La Comisión Europea pide a Marruecos que solucione las licencias de pesca

Por Isabel Garrido Mingo
Foto: El pacto entre la U.E y Marruecos permite faenar en este país hasta un máximo de 120 barcos de once países comunitarios.
 
Tras la entrada en vigor del acuerdo pesquero firmado entre la Unión Europea (U.E) y Marruecos, y convalidado por el rey de Marruecos, Mohamed VI, el pasado 15 de julio con motivo de la visita del rey español Felipe VI, la Comisión Europea envió la semana pasada una carta al Gobierno marroquí en la que solicita que se resuelvan las licencias de pesca para la flota europea.
 
Beneficios para los pescadores
El pacto entre la U.E y Marruecos permite faenar en este país hasta un máximo de 120 barcos de once países de la U.E (España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Lituania, Letonia, Países Bajos, Irlanda, Polonia y Reino Unido), y se calcula que 700 pescadores españoles de comunidades como Andalucía o Galicia saldrán beneficiados. Esto supone un incremento de un tercio las posibilidades de pesca, y una disminución del 30% el coste para los contribuyentes respecto al acuerdo anterior. A cambio se enviará ayuda financiera para desarrollar el sector de la pesca marroquí y aumentar el empleo para los pescadores de esta región, atendiendo siempre a los criterios de la sostenibilidad medioambiental y la legalidad internacional.
 
Adaptación de licencias
El portavoz de la Comisión Europea Roger Waite, ha mencionado que en la carta enviada a Marruecos, se solicita que el periodo de licencias se adapte y permita a los propietarios de los buques pescar durante el periodo de los pagos correspondientes, ya que las solicitudes estaban previstas para comenzar a faenar el uno de agosto y las licencias tendrían que haberse entregado el día quince de este mismo mes como tarde. 
Este problema afecta ya a 63 licencias de pesca solicitadas por España, Portugal, Países Bajos, Letonia y Lituania para faenar en los caladeros africanos. El portavoz no ha querido adelantar qué actuaciones darán hasta conocer la respuesta de Rabat, y los pescadores temen que esta crisis retrase todavía más la concesión de las licencias.