La OTAN se acerca a un aumento histórico del gasto militar ante la presión de Trump

Bajo presión estadounidense, la OTAN se encamina hacia un cambio histórico en su política de gasto militar. El presidente Donald Trump ha exigido que los países miembros aumenten su inversión en defensa hasta el 5% del PIB, más del doble del objetivo actual del 2%. Esta petición, inicialmente polémica, ha ido ganando tracción en las capitales europeas y marcará el eje central de la cumbre de la alianza atlántica prevista para los días 24 y 25 de junio en La Haya.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, expresó el jueves su confianza en que los miembros aceptarán esta exigencia antes de la cumbre. “Estamos aquí para continuar el trabajo que inició el presidente Trump, que consiste en comprometer el 5 por ciento del gasto de defensa en esta alianza”, declaró Hegseth durante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas.
Las conversaciones actuales buscan definir el nuevo marco de inversión militar en un contexto de creciente tensión con Rusia. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anticipó que se establecerán “objetivos históricos” en materia de gasto, tropas y equipamiento. "Hacer de la OTAN una alianza más fuerte, más justa y más letal" es el objetivo, afirmó, destacando la necesidad de reforzar las defensas aéreas, los misiles de largo alcance, las fuerzas terrestres y los sistemas de comando y control.
De un 2% simbólico a un 5% estructural
Trump, que ya había presionado durante su primer mandato para que los miembros cumplieran con el objetivo del 2% del PIB, ahora exige más del doble. En este contexto, Rutte ha propuesto un esquema mixto: un 3,5% destinado directamente a defensa y un 1,5% adicional a gasto relacionado con seguridad, como ciberseguridad e infraestructuras críticas.
Esta nueva fórmula permitiría a los países cumplir con los requisitos de Washington sin dejar de lado sus prioridades nacionales. Sin embargo, los debates continúan sobre cómo definir con precisión qué se considera “gasto relacionado con defensa”, un asunto clave para asegurar transparencia y equidad.
La cuestión del plazo para alcanzar este 5% genera división entre los aliados. Alemania propone llegar a la meta en 2032, pero países del este de Europa consideran esa fecha inaceptablemente lejana.

El ministro de Defensa de Estonia, Hannu Pevkur, fue tajante al respecto. “No tenemos tiempo para diez años, ni siquiera para siete. Necesitamos alcanzar el 5% en cinco años”, aseguró. Suecia también se ha pronunciado a favor de un objetivo para 2030, mientras que Lituania ha calificado 2032 como “demasiado tarde”.
En este contexto, Alemania se enfrenta a un desafío logístico y humano: su ministro de Defensa, Boris Pistorius, estimó que el país necesitará entre 50.000 y 60.000 tropas adicionales para cumplir con los nuevos estándares de la OTAN. También alertó sobre la necesidad de un “compromiso realista entre lo necesario y lo asequible”.

Nuevos planes para una defensa más robusta
Además del debate sobre el gasto, los ministros aprobaron este jueves un conjunto de nuevos Objetivos de Capacidad, que incluyen planes concretos de adquisición de armamento y organización de tropas.
Cada uno de los 32 miembros de la OTAN deberá adquirir sistemas prioritarios, incluyendo defensa aérea y antimisiles, artillería, drones, municiones, y elementos estratégicos como el reabastecimiento aire-aire, transporte aéreo pesado y logística.
La meta operativa más ambiciosa es tener hasta 300.000 soldados preparados para desplegarse en el flanco oriental en un plazo máximo de 30 días. No obstante, expertos advierten que lograr esta cifra exigirá un esfuerzo logístico e industrial sin precedentes.