Atalayar/EFE
Pie de foto: El fiscal general de Oklahoma Mike Hunter, habla sobre un acuerdo con Purdue Pharma para el abuso de opiácios. Tulsa World via AP/Mike Simons
La firma farmacéutica Purdue Pharma acordó el pago de 270 millones de dólares al estado de Oklahoma en una de las más de 1.600 demandas que enfrenta por su presunta responsabilidad en agravar la crisis de los opiáceos en Estados Unidos, informaron medios locales.
Los recursos que desembolse Purdue Pharma, el fabricante de oxicodona, un potente y adictivo analgésico, se destinarán a financiar la investigación y el tratamiento de la adicción en Oklahoma y al pago de gastos legales, detalló la radio pública NPR.
"Vemos este acuerdo con Oklahoma como una extensión de nuestro compromiso de ayudar a impulsar soluciones a la crisis de la adicción de los opiáceos", dijo en un comunicado el consejero delegado del gigante farmacéutico, Craig Landau.
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, esta lacra se ha cobrado en el país la vida de cerca de 218.000 personas en las dos últimas décadas. Purdue Pharma, es fabricante del medicamento OxyContin, que les ha generado enormes beneficios gracias a una agresiva campaña publicitaria de los años 90, y se les acusa de venderlo pese a ser conscientes de su alto poder adictivo.
Purdue y sus propietarios, la familia Sackler, también apoyarán con 177,5 millones de dólares la fundación del Centro Nacional de Estudios y Tratamiento de Adicciones en la Universidad Estatal de Oklahoma, en Tulsa.
"El acuerdo alcanzado hoy brindará asistencia a las personas de todo el país que necesitan desesperadamente de estos servicios", dijeron los Sackler en otro comunicado. El nombre de la familia ha caído en desgracia en las últimas semanas y se enfrenta a miles de demandas por su supuesto destacado papel en la rápida propagación de la epidemia de adicción a potentes analgésicos con base opiácea.
El diario neoyorquino The Wall Street Journal reveló a principios de mes que Purdue Pharma estudia declararse en bancarrota, con lo que buscaría paralizar los más de 1.600 procesos en su contra impulsados por ciudades, condados y estados del país por supuesta publicada engañosa para aumentar sus ventas de opiáceos.
El acuerdo es fruto de una demanda presentada hace dos años por el fiscal general de Oklahoma, el republicano Mike Hunter, en la que alegaba que la farmacéutica participó en la crisis de los opiáceos con una campaña agresiva de ventas de oxicodona y afirmaciones engañosas que negaban los peligros de la adicción.
Según NPR, Hunter ha solicitado más de 20.000 millones de dólares en daños en procesos contra Purdue Pharma y otras farmacéuticas.
Precisamente, el Tribunal Suprema de Oklahoma rechazó una apelación presentada por varios fabricantes de opiáceos con la que buscaban retrasar un juicio del estado en su contra, cuyo inicio está previsto para mayo.
Las sobredosis relacionadas con opioides en Estados Unidos se saldaron con más de 47.000 muertes en 2017, de las cuales un 36 % incluían drogas que habían sido suministradas con receta médica.
Pie de foto: Píldoras del analgésico de OxyContin, hechas por Purdue Pharma LP. REUTERS/George Frey
Museos de todo el mundo rechazan donaciones de los Sackler
Mientras tanto, museos como el Guggenheim de Nueva York y el Tate de Londres, anunciaron que ya no aceptarán donativos de la familia Sackler, dueña de la farmacéutica Purdue, considerada una de las culpables de la intensificación de la epidemia de opiáceos que azota EEUU.
"No se han recibido contribuciones de la familia Sackler desde 2015. No se han planeado futuros obsequios y el Guggenheim no tiene en mente aceptar ningún obsequio", anunció la prestigiosa institución en un comunicado.
La decisión se produce seis semanas después de una llamativa protesta dentro del museo en la que se pedía su desvinculación del nombre de los Sackler, sobre quienes dijeron en una pancarta que deberían sentirse "avergonzados" por la crisis de los opiáceos.
Y es que el Guggenheim, según las cifras que enumera en su misiva, recibió unos 9 millones de dólares (7,9 millones de euros) entre 1995 y 2015 de los miembros de la familia de Mortimer D. Sackler.
De ese montante, unos 7 millones (6,1 millones) se utilizaron para establecer en el museo el Centro para la Educación de las Artes Sackler, que recibe a unas 300.000 personas al año.
Al Guggenheim de Nueva York se le adelantó la Tate de Londres, que recientemente destacó en un comunicado la "filantropía histórica" de la familia, a la vez que afirmaba que la institución era de la opinión de que "en las circunstancias presentes, no es correcto pedir ni aceptar más donaciones de los Sackler".
La Galería Nacional Británica de Retratos también afirmó que no iba a recibir una concesión de 1,3 millones de dólares (1,1 millones de euros) que llevaba tiempo negociando con una de sus fundaciones, mientras que el Museo del Sur de Londres ya devolvió una donación el año pasado.
Galerías del Louvre de París y del Museo Metropolitano de Nueva York, así como departamentos y bibliotecas de la Universidad de Columbia o la de Oxford, llevan el nombre de los Sackler gracias a sus generosas aportaciones económicas.
En 2007, la compañía y tres de sus ejecutivos fueron condenados a pagar una multa de 634 millones de dólares (560 millones de euros) por engañar al público sobre el riesgo adictivo del analgésico, que comercializa desde su aprobación por las autoridades en 1995.
Mientras, los Sackler afirmaron en un comunicado publicado en la web 'Hyperallergic' que "ha sido un privilegio servir al Guggenheim durante casi 20 años y apoyar el esencial trabajo del museo", y que "desafortunadamente, el actual ambiente de litigios ha creado una falsa imagen" del clan.