Dos de los países más importantes en sus respectivas regiones se unirán para liderar el impulso que necesita el sector agrícola. Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos planean compartir esfuerzos para elaborar nuevos proyectos que hagan aumentar la productividad, pero que al mismo tiempo sean un factor clave en la lucha contra el cambio climático. Según ambas partes, el aumento de las inversiones en este sector será “drástico”. El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, aseguró que es importante “mejorar nuestros sistemas alimentarios para que proporcionen alimentos seguros, nutritivos, asequibles y accesibles para todos, al tiempo que se conservan los recursos naturales y se combate la crisis climática”.
La Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU está siendo el escenario en el que líderes políticos y científicos de todo el mundo están trabajando conjuntamente en la cuestión agrícola. El mayor desafío que presenta esta iniciativa es el de lograr un importante avance en la producción sin dejar de lado el desafío climático. Norteamericanos y emiratíes están liderando un proyecto denominado Misión de Innovación Agrícola para el Clima que pretende “aumentar drásticamente la inversión pública y privada en la agricultura climáticamente inteligente y la innovación del sistema alimentario”, según ha explicado Vilsack en la cumbre.

Según el Banco Mundial, la agricultura representa “una parte importante del problema climático”. Los datos ofrecidos por el BM señalan que las actividades agrícolas representan una cifra entre el 19 y el 29 por ciento de las emisiones globales de gases del efecto invernadero. Para hacer frente a estos datos, además de la Misión de Innovación Agrícola para el Clima, existe un proyecto llamado AIM impulsado por Reino Unido, Singapur, Australia y Brasil, entre otros países, que “servirá como una plataforma única para la cooperación entre muchos países en estos desafíos compartidos”, dijo el enviado estadounidense para el clima, John Kerry, cuando se presentó esta iniciativa a principios de año.
Emiratos y Estados Unidos trabajarán en este proyecto en la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU en Nueva York, celebrada a la vez que la Asamblea General. Además, planean lanzarlo de forma oficial a finales de este año en el acto que tendrá lugar en Glasgow en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26). Kerry aseguró que su alianza con EAU se debe en gran parte al “ingenio que se está aplicando a los desafíos alimentarios y climáticos” que vio el propio enviado norteamericano cuando visitó por última vez Emiratos Árabes Unidos.

Otro de los motivos que ha provocado la aparición, tanto de esta iniciativa como la de las demás que están surgiendo en todo el mundo, es la gravedad de la situación que vive el mundo a causa de la crisis climática. Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, la inseguridad alimentaria aumentó en un 74% a lo largo de todo este año, teniendo como causas principales el cambio climático y la pandemia de la COVID-19. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, aseguró que la pandemia había sumido millones de personas en la pobreza extrema y, por tanto, la hambruna estaba creciendo de forma mucho más rápida y en muchos más países.
Guterres cree que “estamos librando una guerra contra la naturaleza y recogiendo la amarga cosecha de cultivos arruinados, ingresos menguantes y sistemas alimentarios defectuosos”. El presidente norteamericano, Joe Biden, anunció que su administración va a destinar 10 mil millones de dólares a combatir la lucha mundial contra la inseguridad alimentaria. De esa suma, la mitad se inyectará dentro de las fronteras estadounidenses, según Samantha Power, administradora de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, que seguró que “la otra mitad se gastará en la lucha contra la inseguridad alimentaria mundial, ayudando a los pequeños agricultores y sus familias a escapar de la pobreza”.