes! El primero, Abdelmadjid Tebboune, fue impuesto por el difunto teniente general Ahmed Gaïd Salah, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército y viceministro de Defensa Nacional. Un candidato sin afiliación partidista ni base popular, pero con la victoria asegurada. Una victoria que ya está a la vista, puesto que los responsables se han decidido por una sola vuelta y no mantienen ningún suspense sobre el resultado final del escrutinio. Los dos elegidos para hacerle compañía han sido elegidos según criterios bien definidos. El primero fue elegido para romper el boicot a las elecciones en Cabilia. Como ya ocurrió en 2019. El segundo es un islamista cuyo papel será movilizar al electorado de esta corriente, aunque sea un desconocido.
Estos tres candidatos fueron seleccionados de una lista de 16 aspirantes. Entre los otros 13 cuyas candidaturas fueron rechazadas se encontraba Saïda Neghza, presidenta de una de las principales organizaciones patronales. Reaccionando a su destitución, no se anduvo con rodeos al denunciar el fraude que marcó la selección de los competidores. "No tengo miedo de nadie, reivindicaré mis derechos por la fuerza de la ley", declaró en una rueda de prensa. Impugnando con vehemencia la decisión de la Autoridad Electoral Nacional Independiente, demostró, con documentos justificativos, el fraude que se había perpetrado contra ella para dejarla fuera de la carrera por el palacio El-Mouradia. Sin pelos en la lengua, llegó a acusar a Abdelmadjid Tebboune, sin nombrarlo, de haber sido el principal beneficiario del fraude, declarando que "ciertos candidatos han obtenido el patrocinio de 300.000 electores, mientras que no hemos visto ninguna estampida ante las oficinas del ayuntamiento para legalizar los formularios". Esto bastó para poner en marcha la máquina que aplastaría a todos los disidentes y opositores que intentaran ser alborotadores en una parodia electoral que querían hacer pasar como una carta por correo.
Una semana después, el jueves 1 de agosto, el fiscal del tribunal de Argel anunció que había ordenado a la policía judicial abrir una "investigación preliminar exhaustiva" contra decenas de cargos electos y tres candidatos sospechosos de estar implicados en "la venta y compra de patrocinios para las elecciones presidenciales del 7 de septiembre". Prometió que "todos los implicados directa o indirectamente en este asunto serán detenidos y procesados". En menos de 48 horas, 77 personas comparecieron ante la fiscalía del centro penal económico y financiero de Sidi M'hamed, en Argel, el sábado 3 y el domingo 4 de agosto. Los tres sospechosos son Saïda Neghza, Abdelhakim Hamadi y Belkacem Sahli. Los dos últimos sirven simplemente de tapadera para las sanciones que se tomarán contra el presidente de la Confederación General de Empresas Argelinas. Los otros dos, Abdelhakim Hammadi, veterinario de Constantina, no tiene absolutamente nada que reprocharse, al igual que Belkacem Sahli, acostumbrado al papel de liebre y hombre totalmente comprometido con el sistema vigente.
El sábado por la noche, Saïda Neghza fue detenida en su domicilio y conducida ante el juez de instrucción de la sección económica y financiera del tribunal de Sidi M'hammed. Fue interrogada hasta muy tarde al día siguiente, antes de ser puesta bajo control judicial. Esperemos a ver qué ocurre a continuación.
