Pablo Moral / IEEE
Resumen elaborado por Alba Campillo Romo
El turismo se ha convertido en las últimas décadas en una de las actividades económicas con mayor potencial y capacidad del planeta que, unido al fenómeno de la globalización, hace que en las zonas en las que se manifiesta haya un indicador de estabilidad y seguridad política. A su vez, el turismo favorece las relaciones diplomáticas entre los países pues el desarrollo del potencial político de un país indica una cierta estabilidad económica.
Según los datos de la Organización Mundial del Turismo, este sector crea uno de cada diez puestos mundiales y suponen el 9% del PIB mundial.
En estos últimos años con los últimos ataques terroristas, la afluencia de los turistas ha disminuido notablemente causando un duro golpe para las economías. Los enclaves turísticos suponen el blanco perfecto para los terroristas que aprovechan que los visitantes se encuentran en un lugar desconocido y que estos lugares cuentan con la visita de muchas personas, todas ellas de diversas nacionalidades, provocando así, la conmoción de varios países. Para muchos de los terroristas yihadistas, los ataques hacia el turismo suponen el rechazo hacia el modelo socioeconómico occidental y su posibilidad de implantación en otros países.
Consecuencias de un atentado terrorista en el turismo internacional
Las consecuencias que puede acarrear un atentado terrorista en un país son altamente perjudiciales y diversas para el país.
Los turistas pueden ver limitadas sus vacaciones y los espacios de visita en las fechas deseadas.
El incremento de seguridad y controles hacen que los turistas puedan llegar a vivir experiencias poco satisfactorias que probablemente deseen evitar.
El aumento de situaciones en las que su integridad física esté en juego como posibles atentados, disturbios policiales.
Rechazo de la población hacia la industria del turismo si se acaban generando sentimientos de empatía hacia los terroristas.
Grandes corporaciones como son las cadenas de hoteles pueden ver su imagen y economía afectadas tras un atentado.
Los seguros de viaje pueden verse limitados con ciertas cláusulas o ver incrementado su precio. También pueden producirse las cancelaciones de eventos, congresos, ferias o reuniones de trabajos.
Todos esto acaba traduciéndose en la reducción drástica de ingresos generados por el sector turismo pues también hay que tener en cuenta todas las inversiones post-atentado en los lugares en los que ha tenido lugar, teniendo que invertir en una mayor seguridad turística.
Por suerte, con el paso del tiempo los destinos turísticos acaban limpiando su imagen consiguiendo así, que los visitantes vuelvan a escoger su país como lugar para sus vacaciones.
La amenaza del turismo en el Mediterráneo
El turismo es una pieza clave en el desarrollo socio-económico de esta zona que a pesar de ser conocida por su indiscutible patrimonio histórico-artístico es de las más castigadas por el terrorismo internacional.
Egipto
Este país ha sufrido en las últimas tres décadas decenas de atentados siendo probablemente el más dañino el del templo de Hatshepsut en Luxor durante 1997 en el que murieron sesenta y dos personas de diferentes nacionalidades. Este suceso provocó el descenso de 400000 turistas al año siguiente y la caída de un 25% del PIB. Afortunadamente dos años después, el gobierno egipcio consiguió que el turismo volviera a su afluencia normal. A pesar de las medidas tomadas, los atentados terroristas han seguido teniendo lugar en especial en la zona de Sharm el Sheij donde en 2005 murieron alrededor de noventa personas y diez años después han muerto doscientas veinticuatro personas al derribarse un avión comercial ruso que se dirigía a San Petesburgo. A diferencia del atentado de 2005 que fue tomado como un suceso puntual, los últimos atentados han creado una atmósfera de amenaza persistente que han hecho que el turismo haya bajado notablemente.
Turquía.
En estos momentos Turquía está viviendo sus momentos más políticamente convulsos; su crisis diplomática con Rusia, la cantidad ingente de refugiados que llegan a sus fronteras, el fallido intento de estado del mes de julio, la guerra del país vecino Siria y la crisis con los kurdos han creado un clima notablemente inestable que desfavorece al turismo. Ankara ha sido la ciudad más damnificada, destacando el atentado que tuvo lugar en el 2015 cuando más de un centenar de personas perecieron en una estación de ferrocarril. Los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) fueron los autores de este atentado y de muchos otros que se han ido sucediendo posteriormente. Estos unidos a los atentados del Daesh en ciudades como Estambul han provocado que el turismo haya caído un un 7% al igual que las reservas hoteleras un 50%.
Túnez
A pesar de que Túnez haya sido el único país en el que la revolución del 2011 ha permitido el encauzamiento democrático del país, su país vecino Libia ha permitido el afloramiento de yihadistas afines al Daesh. El 2015 ha sido un país especialmente duro para Túnez en el que el terrorismo ha golpeado hasta en tres ocasiones distintas, todas ellas reivindicadas por el Daesh. El primero fue en el Museo del Bardo y el segundo en la playa de un hotel de la ciudad de Susa en los que en ambos los terroristas abrieron fuego contra los turistas. El tercero fue contra un autobús que transportaba a la guardia de seguridad tunecina. Todo esto ha tenido como consecuencia la bajada de un 50% de pernoctación en hoteles y que muchos de los cruceros que aportaban cientos de miles de visitantes ya no quieran parar en las costas tunecinas tras el dramático suceso del Museo del Bardo.
Marruecos
Marruecos es el país africano que más turistas recibe al año generando medio millón de empleos al año y el 12% del PIB. En abril de 2011 una bomba estalló en una cafetería céntrica de Marrakech causando diecisiete muertos. La autoría del atentado nunca fue reivindicada por ningún grupo, aunque se sospeche que el autor fue Al Qaeda en el Maghreb islámico. Aunque el turismo se viera relanzado en el 2012, durante el 2015 tras los atentados de Túnez y el surgimiento del Daesh el turismo ha caído un 10% haciendo especial mención el de origen francés que ha disminuido notablemente.
Consecuencias diferentes en los países del mediterráneo.
La inestabilidad creada en países como Túnez, Marruecos, Egipto y Turquía han favorecido a países como España que han visto incrementar el turismo un 4,9 % en el 2015 respecto al 2014 y que ha generado un 15,2% del PIB. A pesar de que España esté exportando una imagen de seguridad al exterior conviene que se siga reforzando la seguridad ante el creciente peligro terrorista.
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