Forman parte del contingente en apoyo al Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez Sarraj

19 combatientes sirios enviados por Turquía a Libia dan positivo por coronavirus

photo_camera PHOTO/AMRU SALAHUDDIEN - Un combatiente del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Fayez Sarraj, dispara arma contra las fuerzas del Ejército Nacional de Libia (LNA)

Hasta 19 milicianos sirios destinados por Turquía en Libia han sido diagnosticados por COVID-19 en el marco de la guerra civil libia que enfrenta al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) de Fayez Sarraj y al Ejército Nacional de Libia (LNA, por sus siglas en inglés) dirigido por el mariscal Jalifa Haftar.

La plaga global de coronavirus ha dejado ya hasta el momento más de 67.000 muertos y más de 1.250.000 contagiados en todo el mundo; y en cuanto a la población libia hay un fallecido oficial y algo más de 20 diagnosticados, a los que se suman los mercenarios que podrían haberse contagiado, según la información dispuesta por la periodista Lindsey Snell sobre estos efectivos armados que luchan al lado del GNA del primer ministro libio Sarraj. 

Mientras, como parte de las medidas para detener la propagación de la enfermedad causa por el coronavirus, el Ministerio de Defensa turco anunció que disminuirá la transferencia de tropas a Siria. 

Mercenarios sirios y tropas del Ejército turco fueron desplegados por Ankara en el país norteafricano tras el acuerdo alcanzado por Fayez Sarraj y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de cara a apoyar al GNA; Ejecutivo que está sustentado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2016.

En territorio libio participan diversos actores internacionales alineados con los rivales enfrentados. El LNA de Jalifa Haftar y el Ejecutivo de la ciudad oriental de Tobruk reciben el apoyo de Rusia, Francia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos; mientras, en el lado contrario, el GNA tiene el citado soporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2016 y, más recientemente, de Qatar y Turquía, país este último que desplazó a territorio libio equipamiento militar y efectivos armados (incluidos mercenarios proturcos a sueldo procedentes de Siria) tras el referido acuerdo de colaboración suscrito entre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el primer ministro Fayez Sarraj a finales del año pasado. 

Este vínculo entre la nación otomana y el GNA libio también se centro en lo económico con un pacto sobre el establecimiento de límites de aguas jurisdiccionales y zonas de explotación valiosas en el arco mediterráneo, donde Erdogan ha puesto sus ojos para la extracción de gas (aspecto este último que provocó la denuncia internacional de Chipre y Grecia, al entrar supuestamente en áreas correspondientes a islas griegas). 

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (Der), recibiendo al jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia(GNA), Fayez Sarraj

A pesar del compromiso de tregua que se adquirió en la pasada cumbre de Berlín del 19 de enero, se sigue suministrando equipamiento y soldados a las partes enfrentadas. El encuentro en tierras alemanas significó la reunión, por primera vez en años, de los bandos opuestos en el conflicto libio, que dura ya siete años y que se originó por el choque entre las fuerzas que acabaron derrocando al dictador Muamar el Gadafi en 2011. En el encuentro en la ciudad germana, Sarraj y Haftar (antiguo miembro de la cúpula militar de Gadafi) acordaron un “plan integral” para solventar el problema de la guerra libia, con la aplicación de un alto el fuego y una comisión de verificación integrada por ambas partes para garantizar que no fuese incumplido. A pesar de este encuentro, se vinieron sucediendo episodios violentos y la continuación de la escalada bélica bajo acusaciones mutuas de violaciones del alto el fuego. 

Jalifa Haftar controla ya gran parte de Libia tras haber extendido su influencia sobre las grandes ciudades del sur y los yacimientos petrolíferos occidentales de Al-Sharara y Al-Fil; únicamente le queda tomar Misrata y derribar el bastión resistente de Trípoli, sede del GNA y objetivo sobre el que el LNA lanzó una última gran ofensiva que dura ya desde hace un año. 

El LNA argumenta que su intención es acabar con los reductos terroristas refugiados en Trípoli para instaurar la paz en el país y un posterior proceso político de transición. Mientras, el GNA defiende su posición al presentarse como el poder político legítimo en Libia frente a lo que entienden como golpe militar rebelde. 

Últimas bajas en las filas de Haftar

En las últimas horas, al menos una veintena de milicianos bajo el mando del mariscal Jalifa Haftar murieron en combates con milicias de la coalición que forman la ciudad-estado de Misrata y el GNA sostenido por la ONU en Trípoli (GNA)

Los enfrentamientos armados se libraron en el sur de la capital y permitieron a las tropas recuperar territorio en localidades como Ain Zara y Wadi al-Rabie, ambas situadas en el estratégico eje que conduce al corazón de Trípoli. "Nuestras fuerzas lanzaron esta mañana un ataque contra posiciones de las fuerzas de Haftar en varios ejes al sur Trípoli y destruyeron dos vehículos blindados Tigre de fabricación emiratí, cinco vehículos blindados y un cargamento de municiones”, según explicó a la agencia Efe el portavoz oficial de la Operación ‘Volcán de la Ira’, afín al GNA, Abdel Malik al-Madani.

Otra fuente de seguridad informó a Efe de que al menos cinco milicianos pertenecen al GNA perdieron la vida en los choques que estallaron este domingo, mientras que el coronel Mohamed Qanunu, portavoz de las milicias del GNA, afirmó que su fuerza aérea atacó a un avión de carga militar que transportaba municiones para abastecer a las fuerzas de Haftar en las cercanías de la ciudad de Tarhuna, vecina a Trípoli.

Un año después de que Haftar iniciara el asedio a Trípoli, la larga guerra civil ha devenido en un conflicto con la participación de varios países extranjeros, con gran protagonismo de Rusia y Turquía y librado por milicias locales y grupos de mercenarios provenientes de fuera del territorio libio. 

Después del inicio de esta última gran ofensiva sobre Trípoli en abril del año pasado, la guerra civil ha dejado ya más de 1.700 muertos y más de 17.000 heridos. 

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