Los disturbios en Asunción acorralan al presidente paraguayo Abdo Benítez

La violencia tomó las calles de Paraguay, en concreto de la zona de Asunción. Las fuerzas policiales dispersaron este viernes a un amplio grupo de personas que se manifestaron frente al Congreso, en el centro histórico de la capital, en protesta por la gestión del Gobierno de Mario Abdo Benítez ante la crisis sanitaria de la COVID-19.
Los cuerpos antidisturbios hicieron uso de gases lacrimógenos y, según algunas fuentes, de balines de goma contra los manifestantes que querían mostrar de forma pacífica, según diversas fuentes, su oposición a cómo está afrontando la pandemia el Ejecutivo del país sudamericano.
Antes de los últimos incidentes más serios, las personas se habían expresado frente al Congreso, portando banderas paraguayas y pidiendo la dimisión del presidente del país, máximo representante del conservador Partido Colorado.
Según la Policía, desplegada ante la sede del Congreso, sus agentes respondieron en la forma en que lo hicieron después de que algunos de los grupos de manifestantes intentaran rebasar los límites establecidos. Otra fuente policial señaló que algunas de las personas habrían arrojado piedras a los efectivos.
Parte de los grupos de manifestantes se dispersaron por otras calles del centro, mientras continuaban los incidentes. Algunos medios locales mencionaron que habría hasta una veintena de heridos, algo no confirmado oficialmente en un principio.
La convocatoria ciudadana se inició de forma pacífica sobre las 18:00 hora local, con un gran número de manifestantes jóvenes, todos con sus banderas nacionales y sus pancartas de protesta frente al Congreso.
A medida que fue anocheciendo, el ambiente pacífico cambió por la presencia de algunos ciudadanos que encendieron hogueras y bengalas, cada vez más cerca de una de las principales barreras policiales, tras la que también estaban ubicados los policías antidisturbios y fuerzas especiales de intervención.

Ese grupo de manifestantes comenzó a lanzar piedras y objetos contra las fuerzas de seguridad, que tras varios minutos respondieron a los ataques con lanzamiento de gases y balines de goma, según algunas fuentes.
La multitud se dispersó en distintas direcciones y se formaron barricadas y hogueras en distintos puntos de Asunción. La más conflictiva fue la que se organizó frente al Ministerio de Hacienda, muy cerca de la Comandancia de la Policía Nacional.
A pesar del importante número de policías que había en la zona, los efectivos se vieron superados en número por los manifestantes y hubo enfrentamientos con lanzamiento de piedras.
La superioridad de los ciudadanos obligó a los agentes policiales a ceder y a acceder a su petición de volver frente al Congreso para iniciar una vigilia hasta que dimita Abdo Benítez.
La protesta se organizó a través de redes sociales para demostrar el hartazgo ante el Gobierno, con el acento puesto en la gestión de la pandemia. Todo ello después de que representantes del sector de la enfermería y familiares de pacientes realizasen protestas para denunciar la falta de medios y de materiales médicos en los hospitales públicos y después de que el sector docente saliera a la calle para manifestarse por la vuelta a las clases en plena escalada de contagios. Ante esas protestas, se produjo la renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Otra de las reclamaciones de los ciudadanos se refiere a la tardanza en la llegada de las vacunas, que de momento se limitan a las 4.000 dosis de la rusa Sputnik V que ya han sido aplicadas, aunque solo a quienes laboran en el sector de la salud. Mazzoleni admitió que no podía dar fechas exactas de la recepción del millón de vacunas rusas ya negociado, así como de los 4,3 millones de dosis acordadas con el mecanismo COVAX.
Paraguay, país sudamericano de siete millones de habitantes, suma más de 3.250 muertes y más de 164.000 casos de coronavirus desde que estalló la pandemia.

Estos violentos incidentes en la manifestación contra el Gobierno de Mario Abdo Benítez por su gestión de la pandemia han dado a la oposición razones para impulsar un juicio político contra el mandatario del conservador Partido Colorado.
Tras conocerse las consecuencias de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden, portavoces de distintas formaciones, desde el opositor Partido Liberal hasta Honor Colorado, la facción interna del Partido Colorado liderada por el expresidente Horacio Cartes, expresaron su deseo de que el presidente Mario Abdo Benítez deje el cargo.
Abdo Benítez ya estuvo cerca del juicio político en agosto de 2019, cuando apenas llevaba un año al frente del país, por un acta secreta con Brasil de compra de energía a la represa de Itaipú, compartida por ambos países, aunque logró salvarse gracias al apoyo de Cartes, rival interno dentro de su propia formación política.
Más de un año después, el presidente se enfrenta a fuertes críticas por su forma de luchar contra la pandemia, gran ejemplo de las cuales fue la manifestación de este viernes frente al Congreso en protesta por la falta de recursos para la red pública sanitaria.