La volatilidad vuelve esta semana al mercado de petróleo, a pesar del acuerdo de la OPEP adoptado recientemente para estabilizar los precios. El barril de petróleo West Texas, de referencia en Estados Unidos, ha sufrido un desplome del 20% este lunes y llega a los 15 dólares por unidad. Se trata de unos precios que no se veían en los mercados desde 1999.
A pesar de los planes de reapertura de la economía americana que anunció el presidente del gigante norteamericano, Donald Trump, en el mercado de futuros de junio, el crudo de Texas baja más de un 5%, hasta los 23,62 dólares, según ha informado la agencia Efe. En el caso de Europa, el barril Brent de referencia en Europa y Oriente Medio pierde el 2,49% y se queda en los 27,38 dólares.

La caída de la demanda de esta materia prima por el coronavirus y la decisión de Arabia Saudí a principios de abril de incrementar hasta niveles récord la producción de petróleo han sido el caldo de cultivo para un hundimiento de los precios a mínimos de hace 20 años. Además, el mercado no consigue estabilizarse en las últimas semanas y cada semana hay una caída abrupta de los precios.
El temor a que un exceso de la producción sobrepase la capacidad de almacenamiento del petróleo ya está empezando a causar estragos entre los productores y los inversores. El mercado se ha inundado de un producto que ha sufrido una brutal demanda como consecuencia de las cuarentenas y el cierre de fronteras. Un tercio de la humanidad está ahora mismo confinada a causa del coronavirus.
El petróleo Texas, de entrega en mayo, ha llegado a derrumbarse un 21% esta madrugada y ha caído hasta los 14,47 dólares. Además de la evolución de los precios del crudo, los inversores también estarán pendientes de la publicación de los resultados trimestrales de Estados Unidos y la balanza comercial de la eurozona. Por su parte, Trump ha anunciado reuniones con los productores de Texas, que se están viendo muy afectados por la crisis del coronavirus ante la brutal caída de precios. De momento, en Estados Unidos se han registrado 671.525 contagios por el coronavirus, han muerto unas 33.286 personas y se han recuperado 56.236, según datos de la Universidad Johns Hopkins que recoge la agencia Efe.

La semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) afirmó que 2020 era el peor año para la historia del petróleo y se refirió a este mes como el “abril negro”. El organismo alertó de que el exceso de oferta podría a prueba la capacidad mundial de almacenar crudo, con el riesgo de que la saturación en algunos yacimientos obligue a parar la producción.
Se espera que la vuelta a una relativa normalidad, por lo menos en términos de actividad económica, ayude a los precios del crudo en todo el mundo, especialmente si coinciden en el tiempo con los recortes acordados la semana pasada por la OPEP y sus socios. Los analistas también apuntan a la necesidad de que estos recortes se vean complementados por los de otros países productores fuera de la OPEP, especialmente en Estados Unidos.