Argelia fracasa en su intento de ingresar en el Consejo Africano de Paz y Seguridad
Lo que demuestra el deterioro de la influencia de la diplomacia argelina en África

Argelia no logró obtener la membresía en el Consejo Africano de Paz y Seguridad, a pesar de una intensa campaña de relaciones públicas que duró meses. Este fracaso pone de manifiesto el declive de la influencia de Argelia en las instituciones africanas en los últimos años.
El país norteafricano no consiguió suficientes votos ni logró ganarse la confianza de las naciones que esperaba tener de su lado, especialmente después de las visitas del ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, a varios países africanos en los últimos meses con la esperanza de obtener el respaldo de la mayoría de los miembros.

Este rechazo demuestra el deterioro de la influencia de la diplomacia argelina en el continente africano, así como de la creciente desconfianza en las instituciones africanas, cuyos mecanismos de trabajo han experimentado cambios significantes. No obstante, tal y como señala Al-Arab, Argelia no ha reconocido esta evolución, persistiendo en tratar la realidad africana con enfoques obsoletos que remontan a las décadas de los setenta y ochenta.
Los africanos han dejado de preocuparse por las antiguas alianzas. El Frente Polisario es parte de ese pasado, lo que explica el aislamiento que enfrenta Argelia en las instituciones africanas. Esto contrasta con el creciente apoyo que obtiene Marruecos debido a su enfoque para resolver la cuestión del Sáhara, basado en el plan de autonomía.
En este sentido, Argelia intentaba recuperar el escaño que el Reino ocupa desde hace tres años en el Consejo de Paz y Seguridad, pero no logró obtener los votos necesarios, ya que varios países se abstuvieron de respaldar su candidatura, principalmente debido a sus disputas abiertas con diversos estados africanos.

Además del declive de la diplomacia argelina en el norte de África, Argel ha perdido su papel como mediador en el Sahel, enfrentándose con Mali y poniendo en riesgo la seguridad y estabilidad de Argelia.
Es por ello que Argelia debe revisar su enfoque y construir relaciones basadas en intereses mutuos con los países africanos. Podría tomar como ejemplo otras naciones como Marruecos, que ha logrado forjar alianzas sólidas mediante asociaciones económicas, inversiones y facilitando la integración de las transacciones económicas africanas con Europa.
Para reactivar la diplomacia argelina se requieren nuevas ideas y visiones alejadas de los antiguos mecanismos, las consignas contra el colonialismo y los discursos revolucionarios. Es necesario comprender la naturaleza del contexto actual y, sobre todo, escuchar las perspectivas de los propios africanos.

Esto implica forjar nuevas alianzas basadas en intereses comunes con el fin de impulsar las economías y las sociedades del continente. Asimismo, Argelia debería presentar proyectos serios en beneficio de África, como lo hace Marruecos con su relevante iniciativa atlántica.
Argelia presidió el Consejo Africano de Paz y Seguridad durante 13 años, desde 2008, bajo la dirección del exministro de Asuntos Exteriores Ramtane Lamamra, quien fue sucedido por Smail Chergui. El primer indicio del declive del papel de Argelia fue el fracaso de intentar adoptar una postura en el Consejo a favor del Polisario, un intento que fracasó rotundamente ante la oposición de una amplia mayoría de miembros.
Las elecciones para los miembros del Consejo Africano de Paz y Seguridad se celebrarán en el marco de la 38ª Cumbre Ordinaria de la Unión Africana, que tendrá lugar este fin de semana en Addis Abeba. Previamente, se llevará a cabo la 46ª Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo (Ministros de Relaciones Exteriores), donde se espera elegir el nuevo liderazgo de la Comisión de la Unión Africana, con la elección de cinco nuevos miembros del Consejo de Paz y Seguridad.