Argelia, el histórico bloqueo de las elecciones presidenciales del 7 de septiembre
Hoy, sábado 14 de septiembre, a las 13.00 (hora argelina), el presidente del Tribunal Constitucional, Omar Belhadj, ha anunciado los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del 7 de septiembre: los resultados son muy diferentes de los anunciados al día siguiente de las elecciones. Nada menos que 5.872.749 votos fueron "robados" a los tres candidatos

Abdelmadjid Tebboune, presidente en ejercicio, fue declarado vencedor de las elecciones presidenciales con el 94,65% de los votos, pero su porcentaje de votos disminuyó un 10%. Al final, fue reelegido con el 84,3% de los votos.
Sin embargo, según el presidente del Tribunal Constitucional, este descenso fue acompañado de un aumento del número de votos obtenidos. Éstos pasaron de 5.329.253, según anunció el presidente de la Autoridad Electoral Independiente (ANIE), Mohamed Charfi, a 7.976.291 votos.
En otras palabras, 2.647.038 votos fueron robados a Abdelmadjid Tebboune por el organismo de Mohamed Charfi. Francamente, ¡esto es escandaloso! Robar al presidente-candidato más de 2,5 millones de votos, casi la mitad de los que habría obtenido en las urnas, es sencillamente escandaloso.
Feliz consuelo para los derrotados
Tebboune no es el único que ha sido víctima del robo de votos. Sus rivales también lo fueron. Abdelaali Hassani Cherif, presidente del PSM, obtuvo 940.642 votos, es decir, el 9,5% de los votos emitidos.
Mientras que los resultados de la ANIE le habían dado sólo 178.797 y un porcentaje del 3,17%. Así pues, el robo fue flagrante. Para él, el aumento afectó tanto al número de votos emitidos como al número de sufragios emitidos.
Lo mismo puede decirse del tercer candidato en liza, el presidente del FFS, Youcef Aouchiche. Con 122.146 votos, que representan el 2,16%, el Tribunal Constitucional le rehabilitó al aceptar el recurso que había presentado junto al otro desafortunado perdedor de las elecciones, Abdelaali Hassani Cherif. Su número de votos obtenidos ascendió a 580.495, un aumento de más del triple. Esto representa el 6,14%.
Estos dos desafortunados perdedores también fueron robados por la ANIE, respectivamente en 761.845 votos para Hassani y 458.349 votos, más del doble de lo anunciado por la ANIE el 8 de septiembre. Sin embargo, los dos desafortunados candidatos, que sabían desde antes del comienzo que iban a perder, están encantados con los resultados del Tribunal Constitucional.
Los resultados son un grato consuelo. Sus índices de participación de 9,5 y 6,14 les permiten que se les reembolsen los gastos de la campaña electoral. No habrían apostado por perderlo todo. Al menos, en términos financieros, podría decirse que han apostado sin perder un céntimo.
Con estas nuevas cifras, el número total de votantes pasó de 5.630.196 a 11.226.065, incluidos 1.764.637 votos nulos. En total, se robaron 3.106.148 votos a los tres candidatos. Es una cifra enorme. ¿Dónde fueron a parar todos esos votos desde el 8 de septiembre, cuando la ANIE anunció los resultados, hasta el 14 de septiembre, cuando el Tribunal Constitucional proclamó los resultados oficiales?
En esta era de la informática y la digitalización, de la que el presidente Tebboune habló largo y tendido durante su primer mandato, es inaceptable que se registren errores tan importantes en el anuncio de los resultados de la votación más importante en la vida de una nación.
La participación o el complejo de impopularidad
Para los analistas familiarizados con el funcionamiento del régimen argelino, no hubo robo de votos a los candidatos. Más bien, se robaron votos a los votantes. Estos 3.106.148 votos, más los 1.764.637 votos no validados que aparecieron de repente una semana después del escrutinio, se sumaron para alcanzar una cifra de 46,10, cercana al 48,03. "Se trata de un atraco histórico que pasará a la historia del régimen argelino con una piedra negra", comentó un conocedor de los entresijos del poder argelino.
Lo cierto es que esta cifra de 46,10 es difícil de aceptar, dado que la participación a las 17.00 horas del 7 de septiembre era del 26,46%. En tres horas, es imposible, según numerosos observadores y testigos entrevistados, que cerca de 4 millones de electores se hayan apresurado a acudir a los colegios electorales entre las 17.00 y las 20.00 horas.
En definitiva, el régimen argelino no tiene por qué avergonzarse de reconocer que se han malversado más de 4 millones de votos, siempre que la participación sea superior al 39,8% de las elecciones de 2019.
Esta participación es el nudo gordiano de toda contienda electoral organizada por un régimen rechazado por el pueblo. El boicot de las elecciones presidenciales del 7 de septiembre es una prueba más de la impopularidad del actual Gobierno.